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Brecha de género crece en el mundo, pero baja en Uruguay

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Informe global de brecha de género

CAÍDA GLOBAL, MEJORA LOCAL

Aumentó a nivel global por primera vez desde 2006; el país quedó 56°.

Informe global de brecha de género

Por primera vez desde 2006 la brecha de género a nivel mundial se ensanchó este año. Aquella fue la fecha en la que el Foro Económico Mundial (FEM) empezó a publicar su Informe Global de la Brecha de Género, que releva las diferencias entre hombres y mujeres en cuestiones de paridad a nivel de salud, educación, política y el lugar de trabajo. ¿A qué se debe el retroceso registrado en esta edición del informe? Más que nada, a una caída de la igualdad de género en el ámbito laboral y también en la representación política.

Según la información proporcionada por este trabajo, 68% de esta brecha se ha logrado cerrar mundialmente. De todas maneras, las mujeres deberán esperar un buen tiempo para alcanzar a los hombres en las cuatro áreas analizadas por el estudio. Para ser más exactos, 100 años en el caso de la brecha general. El año pasado se había estimado que insumiría 83 años lograr esto.

Si se observa qué se proyecta para la distancia existente en el trabajo, la paciencia deberá ser todavía mayor, puesto que según el FEM la brecha allí perdurará otros 217 años.

El dato más alentador en este terreno es la brecha específica en educación, puesto que de acuerdo a lo que plantea el estudio se podría erradicar en los próximos 13 años.

Más allá de la tendencia global que marcó cómo la distancia creció este año frente al anterior, más del 50% de los 144 países que fueron incluidos mejoraron su puntaje respecto a la edición previa, resalta el informe.

Uno de ellos es Uruguay, que logró hacerse con el puesto 56 del ranking. De hecho, el trabajo marca que en la región fue el país que, junto con Perú (que alcanzó el lugar 48 a nivel mundial) logró avances más importantes en este último año: cada uno logró cerrar 3% su brecha respecto a 2016.

De Uruguay, en concreto, el trabajo del FEM señala que experimentó "buen progreso" en lo relativo a empoderamiento político de las mujeres, con mejoras "notables" en paridad de género tanto a nivel de posiciones ministeriales como parlamentarias.

Igualmente, si se mira la lista de países de América Latina y el Caribe que fueron contemplados en el estudio, Uruguay quedó en la ubicación 14 (ver gráfica). Otras 10 naciones de la región, en tanto, tuvieron un peor desempeño al registrado en suelo nacional.

De los 24 países analizados en la región para esta edición, 18 tuvieron mejoras en su puntaje general en comparación con 2016, mientras que seis vieron cómo sus desempeños fueron peores a los registrados 12 meses antes.

Uruguay obtuvo un puntaje de 0,710. El país que tuvo el desempeño más destacado dentro del relevamiento, Islandia, llegó a 0,878. La puntuación de Uruguay es producto de cómo se posicionó en los diferentes aspectos contemplados por el trabajo. Así, el país se colocó en el lugar 91 en participación económica y oportunidad; 32 en logro educacional; 1 en salud y supervivencia (ubicación que, con 0,980 compartió con varias decenas de países); y 53 en empoderamiento político.

Si la lupa se pone en los países del Mercosur, por otra parte, Uruguay obtuvo una mejor posición que Brasil (que quedó en el lugar 90) y Paraguay (96), pero peor que Argentina, que consiguió el puesto más destacado del bloque (34).

La región de América Latina y el Caribe tiene todavía una brecha de género promedio del 30%. El FEM plantea que, a este ritmo, le llevaría a estos países 79 años cerrar la brecha de género global.

Primeros.

Islandia, el país con el primer lugar dentro del ranking confeccionado por el FEM, cerró casi el 88% de su brecha, lo que lo convirtió en el país con más igualdad de género de los 144 relevados. Es el noveno año que la nación nórdica alcanza esta posición.

El segundo y tercer lugar, en tanto, quedaron cerca, y fueron para Noruega y Finlandia, respectivamente. Sin embargo, el informe resalta que ambos países retrocedieron en la última medición. Ruanda obtuvo el cuarto puesto, mientras que Suecia consiguió el quinto. El trabajo también hace énfasis en los desempeños de Nicaragua (que logró el sexto lugar) y Eslovenia (en el séptimo), dado que los dos países alcanzaron "hitos simbólicos" este año, al cerrar el 80% de sus brechas por primera vez desde que el relevamiento se lleva adelante.

El FEM —una fundación sin fines de lucro con sede en Ginebra, Suiza— explicó por qué es importante seguir de cerca la evolución de este fenómeno. "La desigualdad de género priva al mundo de un enorme recurso de talento sin explotar en un momento en que es tan importante para abordar los enormes desafíos y las fuerzas disruptivas que enfrentamos. Superar los prejuicios, invisibles o no, que nos impiden cerrar la brecha de género representa un imperativo tanto económico como moral", indicó Klaus Schwab, uno de sus fundadores y presidente ejecutivo, según un comunicado divulgado ayer.

Dentro de la lista de razones para que los países busquen avanzar para lograr cerrar la brecha, hay argumentos económicos. Existen estimaciones, recordó el FEM, que sostienen que el Producto Interno Bruto (PIB) global podría expandirse en US$ 5,3 billones para 2025 de cerrarse la brecha de género en la participación económica en un 25% hasta ese año.

Metodología para lograr relevar esta distancia.

El Índice Global de Brecha de Género registra la brecha que hay entre hombres y mujeres en salud, educación, economía y política en 144 países diferentes. Lo que busca es desgranar si estos "están distribuyendo sus recursos y oportunidades de manera equitativa" entre los géneros, "independientemente de sus niveles generales de ingresos", indica el FEM. Para lograrlo, en participación económica y oportunidad contempla salarios, participación y liderazgo; en educación acceso a niveles básicos y superiores de educación; en empoderamiento político la representación en las estructuras de toma de decisiones; y en salud y supervivencia la expectativa de vida y proporción de cada género.

"Los puntajes del Índice se pueden interpretar como el porcentaje de la brecha que se ha cerrado entre mujeres y hombres, y permiten a los países comparar su desempeño actual con respecto a su desempeño anterior", señala, y agrega que además "las clasificaciones permiten comparar a los diferentes países".

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