LUCIA BALDOMIR
El impacto de la competencia en la rebaja de los precios se está viendo con creces en la guerra desatada por los operadores de telefonía celular que actúan en Uruguay, pese a lo cual los mismos aparatos que se ofrecen en plaza cuestan entre un 20% y un 90% más que en Argentina.
Si bien se argumenta que las diferencias de precios corresponden a volúmenes de compra o venta de aparatos refabricados (celulares usados que se compran y se reconstruyen mediante el cambio de carcaza y plaquetas), el gerente de marketing de CTI Móvil, Gabriel Castro, dijo a El País que las disparidad en los precios se debe a "diferencias del mercado".
"Uruguay está atrasado diez años, es un mercado emergente en donde el minuto promedio en el aire es de U$S 0,30, el más caro de la región, y eso lo sufre el consumidor que también paga un precio promedio por aparato de U$S 150, ya que de otra forma se queda sin el celular". Castro advirtió que en un año la situación será diferente porque "los precios van a bajar por la competencia" como ocurrió en Argentina. El gerente general de Antel, Jorge Henón, agregó que las diferencias en los volúmenes de compra también hacen a las disparidades de precios y que teniendo en cuenta este factor es "muy difícil" que en Uruguay pueda venderse un celular a menos de U$S 65.
OFERTAS. CTI Móvil desembarcó en el mercado uruguayo ofreciendo promociones de celulares a precios menores que el promedio, Ancel lanzará la próxima semana planes con nuevas terminales entre un 20% y un 30% más económicas, producto de la eliminación de los intermediarios en la compra, y Movicom también prepara su salida al mercado por estas horas con ofertas en materia de precios.
De todas formas, la premisa de las empresas es ser "competitivos con los otros pero tampoco regalar los aparatos" sabiendo que se puede obtener un beneficio porque el consumidor uruguayo está dispuesto a pagarlo.
Comparando planes similares de contrato y prepago, un Motorola V300 que en Uruguay se comercializa aproximadamente entre U$S 209 y U$S 499, en Argentina puede encontrarse a U$S 174, un 20% más barato como mínimo. Así también un Motorola V180 que aquí se ofrece a U$S 168, en la vecina orilla está a U$S 117, 43% más económico y un Motorola C236 que en Uruguay las compañías venden en el entorno de U$S 89 en Argentina está a U$S 43, un 70% menos. Con la mayor diferencia se encuentra un Nokia 1100 que aquí está entre U$S 65 y U$S 139, y en Argentina se vende a U$S 36,5, al menos 86% menos.
Elevados costos de importación
Importadores de plaza aseguran que traer a Uruguay en el entorno de 200 aparatos tiene un costo de 56% por encima del precio del aparato en el origen; así es que si un celular comprado en Miami cuesta U$S 100, traerlo al país sale U$S 156.
Sin embargo, despachantes de aduana que trabajan para las empresas de telefonía celular aseguran que la carga impositiva para ingresar a Argentina es similar a la uruguaya. El aspecto que sí influye es la compra mediante intermediarios.
Tanto CTI Móvil como Movicom, perteneciente a Telefónica, realizan las compras corporativamente para todas sus filiales directamente a los fabricantes abaratando costos. En desventaja, hasta el momento, Ancel realizaba la compra mediante intermediarios. Dicho mecanismo cambió luego de que un informe de la Gerencia del Area Comercial de Ancel con fecha el 28 de setiembre de este año enviado al Tribunal de Cuentas destacara como "imprescindible" la contratación directa con los fabricantes de las terminales como "única alternativa que pueda asegurar precios de adquisición adecuados para las terminales", en el marco de una "competencia agresiva que se avecina en el mercado celular".
Ancel lanzará la próxima semana una oferta con nuevas terminales que adquirió por un total de U$S 7.527.292 distribuidos en Nokia Inc (U$S 2.868.300), Conatel SA (U$S 1.171.592), Sony Ericsson Mobile Communications International (U$S 2.091.900) y Tecnocom SA (U$S 1.395.500).