Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal a favor de los “dos Estados”, y la reacción de Israel

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, considera que reconocer la creación de un Estado palestino es un error, al sostener que éste es un riesgo para su país y su gente.

Keir Starmer saluda al presidente palestino, Mahmud Abbas.
Apoyo. Primer ministro británico, Keir Starmer (der.), estrecha la mano del presidente palestino Mahmud Abbas (izq.) al comienzo de su reunión en el número 10 de Downing Street, el pasado 8 de septiembre.
Foto: Jonathan Brady/AFP.

Reino Unido, Australia y Canadá, tres países tradicionalmente aliados de Israel, han dado ayer el paso histórico de reconocer el Estado palestino, un movimiento al que horas después se sumó Portugal, mientras que Francia y otros cinco países lo harán previsiblemente hoy lunes. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu salió al paso y dijo que la creación de un Estado palestino pondría en peligro la supervivencia de su país y su gente.

El reconocimiento de los tres países parece haber sido coordinado por estos cuatro países, en vísperas de una “Conferencia internacional para la solución de los dos estados” que se celebra hoy en la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Aunque Estados Unidos trató de torpedear este foro negando el visado de entrada a la delegación venida de Palestina, esta podrá hacerlo por videoconferencia tras un voto ‘ad hoc’ el pasado viernes de la misma Asamblea.

El paso del Reino Unido tiene gran carga simbólica por tratarse de la antigua potencia colonial y firmante en 1917 de la Declaración Balfour, el documento con el que daba su visto bueno a crear un “hogar nacional” para el pueblo judío en la hasta entonces Palestina. Esa declaración se considera el germen histórico del Estado de Israel.

Y aunque el Estado palestino ya lo reconocían 147 países, no había entre ellos ninguno de las economías más avanzadas del mundo reunidas en el llamado G7, por lo que la decisión de Reino Unido, Canadá y Francia adquiere así mayor relevancia.

Por añadidura, Reino Unido y Francia son miembros permanentes del Consejo de Seguridad -máximo órgano ejecutivo de la ONU-, y se suman así a la postura de China y de Rusia, dejando en soledad a Estados Unidos dentro del Consejo, una soledad que ya viene manifestándose en los últimos años: seis veces desde el inicio de la guerra de Gaza ha tenido que vetar Estados Unidos en solitario resoluciones del Consejo que reclamaban a Israel un alto el fuego.

Simultáneamente al anuncio de los cuatro países, el Ejército israelí confirmó que sus tanques ya están entrando en la ciudad de Gaza, como parte de su ofensiva para tomar la capital gazatí y desplazar de allí a su millón de habitantes. Paralizar esa ofensiva era una de las condiciones de las capitales occidentales para poner en suspenso el reconocimiento y dar más tiempo a las negociaciones.

En el plano político, la decisión fue rechazada por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu: “Eso no sucederá. No se establecerá un Estado palestino al oeste del río Jordán”, dijo en un vídeo difundido por su oficina. Tras él, en un tono aún más radical, el ministro de Exteriores, Gideon Saar, calificó la decisión de “inmoral”, “indignante” y “especialmente repugnante”.

Netanyahu dijo ayer que la creación de un Estado palestino pondría en peligro la supervivencia de Israel y aseguró que se opondrá a los esfuerzos en este sentido en la Asamblea General de Naciones Unidas.

“También tendremos que luchar, tanto en la ONU como en todos los demás ámbitos, contra la falsa propaganda dirigida hacia nosotros y contra los llamados para la creación de un Estado palestino, que pondría en peligro nuestra existencia y serviría como un absurdo premio al terrorismo”, afirmó Netanyahu ante su gabinete.

“La comunidad internacional nos escuchará sobre este asunto en los próximos días”, añadió el primer ministro, antes del inicio esta semana de la Asamblea General de la ONU.

Como era de esperar, la decisión ha sido aplaudida por la Autoridad Palestina, cuyo presidente, Mahmud Abás, consideró que constituye “un paso importante y necesario para lograr una paz justa y duradera conforme a las resoluciones de la legitimidad internacional”, y anticipó que “allanará el camino para la aplicación de la solución de dos Estados”, que permitiría a Palestina vivir “junto al Estado de Israel en seguridad, paz y buena vecindad”.

Condiciones

Pese a la relevancia diplomática del reconocimiento -que Israel ha descalificado en días previos tachándolo de “un regalo a Hamás”-, éste llega lleno de condiciones que no serán de fácil cumplimiento.

Con más o menos matices, los cuatro países que ayer dieron el paso coinciden en exigir que el grupo terrorista palestino Hamás no tenga ningún papel en el futuro Estado palestino -cuando es la fuerza mayoritaria en Gaza-, que ese futuro estado reconozca el derecho de Israel a existir y que la Autoridad Palestina celebre elecciones democráticas, además de aplicar reformas de calado “en materia de finanzas, gobernanza y educación”, en palabras del gobierno de Camberra.

Israel afirma que es una recompensa al terrorismo

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que nunca habrá un Estado palestino y que Israel ampliará sus asentamientos en Cisjordania. “Tengo un mensaje claro para esos dirigentes que reconocieron un Estado palestino después de la horrenda masacre del 7 de octubre: le están dando una enorme recompensa al terrorismo”, afirmó Netanyahu en declaraciones emitidas por su oficina.

“Y tengo otro mensaje para ustedes: eso no sucederá. No se establecerá ningún Estado palestino al oeste del río Jordán”, agregó. Incluso fue más lejos y prometió ampliar los asentamientos judíos en los territorios ocupados de Cisjordania.

El primer ministro británico, Keir Starmer, explicó que lo hizo para “revivir la esperanza de paz y de una solución de dos Estados”, afirmó.

Asentamientos en Cisjordania

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió ayer domingo ampliar los asentamientos judíos en Cisjordania después de que el Reino Unido, Canadá y Australia reconocieran al Estado palestino. “Durante años he impedido la creación de este Estado terrorista a pesar de la enorme presión tanto a nivel nacional como internacional”, afirmó en declaraciones emitidas por su oficina. “Hemos duplicado los asentamientos judíos en Judea y Samaria y seguiremos por este camino”, agregó Netanyahu en referencia a Cisjordania.

Otros países se sumarán a la “solución de dos Estados” hoy

La conferencia internacional por la solución de los dos Estados (Israel y Palestina) en Oriente Medio arranca hoy en Nueva York y promete ser uno de los grandes eventos diplomáticos del año, preliminar a la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU que comienza el martes.

La conferencia, apadrinada por Francia y Arabia Saudí, se había concebido como el foro donde grandes potencias occidentales iban a dar el paso del reconocimiento del Estado palestino, pero se adelantaron tres de ellas -Reino Unido, Canadá y Australia- y luego lo hizo Portugal.

Se da por hecho que hoy darán ese mismo paso Francia, Bélgica, Malta, Andorra, Luxemburgo y San Marino, lo que inclinará la balanza europea a favor del Estado palestino. Sin embargo, países tan importantes como Alemania, Italia, Holanda, Grecia, Austria o Finlandia aún no lo han hecho, dejando en evidencia que es uno de los temas más divisivos de la política exterior europea.

El anuncio de Londres, Ottawa y Camberra no ha sentado bien a Israel, y su primer ministro, Benjamín Netanyahu, afirmó tajante hoy: “Eso no sucederá. No se establecerá un Estado palestino al oeste del río Jordán”.

En este momento, y sin contar todavía los países que se sumen mañana, 150 países reconocen el Estado palestino, del total de 193 que se sientan en la ONU. El reconocimiento es prácticamente unánime en Latinoamérica (salvo Panamá) y África (salvo Camerún y Eritrea).

Tanto el primer ministro británico, Keir Starmer, como el primer ministro canadiense Mark Carney y el jefe de goiberno de Australia Anthony Albanese, afirmaron que el reconocimiento del Estado palestino es una forma de ir hacia la paz.

Esto afirman en un comunicado que inscriben “en el marco de un esfuerzo internacional concertado destinado a preservar la posibilidad de una solución de dos Estados”.

AFP, Agencia EFE

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