EFE, AFP
Agentes de la Policía de Israel llevaron a cabo el domingo una redada en una reconocida librería palestina de Jerusalén Este, que centra sus contenidos en el conflicto árabe-israelí, y detuvieron a su propietario, Mahmud Muna, y su sobrino, Ahmad Muna, informó a última hora de la noche el diario israelí Haaretz. Ambos detenidos, conocidos en la vida cultural de Jerusalén, pasaron la noche en la cárcel del Complejo Ruso, situada en la parte oeste de la ciudad.
La librería, The Educational Bookshop, tiene dos tiendas situadas en la calla Salah ad Din de Jerusalén Este, una con su contenido mayoritariamente en árabe y, la otra, en inglés.
Esta última es un punto de referencia en la ciudad tanto para los locales como, sobre todo, para los numerosos cooperantes y periodistas que viven en Jerusalén. También los Muna son muy conocidos en la zona.
Según el periodista Nir Hasson, de Haaretz, las fuerzas israelíes alegaron "sospechas de alteración del orden público" sobre los detenidos.
"Pasaron los libros por el traductor de Google y se llevaron los que no les gustaron. Incluso se toparon con un ejemplar del diario Haaretz con la imagen de los secuestrados (en Gaza) y preguntaron qué era y dijeron que era incitación. Se llevaron todos los libros con la bandera palestina en ellos", relató a Hasson un hermano de uno de los propietarios.
En las imágenes difundidas por el reportero se muestran los libros de la tienda en árabe tirados por el suelo.
Durante la redada, la policía requisó libros como "Gaza en Crisis", del reconocido historiador Ilan Pappé y el filósofo Noam Chomsky; o "Wall and Piece", sobre el grafitero Banksy, entre otros ejemplares sobre el conflicto y la ocupación israelí.

Un tribunal de primera instancia de Jerusalén extendió este lunes un día más, acompañado de cinco de arresto domiciliario, la detención de los libreros, según confirmó a la salida de la vista su abogado, Naser Odeh.
"Esta es una detención política, no legal", denunció ante la prensa el jurista.
Además, los libreros no podrán entrar a su librería durante veinte días ni tener contacto con nadie involucrado en la venta de sus libros durante diez.
Inicialmente, la Policía de Israel había pedido extender el arresto en prisión durante ocho días.
Tanto fuera del tribunal como en su interior, decenas de personas se concentraron para protestar contra su detención, entre ellas numerosas personalidades diplomáticas de países como Brasil, Noruega, Países Bajos u otros representantes de la Unión Europea (UE).