EL MERCURIO/GDA
El miércoles pasado, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, salió decidido a refutar las versiones que hablaban de un empeoramiento en la salud de su amigo, el líder cubano Fidel Castro, de 80 años.
Para ello, decidió exhibir ante las cámaras lo que consideró una prueba irrefutable: la rúbrica de una carta escrita por el propio Castro. "¡Analicen el trazo de la firma!", fue el desafío que lanzó Chávez.
Sin embargo, el firme y claro trazo que mostró Chávez generó sospechas en Rodolfo Valero, perito forense colombiano y experto en grafología con 37 años de experiencia, quien comparó esa firma con anteriores de Castro y concluyó que, aunque muy similar al original, lo expuesto era una falsificación.
Desde Bogotá, donde trabaja para el Laboratorio de Criminalística de la policía, Valero afirmó que es la normalidad de los trazos lo que le hace dudar de que sea su propia letra. "Todo individuo, aún no estando mal de salud, de los 70 años en adelante empieza a degenerar su escritura y a producir en su trayectoria temblores y congestiones. Eso es una estadística irreversible", dijo el experto colombiano a El Mercurio.
"La degradación es normal e irreversible. Eso es para cualquier persona, es ley grafológica universal. Jamás hubiera podido tener la firma de un joven de 20 años, ni aunque se hubiese recuperado de todos sus males", sentenció el grafólogo.
Valero confesó tener "muchos años" recopilando firmas de Castro. Según dijo, a partir de 2004 fueron más evidentes los cambios en su rúbrica debido a sus alteraciones anatómicas y fisiológicas. Para el experto, el presunto "falsificador" debe tener entre 20 y 30 años.
"Es un individuo que aprende la firma de Fidel y la reproduce por dibujo. Quien falsifica, dibuja, no escribe", aseguró.
Los trazos según pasan los años
El grafólogo Valero explicó que Castro sufrió los embates clásicos de su edad en cuanto a escritura: "En estos casos, todo el complejo psicosomático ataca al sistema motor de la escritura, que arranca en el músculo cleidomastoideo y termina en las falanges. Este circuito, que se educa con los años, se llama grafodisciplina, pero eso se va afectando con el paso del tiempo", afirmó el perito forense colombiano.