ROMA - Pese a que el papa Benedicto XVI ha acelerado el proceso de canonización de su predecesor, Juan Pablo II, el cardenal a cargo de la Congregación para las Causas de los Santos advirtió que el proceso todavía requiere tiempo.
El viernes, Benedicto dijo que anunciaba la "jubilosa" noticia de que había dejado sin efecto el período obligatorio de cinco años de espera para comenzar el proceso de beatificación de su predecesor en el trono de San Pedro, el último proceso formal antes de una posible canonización.
Pero dejar sin efecto el período de espera no implica que se dejen de lado los rigurosos pasos que permiten elevar a un Santo a los altares. Esos pasos incluyen la revisión de los escritos del Papa y entrevistas con individuos que lo conocieron personalmente.
Luego, para una beatificación, es preciso que un panel de expertos médicos declare auténtico un milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo, para el cual no haya una explicación científica.
Un segundo milagro, atribuido a Juan Pablo después de su beatificación, se requiere para el paso siguiente, que es la canonización o elevación a los altares.
El anuncio de Benedicto fue formulado en la basílica de San Juan de Letrán y fue recibido con una ovación de pie por los clérigos y feligreses presentes.
AP