Publicidad

El origen del COVID-19, todavía una incógnita

Compartir esta noticia
Científico trabaja con dosis de vacuna en un laboratorio. Foto: EFE
GRAF9220. COLMENAR VIEJO, 19/03/2020.- Técnicos de laboratorio trabajan en la empresa PharmaMar, cuyo presidente, José María Fernández, realizó declaraciones a la Agencia Efe sobre el medicamento Aplidin, que según las pruebas realizadas en sus laboratorios podrían resultar efectivos en el tratamiento contra el Coronavirus COVID-19.- EFE/Kiko Huesca
Kiko Huesca/EFE

CORONAVIRUS

La Inteligencia de Estados Unidos considera que se necesitará la cooperación de China para alcanzar una conclusión sobre el origen de la pandemia.

La Inteligencia de Estados Unidos admite que se ve incapaz de averiguar los orígenes del COVID-19 con los datos disponibles en la actualidad, según un informe oficial desclasificado ayer viernes.

La Oficina de la Directora de Inteligencia Nacional publicó por completo ese documento, cuyos puntos principales fueron desvelados en agosto pasado, como que el espionaje estadounidense descartó que el COVID-19 fuera diseñado como un arma biológica.

Según se supo en agosto, el informe no llega a una conclusión definitiva sobre qué originó el virus y muestra que la inteligencia estadounidense está dividida entre dos hipótesis: que el virus pasara de un animal a un humano o que fuera producto de un accidente en un laboratorio.

Con la publicación del informe entero queda claro ahora que la Inteligencia de Estados Unidos se ve incapaz de proporcionar una explicación definitiva sobre los orígenes del coronavirus a menos que aparezca nueva información.

En concreto, los datos que el espionaje estadounidense ve necesarios son aquellos que permitan “determinar la vía específica del contacto inicial natural con un animal o que un laboratorio en Wuhan (China) estuvo manejando el SARS-CoV-2 o un virus precursor antes de que el COVID-19 emergiera”.

En este sentido, la Inteligencia de Estados Unidos considera que se necesitará la cooperación de China para alcanzar una conclusión sobre el origen de la pandemia.

“Pekín, sin embargo, continúa entorpeciendo la investigación global, se resiste a compartir información y culpa a otros países, incluido Estados Unidos”, dice el texto. En opinión de la comunidad de Inteligencia estadounidense, esta actuación refleja “la propia incertidumbre del Gobierno de China sobre a dónde podría llevar una investigación, así como su frustración por el hecho de que la comunidad internacional emplea el asunto para ejercer presión política sobre China”.

Algunas de las cuestiones que Estados Unidos cree que podrían arrojar luz serían saber más sobre el momento, la localización y la ocupación de las primeras personas que se contagiaron de COVID-19 y cómo se investigaron estos primeros casos. (EFE)

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

coronavirus

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad