LULA O BOLSONARO
Podrá cambiar el comercio, el Mercosur y el acuerdo con la Unión Europea a partir de las elecciones en Brasil, que se definirán el 30 de octubre, aseguran expertos a El País.
En medio de una jornada electoral en Brasil no apta para cardíacos, El País consultó con instituciones y economistas sobre el impacto que los resultados podrían tener en Uruguay.
El economista Aldo Lema, socio-director de Vixion Consultores, confió en la grandeza de Brasil, independientemente de quién gane las elecciones. “Como suele decirse, Brasil es el país del futuro y lo seguirá siendo. Desde el punto de vista de la estabilidad macro”.
Lema puso el foco en que la economía mundial será mucho más desafiante para Brasil en el futuro cercano, así como desde el punto de vista fiscal y de la deuda a partir de 2023, temas candentes que deberá afrontar el próximo gobierno. Y en ese contexto, Uruguay deberá balancear que “Brasil tendrá un crecimiento mediocre”, proyectó. El motivo, según Lema, es que las reformas para hacer crecer el PIB aún no se han concretado en Brasil, como el ir hacia una apertura comercial más rápida, o una inserción externa más profunda, que signifique reducir el proteccionismo, o una disminución de la burocracia tributaria que facilite los negocios.
Según el economista Ignacio Munyo, director ejecutivo de Ceres, lo que hay en juego en estas elecciones es el liderazgo del modelo de la principal economía de América Latina, en medio de una alta demanda internacional de los alimentos y recursos energéticos de la región. “El modelo que Brasil imponga va a ser muy importante para toda la región. Será un impacto general y también para Uruguay, a la luz de las olas de resultados electorales que estamos viendo en América Latina”, señaló a El País.
Mercosur y UE
Específicamente para Uruguay, el impacto más grande se verá en relación a la posición que tenga Brasil con respecto al Mercosur y, particularmente, al acuerdo ya firmado con la Unión Europea (UE).
“Es muy importante que Uruguay vaya para adelante y que Brasil avance lo más rápido posible para que el acuerdo con la UE pueda cerrarse el año que viene, cuando España esté en la presidencia del Consejo Europeo. Ya sea con Lula o Bolsonaro, ese tema es el que más va a afectar a Uruguay”, dijo Munyo. Si gana Bolsonaro, es más clara la posición de Brasil porque el ministro de Economía Paulo Guedes continuaría en su cargo y ya se ha expresado a favor de una mayor apertura de Brasil y del Mercosur.
“En cambio, si gana Lula, hay que ver qué Lula asume, si toma una visión más proteccionista, se enfrentará seguramente con las necesidades económicas del sector agroexportador brasileño”, opinó Munyo.
Para Gabriel Murara, presidente de la Cámara de la Industria Siderúrgica y expresidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), hay que tener en cuenta el pasado. “Con Lula ya hemos tenido experiencia, y cuando el gobierno uruguayo necesitó apoyo frente a Argentina en problemas internacionales que tuvimos, (Lula) no acompañó. Tampoco que gane Lula, al gobierno uruguayo no lo mejora en nada. No estoy hablando del tema ideológico, sino comercial y de realidades que nos tocó vivir dentro del Mercosur (...) Dentro del plan de Uruguay de abrirse al mundo, se necesitan condiciones competitivas, y en eso venimos mejor con Bolsonaro que con un gobierno de Lula”, dijo Murara, quien insistió en aclarar que esta es su opinión personal. “Porque históricamente la Cámara no se ha metido en temas políticos”, afirmó. Asimismo, agregó que sus manifestaciones “tampoco responden a ideologías”, sino “a lo que se ha experimentado desde el punto de vista comercial en el pasado, en relación a Brasil y sus gobiernos”.
La posición de Bolsonaro está más clara, en el sentido de que su gobierno ya ha planteado una mayor inserción extrarregional, lo que le ha dado a Uruguay más espacios de libertad para actuar en forma más autónoma. En el caso de Lula, está por verse, dicen analistas.
Gaúchos
Aníbal Durán, director ejecutivo de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción (Appcu), hizo la misma observación que Murara, en el sentido de que representan organizaciones “apolíticas”. Afirmó a El País: “No podemos politizarnos de ninguna manera, pero el dato de la realidad está mostrando que, de ganar Lula, empresarios gaúchos (de Río Grande del Sur) estarían viniendo a Uruguay, porque ya han hecho contactos con Montevideo y Punta del Este. Esto es un dato objetivo de la realidad. No estoy abogando ni por Bolsonaro ni por Lula, pero si ganara Lula impactaría favorablemente a Uruguay en ese aspecto”. Durán señaló que algo similar (es decir, la intención de venir a Uruguay) también se está dando en otros países que cambiaron sus gobiernos recientemente, como en el caso de los empresarios chilenos.
Un factor que balanceó Lema es que ni Lula ni Bolsonaro imprimirán grandes novedades en el próximo gobierno.
Lo explicó: “Lula, en su primer mandato (2003-2006), sorprendió al acentuar ciertas políticas de Estado, pero la prioridad ahora estará en factores externos. Tampoco Bolsonaro puede sorprender con decisiones que impulsen el crecimiento del país o los precios de los activos, porque la realidad de Brasil es bastante más frágil que en otros momentos históricos”, agregó.
Sorpresa
En tal sentido, los distintos actores económicos y políticos de Brasil se han ido convenciendo en los últimos años de que, para subir el crecimiento potencial, se debe aumentar la inserción externa. Hay quienes piensan que tal vez Lula también se haya permeado de esa idea en estos años.
“De ser así, sí sería una sorpresa positiva que daría Lula, lo que mejoraría las expectativas de Brasil y de la región. No descarto ese escenario, lo pondría en el radar, aunque le doy una baja probabilidad”, lanzó Lema.
Lo cierto e que ese escenario permitiría a los países del Mercosur una mejor inserción extrarregional y marcaría una diferenciación de la posición de Brasil de, por ejemplo, la de Argentina.
“Las posiciones sobre la inserción externa de Brasil son muy distintas a como eran veinte años atrás. Hay más conciencia transversal de que a Brasil le ha sido muy costoso estar cerrado al mundo desde el punto de vista su crecimiento”, resumió Lema.
Consultado Murara por El País sobre si Lula podría llegar a tener un cambio de posición más a favor de los intereses comerciales de Uruguay que cuando fue presidente de Brasil, respondió: “Eso sería una lotería que desconozco. Las situaciones pueden ser diferentes, pero no tendería a jugarme a una posición de ese tipo, cuando ni él mismo (Lula) no la ha manifestado tampoco”.