Violencia enrareció clima previo a cumbre del G-8 en Alemania

Tensión. Protestas alertaron a la policía; habrá una valla de 11 kilómetros

Berlín ANSA y AFP

"La violencia no tiene ninguna justificación", dijo ayer la canciller alemana Angela Merkel y anfitriona de la cumbre del miércoles de los ocho países más poderosos del mundo.

Más de 150 personas fueron detenidas el sábado por la noche en la ciudad alemana de Rostock, cuando un choque de manifestantes con la policía dejó a unos 1.000 heridos, 30 de gravedad.

Las organizaciones antiglobalización condenaron la violencia y atribuyeron la responsabilidad a jóvenes radicales.

Ayer prosiguieron las protestas con una manifestación contra los organismos genéticamente modificados (OGM), la agricultura intensiva y las patentes de seres vivos.

Los manifestantes - 700 según la policía y 5.000 según los organizadores- desfilaron pacíficamente con tractores por el centro de Rostock, enarbolando banderolas que proclamaban: "una agricultura libre de OGM, para los hombres y los animales" o "los animales torturados en los países ricos comen el pan de los países pobres".

En la marcha del sábado, los manifestantes sumaron cerca de 30.000. Otra gran manifestación está prevista para el día de inicio del encuentro.

El gobierno alemán anunció un dispositivo de seguridad con 16.000 policías y una valla de 11,6 km de largo, que rodeará la localidad de Heiligendamm, sede del encuentro del G-8, que participarán los líderes de Italia, Estados Unidos, Rusia, Canadá, Gran Bretaña, Japón, Francia y el anfitrión, Alemania.

La valla, que la policía llama "barrera técnica", tiene 2,50 metros de alto y está coronada por alambre de espino, cámaras de seguridad y sensores de movimiento.

El cierre delimita una vasta zona de acceso prohibido, en la que viven 291 lugareños que podrán entrar y salir de sus casas gracias a una tarjeta de identificación.

En el exterior, miles de manifestantes altermundialistas tratarán de hacerse oír. Se estima que al menos unos 10.000 manifestantes intenten bloquear las carreteras de acceso a Heiligendamm, balneario a 30 kilómetros de Rostock.

En tanto, la canciller Merkel continuó ayer sus preparativos al encuentro con una reunión en Berlín con el primer ministro británico Tony Blair.

El británico, que dejará el cargo en pocos días, aseguró que podría haber "un progreso histórico" entre los ocho en el tema de defensa ambiental.

Menos optimista, Merkel admitió la dificultad de llegar a un acuerdo sobre la reducción de gases tóxicos pero insistió en que todos los miembros deben apoyar negociaciones bajo la égida de la ONU.

"No, probablemente no logremos un acuerdo", respondió Merkel y agregó: "si nos pusiéramos de acuerdo para operar en el marco de la ONU, esto sería un resultado importante".

En una entrevista previa admitió implícitamente que también en el documento de los fondos especulativos no habrá acuerdos.

"Sobre este punto hubiera deseado mayor transparencia y ambición en la autorregulación, a fin de limitar los riesgos para el sistema monetario internacional", dijo Merkel. El italiano Romano Prodi también insistirá con ese tema.

Marcha: Mil personas resultaron heridas, 30 graves, en choque del sábado con la policía

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