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Protestas en Colombia: claves para entender qué está pasando

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Policía disparando en manifestaciones violentas. Foto: AFP

COLOMBIA

Las protestas violentas contra la brutalidad policial en Colombia, desatadas por la muerte de Javier Ordóñez, un hombre de 46 años, dejaron diez víctimas mortales.

Las protestas violentas contra la brutalidad policial en Colombia, que en la víspera dejaron diez víctimas mortales, continuaron este jueves con disturbios en diferentes ciudades del país reivindicando la muerte de Javier Ordóñez, un hombre de 46 años.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, criticó con dureza la respuesta policial a los desórdenes y equiparó el número de heridos por disparos a los resultados de un combate. López cuestionó además el uso indiscriminado de armas de fuego por parte de miembros de la Policía a quienes pidió "reconocer con humildad" que hubo "un ataque directo a varios ciudadanos".

¿Cómo empezó todo? La muerte de Javier Ordóñez

Manifestaciones en Colombia. Foto: Reuters
Manifestaciones en Colombia. Foto: Reuters

Un hombre murió el miércoles en la capital de Colombia tras ser agredido por dos policías que le aplicaron descargas con una pistola eléctrica pese a las súplicas de la víctima para que suspendieran el procedimiento, un hecho que provocó conmoción en el país y ataques de manifestantes contra estaciones policiales.

Las autoridades informaron que el incidente se registró en la madrugada en el occidente de Bogotá cuando, de acuerdo con la versión de la policía, Javier Ordóñez, de 46 años, fue sorprendido en la vía pública con otras personas consumiendo licor y violando las normas que lo prohíben para contener la expansión de la pandemia del coronavirus.

En un video publicado a través de las redes sociales se observa a Ordóñez, padre de dos hijos, sometido en el piso por dos policías que le aplican descargas eléctricas en forma sucesiva pese que el hombre en varias ocasiones les pide "por favor, no más".

Después del procedimiento, el hombre fue llevado a una estación policial en donde, de acuerdo con familiares y amigos que se encontraban en el lugar, habría sido sometido a más maltratos, por lo que luego debió ser trasladado a una clínica en donde murió.

Disturbios el miércoles y fallecidos

Destrucción en Colombia tras enfrentamientos. Foto: AFP
Destrucción en Colombia tras enfrentamientos. Foto: AFP

Al menos siete personas murieron en la violenta jornada de protestas, en la noche del miércoles, en Bogotá y otras ciudades de Colombia, desencadenada por la brutalidad policial que causó la muerte al abogado Javier Ordóñez durante su arresto, informaron hoy las autoridades.

"Siete particulares resultaron muertos: cinco en Bogotá y dos en Soacha", manifestó el subdirector de la Policía, general Gustavo Moreno, en una rueda de prensa con el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo en la que hicieron un balance de la noche de vandalismo en la capital colombiana.

Los peores disturbios tuvieron lugar en Bogotá y en Soacha, populosa localidad situada al sur de la capital colombiana, pero también hubo violencia en otras ciudades del país como Cali, Medellín, Ibagué, Mosquera y Madrid, estas dos últimas cercanas a Bogotá.

El general Moreno añadió que, en los disturbios, 55 personas quedaron lesionadas y fueron ingresadas en hospitales por lesiones con objetos contundentes, 51 de ellos en Bogotá y los otros cuatro en Soacha.

Igualmente sufrieron lesiones 93 policías, la mayoría de ellos en Bogotá (87) durante la oleada de vandalismo en la que fueron incendiadas instalaciones policiales y autobuses públicos.

La Policía capturó a 70 personas involucradas en los desmanes "por daño en bien público y violencia contra servidor público" tanto en Bogotá como en Medellín, Cali y ciudades del extrarradio de la capital en la que hubo violencia.

Los disturbios del día jueves

Fuego en manifestaciones en Bogotá. Foto: AFP
Fuego en manifestaciones en Bogotá. Foto: AFP

En la noche de este jueves el blanco de las protestas fueron nuevamente los Comandos de Acción Inmediata (CAI) de la Policía, atacados con piedras y otros objetos y obligaron en algunos casos a la intervención de unidades antimotines.

La mayor concentración ocurrió en el CAI de Villa Luz, donde trabajaban los dos uniformados involucrados en la muerte de Javier Ordóñez, cuyo fallecimiento avivó las protestas callejeras.

Si bien allí hubo disturbios e incluso agitadores trataron de incendiar de nuevo la instalación policial, las situaciones más difíciles se vieron en otros barrios en los que se produjeron choques con el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía.

En esos disturbios los manifestantes prendieron fuego y destruyeron los CAI de barrios como Las Ferias y La Macarena, e incluso volvieron a atacar lo que quedó de los de La Gaitana y Verbenal, destruidos la víspera, entre otros.

En el barrio Zona Franca, de la localidad occidental de Fontibón, algunos vecinos formaron una cadena humana para evitar que atacaran un CAI.

Sin embargo, eso no evitó que comenzaran a caer piedras y palos contra la infraestructura y que se desatara un enfrentamiento entre los manifestantes y el Esmad hasta que la situación llegó a un punto en el que ciudadanos denunciaron en las redes sociales que uniformados hicieron disparos al aire.

También hubo desórdenes en otras ciudades como Medellín, Cali, Barranquilla, Manizales, Pereira y Cúcuta.

Sin embargo, una de las situaciones más graves sucedió en Cajicá, municipio cercano a Bogotá, donde ocurrió una asonada y la Alcaldía decretó un toque de queda por los desmanes en vigor desde las 17.00 horas.
Pese a ello, hubo quienes permanecieron en la calle de noche e ingresaron a la sede de la Alcaldía, que fue saqueada.

"Esta no es la forma de protestar, esta no es la forma de reaccionar (...) Han destruido la administración municipal, ha destruido la estación de Policía y están destruyendo los locales comerciales", dijo el alcalde del municipio, Fabio Ramírez.

Detención de defensores de Derechos Humanos

La Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los DD.HH. advirtió que hubo defensores de derechos humanos detenidos por la Policía en Bogotá y en Villavicencio, capital del céntrico departamento del Meta.

"En cumplimiento de nuestro mandato estamos haciendo seguimiento a los casos de los defensores y defensoras de DD.HH. detenidos en Bogotá y Villavicencio. Es fundamental ofrecer garantías para labor de defensa de derechos humanos durante jornadas de protesta social", expresó el organismo en sus redes sociales.

También el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (Cajar) denunció que la Policía tuvo retenidas "de forma irregular" a 25 personas en una estación policial del barrio de Usaquén, en el norte de Bogotá. Posteriormente el Cajar señaló que "fueron dejadas en libertad".

La compleja situación de seguridad que vive Bogotá obligó a la Alcaldía a adelantar de las 23.00 a las 20.00 hora local el cierre de la operación del sistema de autobuses Transmilenio.

La policía en el ojo de la tormenta

Nunca antes la policía había sido el foco de la ira social en Colombia. La institución, que está en la órbita del Ministerio de Defensa y que gozó de popularidad durante el conflicto armado, cometió abusos en las protestas de 2019 que se agravaron, según expertos, durante la pandemia.

Durante las manifestaciones de ambos días murieron diez personas, en su mayoría jóvenes entre 17 y 27 años que fueron baleados. También hay cientos de heridos entre civiles (209) y uniformados (188), pero no se ha informado de policías atacados a tiros mientras que 66 ciudadanos fueron alcanzados por proyectiles.

Esto iba a explotar "en algún momento: la gente desconfía abiertamente de la policía y la policía tiene la noción de que su enemigo es la ciudadanía que sale a manifestarse", sostiene la politóloga Sandra Borda, autora de estudios sobre la protesta social.

Según la experta, la policía "tiene un altísimo grado de militarización" por cuenta del largo conflicto con las guerrillas y la lucha antinarcóticos, desdibujando su papel protector.

En los últimos seis años ha crecido el rechazo hacia la institución. La imagen negativa pasó de 40% en promedio a 57% en agosto de 2020, según la encuestadora Invamer.

Y la pandemia pudo ser un detonante de la crisis de confianza que enfrenta, sostienen analistas.

Expediente de abusos

La noche del 19 de mayo Magally Arboleda (31) se levantó para abrir la puerta de su casa a su sobrino Anderson Arboleda (19), quien volvía de un paseo en moto por el municipio de Puerto Tejada (suroeste).

Camino a la puerta escuchó a la novia del joven gritar "¿por qué le pegan?" y al abrir encontró a un policía golpeando al joven en la cabeza con un bastón.

El uniformado "accionó el gas pimienta en la cara" de Anderson, quien una vez en casa "cayó a llorar al piso (...) y empezó a gritar que le dolían los ojos", relató la mujer a la AFP.

Mientras Anderson era transportado a un centro médico con hematomas en la cabeza, su tía fue a la estación de policía local buscando explicaciones: "el comandante dijo que él estaba violando la cuarentena y por eso (...) le tuvieron que pegar", aseguró Magally.

El joven murió luego en una clínica de la ciudad de Cali. La procuraduría, órgano encargado de castigar a los funcionarios públicos, asumió la investigación.

Durante el confinamiento se han registrado casos similares.

Según una denuncia recibida por el concejal de Bogotá Diego Cancino, del Partido Verde, el 13 de julio varios jóvenes que "estaban tomando cerveza" en la calle fueron abordados por policías "de manera violenta" y trataron de huir. Uno murió por un disparo.

Según la policía el agente actuó en defensa propia.

La ONG Red Comunitaria Trans registró tres agresiones de la policía contra transexuales, una de las cuales involucra a cinco trabajadoras sexuales que recibieron "disparos en los glúteos".

Datos oficiales recabados por Cancino muestran que en 2019 la policía retuvo transitoriamente a 940 personas, mientras que entre marzo y mayo de 2020 los detenidos fueron 7.791.

No obstante, la policía sigue contando con el respaldo del gobierno nacional si bien decidió suspender a los policías que detuvieron a Ordóñez.

"A este gobierno le cuesta trabajo generar empatía con las víctimas y sale más bien a darle un espaldarazo a la institución policial", sostiene Borda.
Este apoyo "envalentona" a los policías que están enfrentando las protestas de "jóvenes de barrios marginales" desempleados por la pandemia, agrega.

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