En mayo, la agencia uruguaya Pinky cumplió 15 años. Su historia empezó en 2009 a través de X, entonces Twitter. La red social era apenas conocida en Uruguay y los pocos uruguayos que la utilizaban se juntaban cada tanto en un bar de Pocitos, en Montevideo.
Un día decidieron hacer un asado en La Paloma, ciudad en la que vivía uno de ellos, Federico de los Santos. Se empezaron a sumar más y más personas y, lo que era una comida entre conocidos, derivó en un mega evento en el que se combinaba comunicación, con emprendedurismo y tecnología.
El evento, que se llamó #PlayaValley, se hizo durante tres años seguidos en un hotel de La Paloma. En una oportunidad, alguien les preguntó a los organizadores cómo se llamaban. Ellos, que aún ni siquiera se reconocían como productora, dijeron: Pinky.
Así, lo que comenzó en un encuentro de tecnólogos y emprendedores en el interior del país hoy es una agencia integral que combina creatividad, estrategia y tecnología para el resultado de cada uno de sus clientes.
Con un equipo muy diverso de 30 personas —en su mayoría jóvenes— acostumbrado a cuestionar de forma permanente su propio trabajo, Pinky trabaja día a día para 20 marcas de diversos rubros.
“Llegar a estos 15 años ha sido una experiencia enorme, desde emprender hasta atravesar la evolución de la comunicación en sí misma. Arrancamos haciendo todo lo que pasaba por una pantalla, éramos una productora digital. Con el tiempo nos fuimos transformando hasta convertirnos en una agencia integral, pero siempre manteniendo el ADN digital”, cuenta Federico de los Santos, CEO y fundador de Pinky.
Ese recorrido se tradujo en una cartera de clientes diversa y en una especialización en retail. Desde hace siete años, por ejemplo, Pinky trabaja con supermercados El Dorado y cuenta con un equipo de dedicación exclusiva que ha acompañado todo su proceso de renovación de comunicación, de estrategia digital y de apertura de nuevas sucursales.
“La empresa emprendió un camino de crecimiento llegando a nuevos departamentos y fuimos un poco parte de ese acompañamiento. Entonces haber conocido esa evolución y sentirte parte hoy del crecimiento de la marca creo que es un poco lo que más nos ha marcado como agencia, es como que vas viendo el sentido de lo que hacés. Con ellos no solo instalamos la marca en el ecosistema digital, sino que acompañamos la apertura de todas las sucursales en distintos puntos del país, generando comunidad en cada uno de esos lugares”.
En paralelo, la agencia incorporó marcas locales e internacionales como Under Armour, Essen, Farmacias Pigalle, Merrell, y este año sumó a Indian, San Cristóbal Seguros, Cinnabon.
Para De los Santos, la clave para trabajar con rubros tan diversos siempre está en poner al consumidor en el centro: “El mayor desafío es entender cómo es el consumo de cada marca. Si no te preocupás en comprender qué espera el consumidor, nunca vas a plantear algo diferente. Por eso en Pinky alentamos mucho a cuestionar todo el tiempo lo que hacemos y medimos siempre los resultados para mejorar”.
Uno de los diferenciales de la agencia es su propuesta de ecommerce bajo un modelo de Growth Partner, en el que los honorarios se vinculan directamente a los resultados de ventas. “Es un modelo que no muchas agencias aplican, pero que nos permite crecer de la mano del cliente. Lo digital siempre está detrás de lo que hacemos, en mayor o menor medida, y este esquema refleja ese espíritu”, explica el CEO.
En estos 15 años, Pinky ha trabajado en campañas premiadas y en transformaciones de marca de largo aliento, aunque De los Santos insiste en que lo más importante no son los reconocimientos puntuales, sino la relación con los clientes. “La agencia se define por el service-centric —es decir que el eje, transversal a toda la empresa, es el cliente— la cercanía y la calidad de atención. Para nosotros lo importante es resolver los problemas de los clientes. La relación con el cliente que más funciona, para nosotros, es cuando no te percibe como proveedor sino como parte de su equipo. Esa es la manera en la que nos sentimos más cómodos y la que más nos gusta para trabajar”.
Para el CEO, uno de los principales desafíos que tiene el rubro es la incorporación de las nuevas tecnologías. “La inteligencia artificial es un aliado que nos permite ser más eficientes. No hay que tenerle miedo, es un buen aliado. No viene a suplantar el trabajo humano, sino a potenciarlo. Nuestro objetivo es crecer junto a los clientes, aportando valor y creatividad, y mantenernos siempre en movimiento, como hemos hecho desde el comienzo”, señala.
En ese sentido, como Pinky surgió desde lo digital —incluso en un momento en el que eran muy pocas las agencias que apostaban por esos formatos— la utilización de IA y nuevas tecnologías para optimizar el trabajo es un proceso que viene haciendo de forma natural, con capacitaciones para los diferentes departamentos.
El futuro de la agencia, en tanto, se proyecta en dos direcciones: la consolidación de su especialización en retail y la expansión del modelo Growth Partner, sin perder nunca que el foco está siempre en resolver los problemas de los clientes de forma cercana y con un acompañamiento constante.