Reñida definición en México entre izquierda y oficialismo

| La campaña se ha caracterizado por acusaciones cruzadas que, empero, no logró captar el interés de los votantes

MEXICO | EFE

Los mexicanos iniciaron ayer una semana de reflexión para elegir el próximo domingo al sucesor del presidente Vicente Fox, polarizados entre un candidato izquierdista que promete redimir a los pobres y un conservador preferido por los mercados.

El aspirante presidencial de la izquierda, Andrés López Obrador, y el conservador oficialista Felipe Calderón aparecen técnicamente empatados en los sondeos de intención de voto, seguidos por Roberto Madrazo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Los analistas temen que el traspié sufrido por la selección mexicana de fútbol en el Mundial de Alemania, la "guerra sucia" y la ausencia de propuestas de Gobierno que han caracterizado a la campaña y la creciente apatía ante la política deriven en una abstención superior a la del 36,03 por ciento registrada en el 2000.

REÑIDAS. Más de setenta millones de ciudadanos están habilitados para votar en unas elecciones que se anticipan como las más reñidas de la historia reciente del país, cuyo mapa político cambió dramáticamente hace seis años cuando Fox, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), puso fin a siete décadas de gobiernos del PRI.

López Obrador, ex alcalde de Ciudad de México y del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda), aventaja levemente en los sondeos de intención de voto a Calderón, representante del PAN y ex ministro de Energía del Gobierno de Fox.

Ambos candidatos se han trenzado en una ola de acusaciones mutuas de supuesta corrupción y tráfico de influencias, buscando desacreditar al adversario ante el electorado y tratando de conquistar al 12 por ciento de los potenciales votantes que aún se muestran indecisos, según los sondeos.

El candidato del PRD propone cambiar el modelo de desarrollo económico vigente en México desde hace dos décadas, el cual incluye la apertura comercial y la ortodoxia fiscal, para reactivar el aparato productivo y crear empleos.

López Obrador asegura que ese modelo, defendido por Fox y que Calderón promete continuar, es el causante de la ruina de la clase media del país y de la emigración anual hacia EE.UU. de más de 450.000 mexicanos.

Asimismo, el candidato del PRD se opone a la eventual privatización del estratégico sector energético mexicano, que proporciona más del 35% del gasto del Gobierno y sobre el que han puesto los ojos diversas trasnacionales de EE.UU. y otros países.

El candidato de izquierda cree que el Estado debe mantener bajo control al sector energético para impulsar la economía y redimir a los indígenas, las madres solteras, los ancianos, los jóvenes desempleados y otras personas vulnerables.

La propuesta de López Obrador ha causado preocupación entre algunos banqueros y otros grandes empresarios de México, donde viven algunas de las personas más ricas de América Latina, aunque el aspirante izquierdista les ha dicho que él no representa un peligro para ellos y el país, tal como afirma Calderón.

El candidato del oficialismo, que acusa a López Obrador de populista y le ha llegado a comparar con el presidente venezolano, Hugo Chávez, propone mantener el modelo actual e impulsar el turismo y otros sectores de la economía para convertir a México en un "ganador en el concierto de un mundo globalizado".

Situado a la derecha de López Obrador y a la izquierda de Calderón, Madrazo defiende una "opción de centro, que no polarice a los mexicanos", aunque su candidatura, foco de controversia en el propio PRI, parece no haber entusiasmado a los potenciales electores, según las encuestas.

Claves

El candidato del oficialismo, Felipe Calderón, hizo ayer su última aparición en la capital mexicana en un acto multitudinario -según los observadores, había unas cien mil personas- en el Estadio Azteca. Ahí aseguró que ganará con una ventaja de un millón y medio de votos.

Al candidato oficialista y los opositores Andrés López Obrador y Roberto Madrazo, se le suman otros dos postulantes: Patricia Mercado y Roberto Campa. Estos últimos están muy rezagados en los sondeos de intención de voto.

Las elecciones del próximo domingo serán las primeras en las que puedan votar mexicanos residentes en el exterior.

La última encuesta divulgada el viernes le dio a López Obrador una ventaja de dos puntos porcentuales sobre Calderón.

El desenlace es incierto ya que se estima en un 12% el electorado mexicano que aún no decidió su voto.

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