AFP
La defensa de los combustibles fósiles por parte del cártel petrolero OPEP recibió una avalancha de críticas ayer en la COP28, aunque China aseguró que había “progresos” en las negociaciones climáticas.
Los ministros han tomado las riendas de la recta final de la cita en Dubái y el futuro del petróleo, el carbón y el gas ha elevado la temperatura en las salas de reuniones. El cártel de 13 países exportadores de petróleo defiende la necesidad de mantener en el futuro ese suministro energético, responsable de la gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero también motor del crecimiento mundial desde principios del siglo XX.
“No hay una única solución o un solo camino para lograr un suministro de energía sostenible en el futuro”, declaró Ayed Al Qahtani, director de investigación de la OPEP, en nombre del secretario general, Haitham Al Ghais, en la plenaria de la COP28.
“Nauseabundo”
El secretario general de la OPEP, el kuwaití Al Ghais, provocó una encendida polémica al instar la semana pasada en una carta a los países miembros del cártel a defender firmemente al petróleo en las negociaciones de Dubái.
“En mi opinión, creo que es bastante nauseabundo lo que están haciendo los países de la OPEP”, declaró a periodistas la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que representa a la Unión Europea (UE) en Dubái, junto a la Comisión Europea. “No estamos hablando de eliminar los combustibles fósiles mañana, pero a menos que creemos las condiciones para reducirlos, de forma que vayamos a su eliminación, no sucederá” la transición energética, insistió la ministra.
“Es bastante nauseabundo lo que están haciendo...”, dijo Teresa Ribera.
Documento
El borrador que se está discutiendo en la COP28 tiene varias opciones, que básicamente van desde “abandonar” (“phase out”) esos combustibles fósiles hasta “reducir” (“phase down”) su uso. También se menciona “una salida de las energías fósiles basada en el mejor conocimiento científico posible”. Y otras dos fórmulas de “abandono” la vinculan a los mecanismos de captura de CO2 en la atmósfera, para compensar las emisiones, una propuesta científica que despierta controversia.
Finalmente hay la opción de no mencionar en absoluto el papel de esas energías en el futuro de la lucha climática, lo cual sería la postura favorita de países como Arabia Saudita, que tiene un gran peso en la OPEP.