El parlamento iraní respaldó hoy la designación de un ministro de Defensa presuntamente implicado en un acto terrorista en la Argentina, hecho que Buenos Aires condenó como "afrenta a la justicia argentina y a las victimas" del ataque al centro judío AMIA en 1994.
El presidente Mahmud Ahmadinejad prometió que Irán no cederá ante los plazos occidentales para negociar el tema nuclear tras obtener su nuevo gabinete un amplio respaldo en el parlamento, incluso para el ministro de Defensa Ahmad Vahidi.
Los legisladores aprobaron además la inclusión en el gabinete de la primera mujer que ocupa una cartera ministerial desde la revolución islámica de 1979, aunque rechazaron la postulación de otras dos en el gabinete de 21 carteras.
Por su parte, la Cancillería argentina calificó la designación de Vahidi de "afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA)", según un comunicado por el Ministerio de relaciones Exteriores en Buenos Aires.
Vahidi es reclamado Argentina "por haber tenido una participación clave en la toma de decisión y en la planificación del atentado cometido hace 15 años" y sobre él pesa una orden de captura internacional de Interpol, aclaró el comunicado.
El respaldo legislativo ayudó al acosado presidente y fue considerado un voto de confianza por su represión de los disidentes políticos y su dura posición ante las presiones de Occidente para negociar el programa nuclear iraní o recibir unas sanciones endurecidas.
"Nadie puede imponer más sanciones a Irán. Recibimos con agrado esas sanciones. Podemos valernos por nuestra cuenta (pese a las sanciones). Empero, ya dimos nuestro plan de propuestas", dijo el jueves Ahmadinejad a los periodistas.
Estados Unidos y sus aliados temen que Irán intente desarrollar ojivas nucleares, aunque los líderes del régimen teocrático sostienen que sólo buscan reactores para generar electricidad.
Además, Ahmadinejad encara divisiones internas tras su disputada reelección en junio.
Los grupos de la oposición —que denunciaron la comisión de fraude generalizado en esos comicios— han obtenido el respaldo de algunos chiíes influyentes e incluso quienes otrora respaldaron a Ahmadinejad quedaron turbados por la dureza de la represión postelectoral y las denuncias de abusos de los detenidos, incluyendo violaciones.
Empero, Ahmadinejad sigue contando con el respaldo de los Guardias Revolucionarios y el líder supremo, ayatolá Alí Jamenei, que tiene la última palabra en todos los asuntos de estado en Irán.
Su batalla para lograr la aprobación parlamentaria del gabinete puso de manifiesto su débil voz política. Fue interrogado a fondo sobre algunos de los postulados y pidió a los legisladores que enfrenten a los "enemigos" respaldando su gabinete.
Al final, Ahmadinejad evitó un enfrentamiento con los parlamentarios durante un periodo crucial para Irán.
El presidente estadounidense Barack Obama y sus aliados europeos dieron de plazo a Irán hasta fines de septiembre para negociar su programa nuclear. Además, Ahmadinejad piensa realizar su viaje anual a Nueva York a fines de mes a fin de asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En la votación parlamentaria, Ahmadinejad logró que fueran aprobados sus postulados a las carteras de relaciones Exteriores, Interior e Inteligencia.
Vahidi, recibió un respaldo mayoritario, al igual que Marzieh Vahid Dastjerdi en la cartera de salud, la primera ministra de la revolución islámica.
El gobierno argentino exigió al iraní su plena cooperación para que los acusados de participar del atentado sean juzgados.
"El gobierno se está moviendo en una línea de equilibrio. Por un lado hay conciencia de que hay que criticar la confirmación, y de hecho lo hizo en la ONU y al enviar a Interpol la lista de sospechosos del atentado. Pero tenemos intereses comerciales, cada vez se estrechan más las relaciones con Chávez, que es principal cabeza de desembarco de Irán en Latinoamérica", dijo un comunicado oficial emitido en Buenos Aires.
Además, acusó a las Naciones Unidas e Interpol de primar los intereses económicos frente a la expulsión de Irán y destacó que el gobierno argentino "está llevando una política equilibrada, en la que da la sensación de que el gobierno quiere quedar bien con todos. En este caso, no se puede quedar bien con todos. Es un tema muy serio y hay que tomar posición".
AP