COLONIA | PEDRO RAMON CLAVIJO
El gobierno cerró ayer las puertas del Casino de Colonia y redistribuirá en otros locales a los funcionarios, hasta tanto se produzca la reapertura de la nueva sala de juegos que se ubicará en el Plaza Sacramento Hotel que está en construcción. La medida fue rechazada por los empleados, que aseguraron que con ella el Estado incurrirá en fuertes pérdidas y sostuvieron que se corre el riesgo de perder clientes habituales a jugar en el departamento.
La decisión fue tomada en los últimos días y comunicada a los empleados que fueron designados para trabajar en el casino del Hotel Radisson en Montevideo y en el de la la ciudad de Carmelo. Pese al cierre del establecimiento la Dirección Nacional de Casinos tendrá que cumplir con un contrato vigente hasta diciembre próximo por unos U$S 50.000.
Fuentes sindicales dijeron a El País que se realizaron gestiones para mantener abierto el casino, e indicaron que ésta no genera pérdidas, dado que sumando las salas de tragamonedas ubicadas en el centro de la ciudad y la sala cerrada "superan con creces los gastos operativos".
El Estado tira la plata de esta manera, indicó una fuente que aseguró que manteniendo abierto el casino hasta el cumplimiento del contrato de alquiler se evitan pérdidas que superarían los U$S 100 mil.
Los funcionarios del Casino Colonia, que ha venido registrando un decreciente nivel de juegos desde hace algunos años, mantuvieron un contacto con el director de Casinos, Juan Carlos Bengoa, quien propuso una serie de alternativas que no los convencieron. Estos, aseguraron que cerrar la sala seguirá generando los mismos gastos para la entidad estatal que no tendrá ingresos.
Si bien desde la instalación de casinos flotantes en Buenos Aires, el juego bajó notoriamente, de igual forma y con el presupuesto que tenemos el casino se puede mantener, dijo uno de los trabajadores.