Agencias AFP y EFE
La Unión Europea (UE) espera que la cumbre en Bruselas con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de mañana y el martes permita relanzar las relaciones entre las dos regiones, pero el bloque europeo tiene vínculos “espinosos” con Nicaragua y Venezuela que complican el diálogo.
Los dirigentes tienen previsto discutir temas como las relaciones comerciales, una reforma en la composición del sistema financiero internacional, el cambio climático y las transiciones energética y digital. Además, los negociadores europeos buscan hacer una mención a la guerra en Ucrania.
“Lo interesante de la cumbre es que va a establecer prioridades estratégicas y armar una agenda nueva en la discusión birregional”, señala Juan Battaleme, director académico del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
“La diversificación de los flujos comerciales, el acceso a los minerales críticos, la transición energética, la mitigación de los problemas climáticos y la lucha contra el narcotráfico son los temas que marcarán la agenda”, agrega.
Pero buena parte de la atención está puesta también en quiénes asistirán. “Como Andrés Manuel López Obrador (presidente de México) no va, esto más bien será un show de (el presidente brasileño, Luiz Inácio) Lula da Silva. Alberto Fernández (de Argentina) va de salida, Gustavo Petro está muy complicado en Colombia, lo mismo que Gabriel Boric (Chile). Dina Boluarte (Perú) es una presidenta sin legitimidad, y no sé si irá Nicolás Maduro (Venezuela). No hay voces que puedan hablar por América Latina”, declara Patricio Navia, profesor titular de Estudios Liberales de la Universidad de Nueva York.
Los mandatarios de ambos bloques se reúnen por primera vez desde 2015, y desde la última cumbre hay nuevos puntos de divergencia. La canciller de México, Alicia Bárcena, que representará a su país en la cumbre, ya advirtió que la reunión “no va a ser fácil”.
Los vínculos de la UE son especialmente tensos con Nicaragua desde la represión de las protestas de 2018, y con Venezuela, ya que los países del bloque europeo consideran que hubo irregularidades en la elección en la que Nicolás Maduro obtuvo su segundo mandato, y en los últimos días también se han tensado las relaciones entre la UE y el gobierno venezolano.
Ortega y maduro
“La UE se enfrenta a un conjunto muy diverso de países con diferentes ambiciones y sensibilidades políticas. Y en algunos casos mantiene relaciones limitadas y espinosas como con Nicaragua y Venezuela”, explicó Christopher Sabatini, investigador de Chatham House.
Con Nicaragua, la UE tiene una relación crispada marcada por las sanciones impuestas a varios altos cargos, incluyendo la esposa del presidente Daniel Ortega, la vicepresidenta Rosario Murillo, que tiene prohibido ingresar a territorio europeo. En este contexto, los vínculos se han caracterizado por una seguidilla de crisis diplomáticas.
Con respecto a Caracas, la UE defiende una solución “pacífica y democrática, liderada por Venezuela, para poner fin a la prolongada crisis política” y afirma que esto implica que las próximas elecciones presidenciales de 2024 deben ser “creíbles, transparentes e inclusivas”. El jefe del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, descartó el jueves que la UE envíe una misión electoral para los comicios. “No vuelven, por groseros, por colonialistas”, advirtió Rodríguez. Esto a partir de que el bloque europeo expresara “preocupación” por la inhabilitación de la precandidata opositora María Corina Machado, y sugirió revisar el rol de la Contraloría General en el caso.
Venezuela también apoyó las críticas de Cuba sobre “la falta de transparencia y la conducta manipuladora” del bloque de los 27. El canciller cubano afirmó que “la realidad es que, más allá de discursos y declaraciones, no se ha logrado avanzar en los vínculos birregionales, incluso en el último periodo, se ha retrocedido”.
El Parlamento Europeo pidió a la UE esta semana que adopte sanciones contra responsables de violaciones de los derechos humanos en Cuba, citando en una resolución al presidente, Miguel Díaz-Canel.
Pese a esta crispación, el tema de Cuba puede ser una de las oportunidades de consenso en la cumbre, señaló Sabatini.
A pesar de las diferencias, la UE promete anuncios para la región y nuevos acuerdos para impulsar las relaciones con varios países latinoamericanos, por sobre las diferencias.
La UE y el Mercosur
Un punto que generará atención en la cumbre es el acuerdo UE-Mercosur.
El Mercosur entregará su respuesta a las nuevas demandas medioambientales de la Unión Europea (UE) en “unas pocas semanas”, a fin de continuar la negociación del acuerdo entre ambos bloques, informaron fuentes oficiales brasileñas. “La respuesta está técnicamente lista” y Brasil, que ejerce en este semestre la presidencia rotativa del Mercosur, la remitirá a Argentina, Uruguay y Paraguay en los próximos días, dijo el director del Departamento de Política Económica de la Cancillería brasileña, Philip Fox-Drummond.
El documento será discutido internamente por los cuatro países del Mercosur y, según el diplomático, luego será enviado a la UE. “Puedo adelantar que nuestra respuesta tiene el foco muy puesto en el desarrollo sustentable”, declaró el diplomático (ver página B2).
Chile firma acuerdos con españa
Entre los países de América Latina que más avanzaron en acuerdos con la UE o con países del bloque europeo en los últimos días, está Chile. Concretamente, Chile y España firmaron tres acuerdos en materia de ciberseguridad, producción audiovisual y memoria histórica, según anunció el presidente Gabriel Boric, en una intervención conjunta con su homólogo español, Pedro Sánchez, en Madrid.
Boric inició realizó una visita de dos días a España, donde comienza una gira europea que lo lleva después a Bruselas para participar en la cumbre UE-Celac y posteriormente a Ginebra y París.
El presidente chileno explicó a la prensa los resultados de su reunión con Sánchez, en la que firmaron tres acuerdos: uno “de entendimiento sobre cooperación en materia de ciberseguridad”, otro “internacional administrativo en producción cinematográfica y cultural” y un “protocolo para la cooperación entre la Secretaría de Estado de Memoria Democrática de España y el Museo de la Memoria de los Derechos Humanos en Chile”.
Este último se da cuando en septiembre de este año se cumplirán 50 años del Golpe de Estado de Augusto Pinochet en Chile, algo que “insta a cuidar a la democracia y las instituciones y a respetar de manera inequívoca los Derechos Humanos”, dijo Boric.
En el marco de la cumbre UE-Celac está previsto la firma de un acuerdo sobre la explotación del litio en Chile. EFE
Desembolsos
La Comisión Europea anunció un desembolso de 43 millones de euros (US$48,32 millones) de ayuda humanitaria para América Latina, con el fin de paliar sus crisis políticas, climática y económicas.
Con ese nuevo desembolso, la ayuda humanitaria que la UE ha ofrecido a la región a lo largo del año asciende a 130 millones de euros(US$146 millones).
Europa financiará unos US$ 900 millones
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) comprometerá 800 millones de euros (897,98 millones de dólares al cambio actual) de financiación en proyectos de acción climática en Argentina, Brasil y Chile, anunció esa institución de crédito de la Unión Europea.
“Todos los proyectos forman parte de la iniciativa Global Gateway de la Unión Europea, que respalda proyectos que contribuyen a mejorar la conectividad mundial y regional en los sectores digital, climático, de transporte, sanitario, energético y educativo”, señaló el BEI en un comunicado.
El Banco Europeo de Inversiones agregó que hará oficiales los préstamos durante la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de esta semana.
Los proyectos, agregó esa institución van “desde la financiación del primer préstamo hipotecario residencial para viviendas eficientes fuera de la UE hasta el apoyo a la industria del hidrógeno renovable”.
Incluyen también iniciativas para la ampliación, modernización y mejora de la resiliencia de las redes de transporte de electricidad, el fomento de proyectos de energías renovables, eficiencia energética y bioeconomía, la financiación de programas de gestión integrada de residuos o la instalación de paneles solares fotovoltaicos en domicilios particulares, pymes y negocios locales.
El BEI ofrece condiciones financieras atractivas, como tipos de interés competitivos y vencimientos de los préstamos acordes a las duraciones de los proyectos que financia.
Desde el inicio de sus operaciones en América Latina en 1993, el BEI ha proporcionado financiación por un total de aproximadamente 13.000 millones de euros en apoyo de más de 150 proyectos en 15 países de la región. El objetivo es que continúe facilitando proyectos de inversión apuntados por la UE.