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El gigante tecnológico acaba de adquirir a la desarrolladora de juegos populares como Call of Duty por US$ 70.000:
Ahora es inevitable que cuando una gran empresa de tecnología toma una decisión estratégica importante, como el plan de Microsoftde gastar US$ 70.000 millones en el gigante de los videojuegos Activision Blizzard, invoque el metaverso.
El metaverso, un mundo virtual donde se pueden intercambiar ideas y vender bienes digitales, se ha vuelto una fuente de entusiasmo tal que Facebook cambió su nombre a Meta el año pasado. Muchas otras empresas prevén ganar miles de millones en este bazar virtual. Entonces, cuando Microsoft dijo la semana pasada que Activision le daría «bloques de construcción para el metaverso», la lógica sonó familiar.
Pero eso no era exactamente correcto. Para Microsoft, el futuro de los videojuegos se parece más a un estudio de Hollywood que intenta crear una lista de franquicias conocidas. Se trata de reunir una colección de juegos famosos que se pueden jugar en todos los dispositivos, y las personas que los hacen. Activision, con títulos como Call of Duty y Candy Crush y más de 5.000 desarrolladores, tiene mucho de ambas cosas.
En los últimos años, Microsoft cambió su enfoque de su consola Xbox a un entorno de juegos donde los dispositivos de alta potencia importan menos que la flexibilidad para jugar donde y como quieran los consumidores. Si esa visión de futuro de la empresa es correcta, los juegos en la nube, una tecnología emergente que utiliza los centros de datos de una empresa para transmitir el juego a un dispositivo, proporcionarían el poder.
En un mundo así, las empresas tendrían que distinguirse por su contenido y capacidad para ofrecer juegos baratos en todos los dispositivos en lugar de por la calidad y el atractivo de la marca de su hardware. Eso contrasta con los fabricantes de consolas rivales Sony y Nintendo, que en su mayoría todavía siguen modelos tradicionales.
Y ahora, al hacerse con una nueva cartera de estudios, Microsoft se asegura de que millones de jugadores de Activision estén bajo su cada vez más gigantesco paraguas de juegos.
Microsoft no tiene una oferta sólida de juegos móviles, pero una joya de la corona de Activision es el fabricante King, que creó Candy Crush, el juego que, según la firma de investigación móvil SensorTower, ha generado US$ 7.100 millones en gastos de jugadores desde 2014.
Lo más importante es que Activision profundiza el atractivo de Xbox Game Pass, el servicio de suscripción que ha obligado a la industria gamer a repensar cómo puede ganar dinero de la mejor manera. Si bien muchos fanáticos de los juegos producidos por Sony aún pagan por cada producto individualmente, los suscriptores de Game Pass abonan una tarifa fija de US$ 10 o US$ 15 por mes a cambio de acceso a cientos de títulos, que ahora incluirán algunos de las creaciones más importantes de Activision.
No fue casual que el anuncio de Microsoft de la compra de Activision incluyera noticias sobre un hito de Game Pass: 25 millones de suscriptores.
Microsoft sigue haciendo una apuesta arriesgada. Pide a los jugadores que se desconecten de las consolas y utilicen herramientas más nuevas, a menudo con errores, para transmitir juegos directamente a dispositivos más antiguos, en lugar de quedarse con el sistema probado de comprar una nueva y elegante PlayStation 5 de Sony.

Preguntar cómo encaja Call of Duty en la visión de Microsoft es como preguntar «cómo encaja Friends en Netflix», dijo Michael Pachter, analista de juegos de Wedbush Securities. «El contenido es importante: Netflix no existiría sin contenido para transmitir».
El modelo de negocio de Microsoft en videojuegos se basa menos en las consolas y más democratizar el acceso a los juegos a toda clase de dispositivo
Microsoft predica su visión de un futuro independiente de los dispositivos como una forma de derribar barreras. Phil Spencer, CEO de juegos de Microsoft, afirmó que el objetivo de la compañía era permitir que los nuevos títulos de Activision «llegaran a la mayor cantidad de jugadores posible».
Pero Microsoft puede tratar de ir en dos sentidos. No descartó bloquear ninguno de sus títulos recién adquiridos, pero después de comprar ZeniMax Media y su lista de estudios en 2020 por US$ 7.500 millones, dijo que un juego muy esperado, Starfield, sería exclusivo de Xbox.
Pachter dijo que incluso ese movimiento podría disminuir el atractivo del hardware de Sony. «Si fuera a comprarle una consola a su hijo, y él solo juega Call of Duty, ¿le compraría una PlayStation 5?», preguntó. «Yo no lo haría».
Aún no está claro cómo tener más videojuegos de disparos, de rol y estrategia ayuda a Microsoft a llegar al metaverso.

Bobby Kotick, el CEO de Activision, ofreció una explicación más sobria sobre el tema al decir que la meta era garantizar que «en los dispositivos en los que la gente juega hoy, ya sean teléfonos, consolas, computadoras u otras pantallas con microprocesadores, ofrezcamos los mejores y más atractivos juegos».
En última instancia, los juegos bien pueden terminar siendo lo que popularice el metaverso. Daniel Ahmad, analista sénior de la firma de investigación de juegos Niko Partners, dijo que Activision desarrolló regularmente títulos como Call of Duty, actualizándolos con nuevo contenido e interactuando con la comunidad de jugadores. Eso, agregó, podría ser «una pieza del rompecabezas para construir estas experiencias de metaverso».
Pero tales ideas aún están bastante lejos.
Acuerdo que trae nuevas tensiones
La escala del acuerdo entre Microsoft y Activision podría generar preocupaciones antimonopolio en Washington. Michael Pachter, analista de juegos de Wedbush Securities, sugirió que los reguladores podrían buscar garantías de que Microsoft permitiría que los jugadores que no son de Xbox continúen disfrutando de los juegos de Activision.
Microsoft se enfrentará a otras preocupaciones. Activision ha estado tambaleándose durante meses por acusaciones de acoso sexual y discriminación laboral, derivadas de una demanda presentada por una agencia de empleo de California. Sus trabajadores se han ido de la empresa y han formado un sindicato.
Jugada que impacta en los rivales

Las adiciones de Microsoft podrían presionar a Sony para que haga un movimiento similar, pero Sony es una empresa mucho más pequeña con menos dinero para gastar.
«No estoy seguro de que PlayStation tenga la oportunidad de responder», dijo Rami Ismail, un desarrollador de juegos independiente.
Esta adquisición también podría fortalecer la posición de Microsoft respecto a Amazon, Tencent y Google, que han señalado sus intenciones de invertir más en el lucrativo negocio de los juegos.
Joost van Dreunen, inversor en juegos, asesor y profesor de la Universidad de Nueva York que estudia esta industria, dijo que comprar Activision fue «en parte defensivo» porque busca «que los demás no puedan tenerla». «Suben el listón con respecto al costo de adquisición», agregó. «Si quieres estar en la mesa, será mejor que traigas tu billetera».