Vinculan al canciller en el cobro de sobornos en el fraude petrolero.

Luego de la dimisión de tres ministros, supuestamente implicados en el fraude de Petrobras, el presidente brasileño Michel Temer enfrenta otro dolor de cabeza debido a las acusaciones contra el canciller José Serra y el líder del gobierno en el Senado, Aloysio Nunes Ferreira. El excandidato presidencial y actual ministro de Exteriores Serra fue citado por altos ejecutivos de las constructoras Odebrecht y OAS, que buscan reducir sus penas en el proceso por las estafas contra Petrobras, según el diario O Globo.

Entre 2007 y 2010 el entonces gobernador de San Pablo Serra recibió "propinas" millonarias de esas dos firmas que participaron en la construcción del "Rodoanel", un camino de circunvalación de la capital.

Para conceder el contrato del Rodoanel, la mayor obra vial del estado, Serra habría exigido el pago de sobornos a las constructoras, que fueron cobrados por hombres de su confianza, según la versión del diario de Río de Janeiro.

Esa noticia no cuenta con la confirmación de la Justicia, dado que hasta el momento no fue formalizada la "delación premiada" de Marcelo Odebrecht, expresidente de la empresa y Leo Pinheiro, quien presidió OAS.

A través de otras "delaciones premiadas" ya fueron revelados sobornos, lavado de dinero, tráfico de influencia y arreglo de contratos en perjuicio de Petrobras en el proceso a cargo del implacable juez Sergio Moro.

A partir de esa telaraña orquestada por grandes constructoras con la petrolera comenzó a descubrirse otra trama de delitos en contratos estaduales dolosos, como el que habría orquestado Serra.

La Policía Federal de Brasil está investigando a un paquistaní que fue arrestado el domingo cuando su esposa denunció que preparaba un atentado con bomba en el aeropuerto de Brasilia, informaron ayer fuentes oficiales. El paquistaní de 32 años, cuya identidad no fue divulgada, fue arrestado en su residencia en la localidad de São Sebastião, que depende administrativamente de Brasilia.

GOBIERNO DE BRASIL EN CRISIS