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Tensión nuclear: Trump aplica más sanciones a Irán

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El régimen iraní le dio 60 días a las potencias europeas para que intercedan ante EE.UU. por las sanciones. Foto: AFP

UNA AMENAZA LATENTE

El régimen iraní anunció que se bajará de algunos compromisos del pacto.

El clima entre Estados Unidos e Irán va de mal en peor. La administración de Donald Trump endureció ayer miércoles sus sanciones económicas contra Irán, después de que el régimen iraní anunciara la suspensión de dos compromisos del acuerdo internacional sobre su programa nuclear firmado en 2015. Irán amenazó además con renunciar a otros compromisos si los restantes firmantes del acuerdo -Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania- no encuentran una solución en un plazo de 60 días para aliviar los efectos de las sanciones estadounidenses, en particular en los sectores petrolero y bancario.

“Por el momento nada cambia, pero esto podría ser una bomba de tiempo en marcha”, dijo un diplomático europeo a Reuters.

El anuncio iraní llegó un año después de que Estados Unidos se retirara del acuerdo sobre el programa nuclear.

Trump no tardó en responder a las declaraciones del régimen iraní e indicó en un comunicado que Estados Unidos sancionará los sectores del hierro, el acero, el aluminio y el cobre. “Autorizar el acero y otros metales iraníes en sus puertos ya no se tolerará”, avisó Trump a los demás países.

La Casa Blanca, que ya impuso sanciones para evitar la venta de petróleo iraní al extranjero, indicó que los sectores del acero y de la minería suponen un 10% del dinero conseguido por Irán, su segunda mayor fuente de ingresos por detrás del petróleo.

“Teherán puede esperar más acciones salvo que cambie en lo fundamental su conducta”, dijo Trump, que reafirmó sin embargo su esperanza de reunirse “algún día” con los líderes iraníes.

Trump explicó que Irán podría usar los beneficios de la venta de metales “para proporcionar fondos y apoyo a la proliferación de armas de destrucción masiva, grupos y redes terroristas, campañas de agresión regional y expansión militar”.

Los anuncios de ayer miércoles se producen en un clima de tensiones exacerbadas entre Irán y Estados Unidos, que indicó esta semana que enviaba un gran portaaviones y bombarderos B-52 al golfo Pérsico, acusando a Irán de planear “operaciones ofensivas contra fuerzas e intereses estadounidenses en la región”. De hecho, este martes el secretario de Estado, Mike Pompeo, realizó una visita sorpresa a Irak para abordar la tensión con Irán con las autoridades de ese país, que acoge a algunas tropas estadounidenses.

La decisión iraní de suspender parte de sus compromisos en el acuerdo nuclear, preocupa a la comunidad internacional y especialmente a los europeos, que siguen defendiendo el pacto de 2015, a pesar de la retirada de Estados Unidos.

El Reino Unido consideró que esa medida era “inoportuna”; Alemania llamó a Irán a respetar el acuerdo “en su totalidad”; y Francia, que no excluye nuevas sanciones de la Unión Europea (UE), mostró su “preocupación” y pidió evitar cualquier “escalada”.

En tanto, China llamó a la “moderación” y el diálogo, y Rusia insistió en la importancia de “convencer” a los europeos de la necesidad de “cumplir con sus promesas”, algo que la UE no hizo, según el jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Javad, que dio una rueda de prensa en Moscú con su homólogo ruso Serguéi Lavrov.

Validado por una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el acuerdo nuclear permitió a Irán obtener un levantamiento parcial de las sanciones internacionales a las que estaba sometido.

A cambio, aceptó limitar de manera drástica su programa nuclear y se comprometió a no buscar dotarse del arma nuclear.

Poco tiempo

Irán advirtió que, si al cabo de 60 días los otros países no encuentran una solución, dejará de respetar las restricciones sobre el grado de enriquecimiento de uranio o las medidas relativas a la modernización del reactor de agua pesada de Arak, en el centro del país.

La República Islámica agregó que las medidas anunciadas pueden revertirse en cualquier momento si las exigencias de Irán “son tomadas en cuenta”. Pero si al cabo de 120 días “no llegamos a un resultado, se tomará otra medida”, agregó Rohani.

“Este es un intento de chantaje bastante flagrante”, consideró Tim Morrison, director para Armas de Destrucción Masiva en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, durante una conferencia organizada por la Fundación para la Defensa de las Democracias en Washington.

Robert Kelley, un exinspector nuclear de la ONU que trabaja ahora en el Instituto Internacional de Estocolmo de Estudios para la Paz (SIPRI), afirmó que los compromisos que dejaría de cumplir Irán no tenían relevancia en su capacidad de desarrollar la bomba atómica. El encargado de verificar la aplicación del acuerdo por parte de Irán, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) certificó hasta el momento que el régimen iraní respetaba sus compromisos.

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