Así es cómo una institución social y deportiva desafía al mundo del fitness

Para una institución tener una historia de noventa años puede implicar cambios, desafíos, aprendizajes, tropezones y recuperaciones. En el caso de Juventus, esas nueve décadas implican también una gran fidelidad de parte de sus socios y una presencia de carácter único en el cada vez más competitivo universo de la oferta deportiva. Esto se explica en una serie de valores que atraviesan su historia y permean tanto a quienes trabajan allí como a quienes asisten año tras año, chicos o grandes.

El legado de las carpas

Cuando los jóvenes católicos de Montevideo comenzaron a hacer campamentos en La Floresta en 1930, no imaginaban que estaban sembrando las bases de una de las instituciones deportivas y sociales más longevas de Uruguay. Hoy, a punto de cumplir 90 años, el club Juventus aplica día a día los aprendizajes de esa rica historia para distinguirse en su oferta de verano.

Carlos Alonso, coordinador deportivo del club, subraya que la institución no nació con un fin deportivo, sino social: "Juventus nace de los campamentos. Un profesor de educación física de la Sagrada Familia les propuso la idea a los curas y empezó a hacer campamento en Floresta con jóvenes". Este origen llevó a la firma del acta fundacional el 31 de agosto de 1936 en el Arzobispado de Montevideo, bajo el nombre de Hogar de la Juventud Católica, sentando un principio que se mantiene hasta hoy: la formación en valores de la mano de las prácticas deportivas y recreativas.

Ese hogar, como se hace evidente, pasó a ser conocido como Juventus. O el Juve, para muchas personas.

Entre lo social y lo deportivo

A diferencia de los clubes deportivos tradicionales, Juventus, una asociación civil sin fines de lucro, enfoca su misión en la convivencia y el crecimiento personal. Esta filosofía se redobla en el programa de verano, donde se suman 700 nuevos socios de temporada a los casi 3500 socios fijos.

En la mirada del club, antes que ser cifras de éxito, esos números representan oportunidades para transmitir la cultura que han sostenido. "El objetivo es la formación en valores de niños y jóvenes para que lo puedan volcar después en su familia y en su vida”, afirma Alonso. Esta meta se logra mediante un fuerte programa de actividades y un sistema de campamentos que opera casi todo el año (excepto en invierno), con picos de asistencia en otoño y primavera.

El club tiene su histórica sede en Colonia y Río Negro, pero se extiende fuera de Montevideo con sus espacios de campamento. Por un lado está el histórico en La Floresta (Canelones), y por el otro el de San José (llamado Juan XXIII), este último un predio de 70 hectáreas con 130 mil árboles, barrancas y playa. En estos dos predios se reciben entre 8 mil y 10 mil campistas por año, provenientes de los más de 100 centros educativos con los que la institución tiene convenio, además de sus propios socios.

En su sede central, con casi 900 horas de clase y actividad semanal, el club balancea las propuestas de deportes colectivos con las actividades deportivas individuales, como reflejo de una tendencia global. Así y todo, el equipo de profesoras y profesores sabe cómo estimular la grupalidad y sostener el valor social expresado en sus propósitos fundacionales.
 
Diferenciales para la niñez

Una prioridad institucional es el sistema de cuidado para niños y niñas, especialmente relevante para los paquetes de verano, que implican personal especializado extra durante la temporada. Alonso destaca un fuerte diferencial frente a la competencia: "El chico siempre está primero, tiene actividad durante todo el día y siempre está atendido y referenciado con un adulto responsable."

Además del deporte (que incluye natación y en ella la célebre de las 12 Insignias con las que se marca la progresión en el aprendizaje), los niños participan en talleres creativos, música y juegos de estrategia, integrados en los paquetes de 4 y 8 horas de la Colonia de Verano. Es un enfoque que privilegia lo colectivo: "Todos van a participar de los diferentes deportes que se hagan en una modalidad. Pero siempre está teñido de que lo importante acá es pasarla bien, compartir y aprender", agrega el coordinador.

Humanos  y futuros

La identidad de Juventus también se consolida en su política de recursos humanos, incentivando a que los funcionarios integren a sus propias familias al club, lo que fortalece la cultura de confianza. Esta filosofía de cercanía y valores se traduce en el principal atributo que los socios rescatan en las encuestas de satisfacción, un punto que demuestra cómo se diferencia la institución ante otras propuestas del mercado, en particular ante el cada vez más extendido universo del fitness.

Con un balance que ha incluido colaboraciones sociales con instituciones como la Fundación Pérez Scremini, Teletón y el Liceo Jubilar, Juventus ratifica que en estos tiempos de aparente culto al individuo, se puede sostener una propuesta en la que el cuidado individual y el colectivo van de la mano. De este modo, se apronta para recibir a sus socios de verano 2026 bajo el lema de que el campamento forma en las Habilidades del Siglo XXI. “Los niños son el semillero del futuro”, remata Alonso.

Su propuesta completa se puede conocer en su sitio web o por el teléfono 29010705.