ACUSADA DE CORRUPCIÓN
Yenifer Paredes se entregó anoche. Sobre ella existía una orden de detención preliminar por 10 días por su presunta participación en una red de corrupción y lavado de activos.
El presidente de Perú, Pedro Castillo, no está pasando por sus mejores días. La Justicia allanó ayer miércoles su casa familiar en busca de su cuñada Yenifer Paredes acusada de corrupción, tras registrar sin éxito el propio palacio de gobierno en Lima.
Yenifer Paredes, de 26 años, finalmente se entregó anoche a la justicia. Sobre ella existía desde el martes una orden de detención preliminar por 10 días por su presunta participación en una red de corrupción y lavado de activos, que según la justicia, estaría dirigida por el presidente peruano.
La inesperada entrega dio un giro rocambolesco a este caso, luego que la justicia allanara la casa familiar del presidente en el norte de Perú en busca de su cuñada, tras registrar la víspera sin éxito el propio palacio de gobierno en Lima.
El domicilio de Castillo en Chugur, poblado de la región de Cajamarca, a unos 800 km al norte de Lima, fue registrado sin lograr detener a Paredes.
Los operativos estrecharon el cerco judicial contra el presidente de izquierda, que afronta junto a su esposa hasta cinco investigaciones fiscales, una situación inédita para un presidente en ejercicio.
El operativo se realizó con fiscales y policías de Lima “para evitar filtraciones” y protestas entre lugareños.
Yenifer Paredes ya había sido citada a declarar ante el Ministerio Público y a comparecer ante una comisión de control del Congreso peruano, a mediados de julio.

El martes, el recién creado “Equipo especial de fiscales contra la corrupción del poder” había allanado la residencia oficial del presidente en palacio de gobierno también buscando a la cuñada.
El operativo no tuvo precedentes en la historia peruana, donde jamás la justicia había ingresado a la sede del Poder Ejecutivo para detener a una persona.
“De los actos de investigación y diligencias realizadas se advierte la existencia de una organización criminal dedicada a la comisión de diferentes modalidades delictivas”, dice la resolución del juez de la Corte Superior de Justicia Penal Especializada, Raúl Justiniano Romero, que autorizó el allanamiento y detención de la cuñada.
Según el documento judicial, Castillo es el presunto jefe de esa supuesta organización criminal, su esposa Lilia Paredes uno de los “coordinadores” y la cuñada uno de sus “testaferros”.
La cuñada de Castillo es la cuarta persona del entorno presidencial investigada por corrupción.
Castillo cumplió en julio un año en el gobierno, y además del cerco judicial ha enfrentado dos intentos de destitución del Congreso, y cuenta una desaprobación de 74% en la opinión pública, según encuestas.
Los otros colaboradores de Castillo procesados son un sobrino que fungía de asesor y el exministro de Transporte, ambos prófugos de la justicia, y un exsecretario presidencial.
Este último se entregó la semana pasada y busca llegar a un acuerdo de colaboración con la fiscalía para reducir eventuales penas por los presuntos delitos.
La primera dama Lilia Paredes también compareció el mes pasado ante una comisión de investigación parlamentaria. Sin embargo, la esposa del presidente se negó a responder a los legisladores “por recomendación de mi abogado”.
Lilia Paredes ya había declarado ante el ministerio público por el mismo caso, respondiendo todas las preguntas.
Sin abogado
A todo esto, el abogado Benji Espinoza anunció ayer miércoles que renunció a la defensa legal del presidente Castillo y de su esposa, sin dar detalles de la causa de esta decisión. “He tomado la decisión de renunciar a la defensa del señor presidente y la primera dama. En este tiempo he dedicado todas mis fuerzas en la defensa del debido proceso en el marco del principio de presunción de inocencia atendible a cada ciudadano de la república”, comunicó el abogado en su cuenta de Twitter.