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ExCEO e inversores de Uber emprenden la retirada

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Venta lucrativa. Travis Kalanick se desprendió de un tercio de sus acciones en Uber a cambio de US$ 1.400 millones

MUNDO

Travis Kalanick y otros líderes reducen su participación accionaria en la firma.

Varios de los primeros inversionistas y líderes de Uber están comenzando a soltar amarras a la compañía de viajes, y están listos para cosechar grandes ganancias en el proceso.

Travis Kalanick, exCEO de Uber, vendió casi un tercio de sus acciones en la empresa por unos US$ 1.400 millones, según tres personas con conocimiento de la transacción, que pidieron permanecer en el anonimato porque los detalles son confidenciales.

Benchmark, una firma de capital de riesgo que invirtió cuando Uber recién comenzaba, planea vender cerca de US$ 900 millones de acciones, o cerca del 15% de su participación en la compañía, agregaron los informantes.

El comprador de todas estas acciones es un consorcio de inversión dirigido por SoftBank, el conglomerado japonés, que recientemente acordó desembolsar US$ 10.000 millones para comprar acciones de Uber. SoftBank, que tiene un fondo de inversión de US$ 100.000 millones llamado Vision Fund, ha estado gastando mucho dinero desde el año pasado y ha invertido en compañías de ride-hailing (un servicio similar al taxi) y otras firmas de tecnología en todo el mundo.

Que Kalanick y algunos de los primeros inversores de Uber estén vendiendo sus acciones es notable porque durante mucho tiempo han mantenido un control férreo sobre la estructura de propiedad de la empresa. Eso llevó a amargas peleas el año pasado por el control de Uber, con Benchmark en un punto demandando a Kalanick para que redujera su peso en la compañía.

Representantes de Kalanick y Benchmark rechazaron hacer comentarios. Las noticias sobre los montos de las ventas fueron reportadas previamente por Bloomberg y Recode.

Con Kalanick y algunas de las firmas de capital de riesgo vendiendo sus participaciones, el director ejecutivo de Uber, Dara Khosrowshahi, puede tener una mayor libertad para poner su sello en la compañía. Desde que Khosrowshahi fue elegido para dirigir a Uber en agosto pasado, ha intentado limpiar la compañía de los escándalos —que incluso llevaron a la dimisión de Kalanick—, mientras intenta apaciguar a los empleados cuya fe ha sido sacudida por un año de cambios ejecutivos y preguntas sobre la cultura de la empresa.

Pese a los últimos movimientos, Kalanick y Benchmark todavía tienen su lugar en el directorio de Uber.

Antes, Uber restringía a los empleados y personas con información privilegiada para que vendieran sus acciones de la compañía. Ahora, los primeros empleados, los inversores y Kalanick finalmente podrán obtener algunas de sus enormes ganancias financieras del servicio.

El verdadero valor de la empresa es una especie de misterio. SoftBank y el consorcio de inversores están comprando algunas acciones a un precio que lo sitúa en unos US$ 48.000 millones. Paralelamente el grupo japonés está invirtiendo US$ 1.250 millones de capital nuevo en Uber a una valoración de US$ 67.500 millones —el monto estimado en la ronda de financiamiento anterior de la compañía, a fines de 2016—, como una forma de apuntalar su valor percibido.

Como parte del acuerdo, Uber agregará varios nuevos directores a su junta. También eliminará sus «acciones con derecho a súper voto», un formato que otorgó poder desproporcionado a Kalanick y otros directivos.

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