Agencias EFE y AFP
La guerra en Ucrania no solo se continúa más de lo esperado inicialmente, sino que se está volviendo más sofisticada en cuanto al uso de tecnología. Esta es la primera guerra en la que, tanto las fuerzas rusas como ucranianas, están haciendo uso de aparatos electrónicos de última generación para localizar posiciones, rastrear al enemigo, interceptar o bloquear comunicaciones o avanzar en terreno con datos en tiempo real.
Por lo pronto, los radares Zoopark pueden localizar fuego de artillería, los vehículos Zhitel detectan, rastrean y bloquean frecuencias de radio, y el Borisoglebsk-2 puede interrumpir las comunicaciones por satélite como el GPS.
Según la BBC, la “guerra electrónica” por parte de Rusia está dificultando que en este momento el ejército de Ucrania pueda usar drones que permiten obtener una vista aérea del campo de batalla.
En las primeras etapas de la guerra, Ucrania parecía ser más hábil usando drones, pero ahora las fuerzas informan que “el cielo está lleno” con todo tipo de aeronaves no tripuladas (de ambas parte). Reportes de la zona de guerra indican a la BBC que los rusos muchas veces están usando los mismos modelos que Ucrania, pero más cantidades.
Asimismo hay declaraciones a la prensa de que existen cañones antidrones que pueden transmitir interferencia e interrumpir las comunicaciones para deshabilitar drones, así como equipos que modifican la geolocalización de estos aparatos; otros pueden incluso dirigir el fuego de artillería.
A este nivel de tecnología parece que -hasta donde se sabe- Rusia lleva la ventaja, lo que representa un desafío para Ucrania. Sin embargo, Ucrania se mantiene firme en sus convicción manifiesta de vencer en esta guerra y no cesa de reclamar a Occidente apoyo financiero y tecnológico para superar vulnerabilidades.
Diversos institutos de todo el mundo están estudiando el fenómeno de cómo las operaciones en Ucrania se han convertido en terreno fértil para la experimentación de armas y procedimientos, sobre todo para la valoración del impacto de las nuevas tecnologías y la digitalización en la guerra.
Los temas que se manejan se centran fundamentalmente en capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, y la guerra de la información.
El Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) ha publicado artículos sobre la utilización por parte de Ucrania del ciberespacio y del entorno de la información para potenciar y difundir la narrativa de apoyo a su causa, un factor estratégico fundamental para conseguir aumentar el apoyo de Europa y Estados Unidos. De hecho, las capacidades de inteligencia mediante la digitalización han mostrado su valor multiplicador en los hechos.
A esto se le une la tecnología de los países aliados a las partes del conflicto. Según el IEEE, al principio de la guerra “Rusia fue incapaz de proteger su proceso de planificación y deliberación, ya que las operaciones de inteligencia de EEUU penetraron completamente el liderazgo político, el aparato de espionaje y el Ejército de Rusia”. Por supuesto que Rusia ha recorrido un camino desde ese entonces, reforzando lo suyo con todos los medios a su alcance.
Pero no todo es tecnología cibernética prácticamente futurista, ya que se están dando combinaciones de aparatos y dispositivos de distintas épocas, incluso antiguos, los que resultan especialmente útiles porque son difíciles de rastrear.
Así es como muchos blancos se han identificado a través de medios cibernéticos (pirateando y rastreando teléfonos celulares), pero también pinchando las redes de mando mediante señales más tradicionales (como triangulación de las ubicaciones de radares y radios). Esto se acompaña además con reconocimiento de satélites y drones en la línea del frente. Todo sirve.
Los expertos señalan que, si bien esta guerra mantiene un carácter tradicional, ha modificado estrategias que se verán en guerras futuras con mayor plenitud, o incluso en esta misma si se continúa en el tiempo.
La otra cara son las limitaciones. La tecnología no todo lo puede. Por ejemplo, en un momento se manejó que Rusia podría anular los sistemas antiaéreos y algunos armamentos, pero no ha ocurrido.
Todo esto abre un nuevo mundo a la innovación, reestructuración del conocimiento bélico e inversiones.
Misiles y cohetes.
Durante la pasada jornada la defensa antiaérea rusa derribó dos misiles de crucero Storm Shadow, 19 cohetes HIMARS, dos misiles antirradar HARM y 12 drones, según informó el Ministerio de Defensa ruso.
Rusia intensificó asimismo los ataques con aviones de asalto y bombarderos contra posiciones de las tropas ucranianas en distintos sectores del frente, según el parte emitido ayer, sábado, por dicho Ministerio. En la zona de Kupiansk, en el noreste de Ucrania, los aviones y la artillería rusas atacaron posiciones ucranianas en tres localidades de la región de Járkov, señaló el portavoz militar ruso, teniente general Ígor Konashénkov.
La aviación fue empleada también en los sectores de Limán y Donetsk, donde junto con el fuego de artillería y las acciones de las tropas de tierra, causó más de 320 bajas mortales en la filas ucranianas, aseguró. Los aviones rusos atacaron además, posiciones ucranianas al sur de Donetsk y en la región de Zaporiyia, donde causaron al enemigo “hasta 120 muertos”, según Konashénkov. El portavoz militar indicó que la aviación y la artillería rusas atacaron un total de 82 unidades de la artillería ucraniana.
Drones
Dos drones dañaron un edificio que administra un oleoducto en la región de Pskov, en el oeste de Rusia, anunció el gobernador regional ayer. La explosión, la última de una serie de ataques aéreos en Rusia, tuvo lugar en Litvinovo, a 10 km de la frontera con Bielorrusia. El ataque se produce en plena ofensiva de las fuerzas de Moscú en Ucrania.
“En la mañana temprano, una explosión dañó el edificio administrativo del oleoducto cerca de Litvinovo, en el distrito de Nevelsky”, declaró el gobernador Mijaíl Vedernikov.
Según las primeras informaciones, el edificio quedó dañado “tras un ataque de dos vehículos aéreos sin piloto”, añadió. Las informaciones sobre ataques con drones en Rusia se multiplicaron en las últimas semanas, sobre todo en las regiones fronterizas con Ucrania.
El viernes, dos drones dañaron edificios en el centro de la ciudad de Krasnodar, en el sur de Rusia.
Taurus
Ucrania envió al gobierno alemán una solicitud oficial de suministro de misiles de crucero aire-tierra, tipo Taurus con un alcance de al menos 500 km, dijo ayer sábado el Ministerio de Defensa. “En los últimos días nos llegó una petición de la parte ucraniana”, dijo la portavoz del ministerio. Queda por saber si Alemania aceptará o no, lo que debería suscitar vivos debates internos.
El gobierno alemán ha aumentado considerablemente sus suministros de armamento a Ucrania en los últimos meses, pero hasta ahora ha sido reticente con respecto a los misiles de crucero o a la ayuda a la aviación ucraniana, por ejemplo para la entrega de los aviones cazas F-16.
El Taurus es un misil de crucero aire-tierra, transportado por cazadores y desarrollado por la empresa germano-sueca del mismo nombre. Debido a su alcance, podría atacar objetivos muy lejos de la actual línea de frente en el este de Ucrania.
El Reino Unido, uno de los países que más apoya a Kiev, anunció recientemente su intención de entregar misiles de crucero Storm Shadow a Ucrania, convirtiéndose en el primer país en suministrarle este tipo de armamento de largo alcance. Estos acontecimientos tienen lugar mientras Kiev prepara desde hace meses una contraofensiva destinada a repeler a las tropas rusas de los territorios que ocupan en Ucrania.
Shahed 136.
Teherán acusó ayer, sábado, al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, de criticar a Irán con el objetivo de obtener más ayudas y armamento de las potencias occidentales para hacer frente a la ofensiva rusa.
La diplomacia iraní reaccionó a un video difundido el miércoles, en el cual el dirigente ucraniano llama al “pueblo iraní” a ejercer presión sobre su gobierno para que se aleje del “terror ruso” y deje de entregar drones para realizar ataques en Ucrania. “La repetición de acusaciones falsas del presidente ucraniano contra el gobierno y el pueblo iraníes” tiene como objetivo “atraer la mayor cantidad posible de armas y ayuda financiera de los países occidentales”, declaró el portavoz de la diplomacia iraní, Naser Kanani.
En su video, subtitulado en persa, Zelenski denunció que cuando un dron Shahed 136 de fabricación iraní “golpea un dormitorio con estudiantes, muere gente, estalla un incendio, llegan los socorristas, y después, minutos más tarde, golpea un segundo Shahed para matar a rescatistas”.
Ucrania asegura haber derribado a 60 de estos drones el jueves y del viernes, tras una serie de bombardeos nocturnos. “Sus Shahed que aterrorizan a Ucrania cada noche implican que el pueblo iraní está siendo empujado más y más hacia el lado oscuro de la historia”, dijo Zelenski en su video.
Irán indicó haber entregado drones a Moscú, pero aseguró que las entregas se produjeron antes de la ofensiva en Ucrania. “La República Islámica siempre ha declarado su oposición a la guerra en Ucrania”, insistió el sábado Kanani. (Con información de EFE y AFP).
Kiev niega entregar armas a terceros
Un representante de los servicios de inteligencia ucranianos afirmó que Kiev no ha entregado ni una sola pieza de armamento estadounidense a los grupos paramilitares rusos que realizaron el lunes pasado una incursión en la provincia rusa de Bélgorod desde territorio ucraniano.
“Ninguna unidad de armamento proporcionada por los aliados americanos ha sido trasferida al Cuerpo Ruso de Voluntarios”, declaró Andriy Chernyak a “Radio Libertad”.
Esta posibilidad había causado malestar en Washington después de que trascendiesen imágenes de voluntarios rusos manejando aparentemente vehículos militares de fabricación estadounidense de los tipos Humvee y MaxxPro.