ELECCIONES ITALIANAS
Este lunes, se dará a conocer el recuento oficial de los resultados, importantes para el país y también para la Unión Europea.
La extrema derecha habría conquistado ayer la tercera economía de la Unión Europea, encaminándose hacia una histórica victoria del partido de Giorgia Meloni en las elecciones legislativas de Italia, país que por primera vez desde 1945 está a punto de ser gobernado por un líder posfascista. Así lo están indicando los resultados a pie de urna.
Hoy, lunes, se dará a conocer el recuento oficial de los resultados de estas elecciones legislativas, importantes para Italia y también para la Unión Europea.
La formación de Meloni, Hermanos de Italia, que proviene de la tradición neofascista, se habría consolidado como la mayor fuerza, pasando del modesto 4,3% obtenido hace cuatro años al 22-26%, un resultado sin precedentes, según los datos a pie de urna.
La formación posfascista supera ampliamente a sus aliados de extrema derecha de La Liga de Matteo Salvini (8,5-10%) y Forza Italia (6-8%) del magnate conservador Silvio Berlusconi.
Por primera vez en la historia desde la Segunda Guerra Mundial una formación neofascista va a gobernar Italia gracias a que se presentó con una coalición de derechas que obtendría en total cerca del 43% de votos.
El Partido Democrático (PD), principal partido de la izquierda, no consiguió movilizar al electorado para frenar el avance de la ultraderecha y tuvo que conformarse con una cifra que oscilaría entre el 17% y el 21%.
Los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5E) obtendrían entre el 13,5% y el 17,5% de los votos, por debajo de su histórico puntaje de más del 30% logrado en 2018.
Según los sondeos a pie de urna se trata de un resultado histórico. La coalición de derechas obtendría el mayor porcentaje en votos jamás registrado por partidos de derecha en la historia de Europa occidental desde 1945 hasta hoy”, reaccionó en una nota el centro de estudios italianos CISE.
Meloni.
El vertiginoso ascenso de Meloni se debe en buena parte a que fue la única que se opuso por 18 meses al gobierno saliente del economista Mario Draghi, lo que le ha favorecido para recoger el descontento de los italianos ante la inflación, la guerra y las restricciones por la pandemia.
La formación fundada en 2012 con exsimpatizantes de Berlusconi y figuras de la derecha neofascista superó al Partido Democrático (PD) de Enrico Letta, que pactó solo una alianza con un pequeño sector de la izquierda ecologista.
La líder postfascista, de 45 años, admiradora durante su juventud de Benito Mussolini, conocida por su lenguaje directo y eficaz desde sus años de líder estudiantil en Roma, podría convertirse también en la primera mujer que llega a la jefatura de gobierno en Italia.
Su propuesta.
Junto con sus aliados promete recortes de impuestos, el bloqueo de los inmigrantes que cruzan el Mediterráneo, así como una ambiciosa política familiar para impulsar la tasa de natalidad de uno de los países con más ancianos en el mundo.
La victoria de una líder antieuropeísta y nacionalista genera muchos interrogantes en Europa y cambia el rostro de Italia, ya que pondría en cuestión su posición sobre la Unión Europea, pues aboga por una revisión de sus tratados y hasta por su sustitución por una “confederación de Estados soberanos”.
“En Europa todos están preocupados por Meloni en el gobierno (...) Se acabó la fiesta, Italia comenzará a defender su propios intereses nacionales”, advirtió la propia Meloni en plena campaña. La representante del posfascismo, que no teme defender a una derecha pura y dura, se identifica con el lema “Dios, patria y familia”, y promete luchar contra los grupos de presión gay y las “teorías de género”.
El gobierno que surja de las elecciones, que tomará posesión a finales de octubre, tendrá de todos modos un camino sembrado de escollos y sin mucho margen de maniobra.
Tendrá que gestionar la crisis provocada por una inflación galopante, mientras Italia ya se derrumba bajo una deuda que representa el 150% del PIB, la más alta de la zona euro detrás de Grecia.
Demócratas.
El Partido Demócrata (PD) reconoció la victoria de la derecha en las elecciones generales y manifestó su “responsabilidad” al ser el primer partido de la oposición, según explicó la portavoz de la formación progresista en la Cámara de los diputados, Deborah Serracchiani.
Serracchiani fue la primera representante del PD en hablar a la prensa tras la victoria de Hermanos de Italia. Para la portavoz del PD “es un día triste” para Italia.
“Somos la primera fuerza de oposición y la segunda fuerza política y tenemos que hacer una oposición importante ante Europa y ante nuestro país en este momento delicado”, dijo.
Participación bajó del 73% al 65%
Unos 51 millones de italianos fueron convocados a las urnas para elegir a 600 parlamentarios (400 diputados y 200 senadores), lo que supone un importante recorte frente a los 945 actuales (630 y 315), adoptado en una reforma aprobada en referéndum. Unos 2,7 millones de jóvenes tuvieron la posibilidad de votar por primera vez. También se votó en Sicilia (al sur) para la elección de su presidente y la renovación de su Asamblea.
La afluencia en estas elecciones generales se desplomó a alrededor del 65 % respecto al 73 % de los últimos comicios, en 2018, según datos parciales del Ministerio del Interior. Al cierre de los colegios electorales a las 20:00 horas de Uruguay, y cuando quedaban aún por contabilizar la mitad de éstos, la votación para la Cámara de los Diputados -ya que sobre el Senado aún no había información- reflejaba ya una importante caída en la afluencia.
Los últimos sondeos, de hace 15 días, ultima fecha para poder publicarse, mostraban una afluencia en torno al 65%, mientras que en 2018 la participación final fue del oden del 73 %, ya la más baja de la historia. Para algunos analistas el retroceso en el número de votantes en el sur, en ciudades como Nápoles, refleja alejamiento de la política, mientras que el resultado también podría estar condicionado por el mal tiempo y las fuertes lluvias que han afectado esa zona.
Giorgia Meloni, de 45 años, se encamina a ser la primera mujer en presidir un Gobierno en Italia. Estos son los momentos clave de su trayectoria:
- 1977: Meloni nace en Roma. Su madre, Anna, tuvo que criarla sola, junto a su hermana mayor, Arianna, después de que su padre las abandonara y se fuera a vivir a las Islas Canarias (España).
- 1992: Con 15 años entra en el Frente de la Juventud, la organización juvenil del antiguo Movimiento Social Italiano (MSI), partido neofascista fundado en 1946 por seguidores del fallecido dictador Benito Mussolini.
- 1996: Responsable del movimiento estudiantil del partido Alianza Nacional (AN), es el nuevo rostro del MSI. En un programa de la televisión francesa France 3 declara: “Mussolini fue un buen político, todo lo que hizo, lo hizo por Italia”.
- 1998: Es elegida concejal de la provincia de Roma por AN, que lidera Gianfranco Fini.
- 2004: Es nombrada presidente de Acción Jóvenes, la sección juvenil de AN, y se convierte en la primera mujer presidenta de una organización juvenil de derechas.
- 2006: Elegida diputada de AN es nombrada vicepresidenta de la Cámara de Diputados, con 29 años.
- 2008: Elegida ministra de la Juventud en el Gobierno del conservador Silvio Berlusconi, la más joven de la historia republicana.
- 2012: Funda Hermanos de Italia (FdI), nuevos herederos del MSI, tras dejar el partido de Berlusconi, pero lo mantiene como aliado, junto a la a soberanista Liga Norte, de Matteo Salvini, para las elecciones de 2013.
- 2014: Se convierte en presidenta de FdI.
- 2016: Se presenta como candidata a alcaldesa de Roma.
- 2018: En las elecciones generales consigue un 4,3% y FdI se convierte en el quinto partido del país.
- 2019: Su declaración en un mitin -”Soy Giorgia, soy mujer, madre, italiana y cristiana y no me lo quitarán”- se convierte en un éxito entre los jóvenes tras ser remasterizada con música electrónica.
- 2021: FdI es el único partido de oposición al Gobierno de unidad nacional de Mario Draghi.
- 2022: 13 de junio: En un mitin de la formación ultraderechista española Vox en Marbella aclara su ideal político: “No hay mediaciones posibles, se dice sí o no. Sí a la familia natural, no al lobby LGBT; sí a la identidad sexual, no a la ideología de género; sí a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte; sí a la universalidad de la cruz, no a la violencia islámica; sí a fronteras seguras, no a la inmigración masiva”.
El pasado 10 de agosto. en plena campaña electoral envía un video en inglés, francés y español para distanciarse del fascismo: “La derecha italiana ha relegado el fascismo a la historia desde hace décadas, condenando sin ambigüedades la privación de la democracia y las infames leyes antijudías. Y obviamente también es inequívoca nuestra condena al nazismo y al comunismo”. EFE