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Respaldo a Ucrania: el G7 y Europa refuerzan su frente común ante Rusia

Castigarán a empresas e individuos que ayuden a Moscú a eludir sanciones; Josep Borrell instó ayer a los ministros de la comunidad a acelerar la entrega de armas y munición a Ucrania.

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Volodimir Zelenski y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, en el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima
Volodimir Zelenski y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, en el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima.
Foto: AFP

El frente común ante Rusia se vio fortalecido en la cumbre del G7 en Hiroshima, y se vio reforzado con nuevas medidas concretas de presión a Moscú y de respaldo a Kiev. Además, según expertos, la asistencia del líder ucraniano, Volodimir Zelenski, permitió recabar apoyos más allá del Grupo de los Siete.

En la misma línea, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, instó ayer a los ministros de la comunidad a acelerar la entrega de armas y munición a Ucrania, y confió en que puedan resolver pronto el bloqueo de Hungría a un nuevo desembolso de 500 millones de euros para cofinanciar armamento para Kiev.

En tanto, la ampliación de las sanciones contra Rusia, el castigo para quienes le ayuden a eludir estas medidas o el envío de equipamiento clave de defensa a Ucrania fueron algunas de las novedades más destacadas en la cita del G7 -conformado por Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Japón, Estados Unidos y Canadá- que concluyó el domingo en la ciudad japonesa.

La reunión de Hiroshima fue una de las más amplias jamás celebrada por el G7, al invitar la presidencia nipona a los mandatarios de la India, Brasil, Indonesia, Corea del Sur, Vietnam y Australia, entre otros países y organismos internacionales, además del líder ucraniano, quien se convirtió en el máximo protagonista de la cita.

La cumbre “arrojó un resultado muy poderoso” tanto a través de “acciones simbólicas” como de “medidas concretas de apoyo”, dijo a EFE John Kirton, director del Grupo de Investigación del G7 de la Universidad de Toronto.

Sobre el compromiso de apoyo a Ucrania que el G7 reafirmó en Hiroshima, este académico destacó “el paso adicional que supone reforzar esa promesa con el añadido de mantenerla tanto tiempo como sea necesario”.

En cuanto a medidas concretas, subrayó las “acciones específicas de apoyo militar, financiero, legal y para llevar a responsables rusos ante la justicia internacional por genocidio y crímenes contra la humanidad”, además del nuevo énfasis “en cerrar los resquicios legales de las acciones ya aplicadas” recogidos en la declaración conjunta.

“No podían invitar a Zelenski y dejarlo marchar con las manos vacías, así que hicieron una promesa de gran perfil sobre ayuda militar”, dijo Kirton sobre el visto bueno a entregar a Kiev cazas F-16 y a entrenar a pilotos ucranianos para su manejo, “una de las cosas que más necesitaban para recapturar todo su territorio”.

“Es difícil imaginar una configuración de escenario más efectiva para abordar la división en la comunidad internacional”, señaló por su parte el profesor de la Universidad Keio especializado en seguridad y política exterior, a través de su cuenta de Twitter.

“Esta vez estamos viendo no sólo la unidad del G7, sino también la ampliación de la reunión con países invitados bien preparados y la destacada participación de Zelenski”, dijo el académico, quien subrayó la importancia de los esfuerzos diplomáticos previos a la cumbre y durante la misma.

Cumbre europea

Mientras el G7 anunció una nueva iniciativa de sanciones contra Rusia liderada por Washington, Ottawa y Londres, centrada en castigar a los cientos de individuos y empresas que están ayudando al Kremlin a esquivar las sanciones de Occidente, la UE prepara el que será el undécimo paquete de sanciones a Moscú.

Los ministros europeos abordaron el domingo el próximo paquete, centrado en penalizar a las empresas de países terceros que ayudan a las rusas a esquivar las medidas restrictivas europeas, en especial con la venta de productos de uso dual, civil y militar.

La decisión del G7 de imponer nuevas sanciones en ese sentido va a condicionar los trabajos en el seno de la UE que, por el momento, han encontrado resistencia de varios Estados miembros. La oposición a la medida radica en que se propone señalar a países terceros cuyas empresas incurren en ese comportamiento. Las miras están puestas en conseguir tener listo ese nuevo paquete para la cumbre de los líderes de los Veintisiete que celebrará a finales de junio, según apuntó ayer la ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna.

Borrell fue consultado por sus declaraciones de la semana pasada en las que alertaba de que comprar a India petróleo refinado de origen ruso resta eficacia a las sanciones europeas, y pedía a los gobiernos europeos “tomar medidas” al respecto.

El jefe de la diplomacia comunitaria aseguró ayer que no ha culpabilizado al Gobierno indio y recordó que las sanciones europeas “no son extraterritoriales”.

En cualquier caso, celebró que Rusia tenga que estar vendiendo su petróleo más barato a otros a causa de las medidas restrictivas comunitarias.

Borrell sí que llamó la atención sobre el aumento extraordinario de exportaciones europeas a países vecinos de Rusia, como los de Asia central, y aseguró que no es descabellado imaginar que los productos europeos pueden ser reexportados a territorio ruso, facilitando que Moscú eluda las sanciones europeas.

“Hemos analizado, sobre todo, cómo se puede evitar más eficazmente la elusión de sanciones y, desde luego, el hecho de seguir analizando sectores en los cuales podamos impedir que el esfuerzo de guerra de (el presidente ruso, Vladimir) Putin pueda seguir durante más tiempo”, comentó por su parte en una rueda de prensa el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares. Los ministros de Exteriores de los países de los Balcanes Occidentales participaron también en un almuerzo de trabajo con los europeos.

Borrell recordó a aquellos que no están alineados con la Política Exterior comunitaria, “no sólo Serbia”, que “mantener lazos estrechos con Rusia no es compatible con su proceso de adhesión a la UE”.

Por lo que se refiere a la misión que la UE puso en marcha en diversos Estados miembros para entrenar a soldados ucranianos, Borrell anunció que 15.000 ya han completado esa formación y que espera que otros tantos lo hagan para finales de año.

Lo que no pudieron impulsar ayer los ministros fue el desembolso de un nuevo tramo de 500 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz -del que 3.600 millones ya han sido asignados a Ucrania- para cofinanciar el envío de armas a Kiev.

Hungría bloquea esa posibilidad mientras Ucrania mantenga en su lista de los patrocinadores internacionales de la guerra al mayor banco magiar, el OTP.

Borrell abogó por dialogar sobre este asunto a nivel multilateral entre los Estados miembros o bilateral entre Hungría y Ucrania, y por “hacer todo lo posible por mantener este paquete de ayuda militar”.

“El éxito de la defensa de Ucrania no depende sólo de la valentía de sus soldados y su pueblo sino también del ritmo de la entrega de armas y municiones”, aseguró Borrell en una rueda de prensa al término de un Consejo de Exteriores.

Mientras tanto, se espera que Ucrania lance pronto su contraofensiva contra las fuerzas de ocupación rusas.

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Ucrania dice que sigue controlando parte de Bajmut

La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, declaró ayer que las fuerzas de Kiev siguen controlando parte del suroeste de Bajmut, desmintiendo así las afirmaciones del jefe del grupo ruso de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, de que sus combatientes habían tomado toda la ciudad.

Nuestras tropas en Bajmut controlan ciertas infraestructuras y la zona de casas del área de Litak”, dijo la ministra en su cuenta de Telegram, en referencia al distrito que lleva ese nombre en el suroeste de esta ciudad del este de Ucrania, asediada por las fuerzas rusas desde el pasado mes de agosto.

Portavoces militares de Kiev informaron en los últimos días de avances ucranianos en los flancos de la ciudad de Bajmut, al tiempo que han reconocido avances rusos en el interior de la localidad.

En tanto, las fuerzas rusas han comenzado el “desminado preliminar” de Bajmut, afirmó ayer Denís Pushilin, líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, anexionada por Rusia. Sin embargo, subrayó que la tarea prioritaria es verificar los lugares donde podrían haber quedado civiles.

Con información de EFE y AFP

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