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Republicanos divertidos e irrelevantes

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THOMAS L. FRIEDMAN

Dos cosas me han llamado la atención sobre los debates de candidatos presidenciales republicanos previos a las delegaciones de Iowa. Una es cuán divertidos son. La otra es su grado de desconexión respecto de las mayores tendencias que moldean el mercado laboral del siglo XXI. ¿Qué tal si la campaña de 2012 fuera efectivamente sobre el mundo en el que vivimos y cómo nos adaptamos a él? ¿De qué estarían hablando los candidatos?

Seguramente en la cima o cerca de ella en esa lista estaría el reforzamiento de la fusión entre globalización y la más reciente revolución de tecnología informática (TI). La revolución TI está dando a los individuos herramientas cada vez más baratas de innovación, colaboración y creatividad, gracias a computadoras de mano, redes sociales y "la nube", que almacena potentes aplicaciones que cualquiera puede descargar. Además, el aspecto de la globalización de esta revolución está integrando a cada vez más de estas personas con nuevo poder en ecosistemas, donde pueden innovar y manufacturar más productos y servicios que vuelven la vida de la gente más saludable, educada, entretenida...

Los mejores de estos ecosistemas serán ciudades y poblados que combinen una universidad, una población educada, una dinámica comunidad empresarial y las conexiones de banda ancha más rápidas del mundo. Estas serán las fábricas de empleos del futuro. Los países que prosperen serán los que construyan más de estos poblados que vuelvan posible el "intercambio y generación de conocimiento de alto desempeño", dice Blair Levin, que dirige el Proyecto Gig.U en el Instituto de Aspen, consorcio de 37 comunidades universitarias que trabajan para promover la inversión privada en ecosistemas de la próxima generación.

Los historiadores han notado que conjuntos o conglomerados económicos siempre requirieron de acceso a abundantes materias, productos y energía para tener éxito, dice Levin. En el siglo XIX, fue el acceso a un abundante flujo de agua y materias primas. En el siglo XX, fue el acceso a abundante electricidad y transportación. En el siglo XXI, dijo, "será el acceso a abundante ancho de banda y abundante capital intelectual humano".

Sin embargo, necesitamos más de ellos. A medida que el mundo se entrelaza a través de la Red y redes sociales, y conforme cada vez más sensores manejan máquinas que están hablando con otras máquinas a lo largo de Internet, estamos presenciando el surgimiento de los "Grandes Datos". Estos son montañas de datos que salen de todas estas interacciones, los cuales pueden ser reunidos, ordenados, explotados y analizados a fin de que proporcionen la materia prima para nuevas invenciones en cuidado de salud, educación, etc.

"Todos estamos conscientes de las aproximadamente 2.000 millones de personas que están actualmente en Internet; en cada parte del planeta, gracias a la explosión de la tecnología móvil", dijo el presidente de IBM, Samuel Palmisano, en un discurso de septiembre pasado. "Sin embargo, hay también más de un billón de objetos inteligentes y organismos interconectados; lo que algunos llaman el Internet de las Cosas. Todo esto está generando vastas reservas de información. Se estima que habrá 44 veces el número de datos y contenido a lo largo de la próxima década, llegando a 35 zettabytes en 2020. Un zettabyte es un 1 seguido de 21 ceros. Y gracias a la avanzada computación y analítica, ahora podemos darle sentido a esos datos en algo como el tiempo real".

Mientras más información y tendencias sea usted capaz de explotar y analizar, y a mayor capital humano con talento, ancho de banda y poder informático aplique usted a esos datos, mayor será la innovación que tendrá. Cuando ocho médicos de todo el mundo puedan ver la misma resonancia magnética en tiempo real, dijo Levin, eso permite la aceleración de pequeños avances, que es de donde, con el tiempo, vienen los grandes avances. Un gran ancho de banda, agregó, permitiría a estos mismos médicos que hacen cirugía de alto riesgo practicar por adelantado los procedimientos que salvan vidas a través de simuladores facilitados por redes, llevando a mejores resultados, nuevos tipos de innovaciones quirúrgicas y nuevas formas de educación médica.

Sin embargo, justo ahora, destaca Levin, Estados Unidos está demasiado concentrado en llevar ancho de banda "promedio" al último 5% del país en áreas rurales en vez de llevarle ancho de banda "de ultra alta velocidad`` al 5%, en ciudades universitarias. Para finales de 2012, agrega, Corea del Sur se propone conectar cada hogar en el país a Internet con un gigabit por segundo. "Eso es 200 veces más rápido que la conexión promedio en Estados Unidos", informó The New York Times en febrero del año pasado.

Por lo tanto, las cuestiones cruciales para Estados Unidos hoy día tienen que ser cómo desplegamos más redes y aplicaciones de ultra alta velocidad en ciudades universitarias para inventar más servicios de alto valor agregado y bienes manufacturados, y cómo educamos a más trabajadores para que desempeñen estos trabajos. Es la única forma en que podemos mantener una clase media.

Sencillamente no recuerdo que le hayan preguntado a uno solo de los candidatos en esos debates realmente entretenidos del Partido Republicano: "¿Cómo piensa usted que ciudades inteligentes pueden convertirse en los motores del empleo del futuro?".

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