Cientos de manifestantes se congregaron en Lima para una marcha que prometió ser “la más grande” y “con todas las sangres”, según los organizadores de las protestas que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y cierre del Congreso.
La protesta, también denominada paro nacional, fue convocada por gremios campesinos, organizaciones civiles y gremios estudiantiles de las regiones del sur andino Cusco y Puno, y de las regiones más postergadas en Perú, así como de Lima.
Hubo más de 70 puntos “con tránsito interrumpido” en seis regiones del país. “Hoy salimos todas las sangres”, decía el llamado del Bloque Universitario.
La nueva protesta se realizó un día después de que el Congreso bloqueara hasta agosto cualquier debate para adelantar las elecciones generales, una decisión que se dio luego de cuatro proyectos de ley rechazados en siete días, y se terminó archivando el tema.
La segunda vicepresidenta del Congreso de Perú, Digna Calle, renunció a su cargo en la mesa directiva el viernes, precisamente por el bloqueo del Legislativo al adelanto de elecciones. “Renuncio con la esperanza de que se recomponga la mesa directiva y se constituya una fórmula realmente democrática y representativa. Desde el centro democrático creemos que una nueva mesa directiva pueda ser la puerta para que la presidenta Dina Boluarte renuncie y convoque a elecciones generales para el 2023”, dijo Calle.
En otro orden, el Poder Judicial de Perú dictó nueve meses de prisión preventiva contra cuatro personas que fueron detenidas durante las protestas en el Cuzco por la presunta comisión del delito de disturbios, informaron ayer, sábado, fuentes policiales. EFE