El secretario adjunto de camioneros, Pablo Moyano, anunció ante la negativa de los empresarios a ir a paritarias (consejo de salarios) un estado de alerta que consistirá en asambleas diarias y "paros sorpresivos".
Moyano, hijo de Hugo Moyano, presidente de la Confederación General de Trabajo (CGT), puntualizó el reclamo de aumento de 30% y el pago de una suma no imponible de entre "3 a 4 mil pesos" (660 a 890 dólares) para los trabajadores.
"Vamos a comenzar con asambleas y vamos a hacer paros sorpresivos", afirmó ayer Pablo Moyano. Además, reclamó la "universalización" de la asignación familiar por hijo y la suba del piso del impuesto a las ganancias.
El secretario adjunto de camioneros criticó a los empresarios por no escuchar los reclamos de los transportistas. "Cuando la actividad andaba bien, no compartían las ganancias. Ahora se excusan que están mal, pero sabemos que ganaron mucho dinero y que pueden pagarlo", expresó el hijo del titular de la CGT.
En las 15 actividades que están aglutinadas bajo la Federación de Camioneros -entre ellas transporte de combustible, caudales, correo y diarios- habrá asambleas de una hora por día y paros sorpresivos.
Más allá del anuncio de las medidas de fuerza, Pablo Moyano afirmó estar "abierto al diálogo" y a la espera de una llamada de los empresarios.
Moyano hijo también fue duro con la presidenta Cristina Fernández por no recibir "al movimiento obrero" y le endilgó: "El gobierno no habla de inflación para tapar algunas cosas. No todo es color de rosa como te la tratan de dibujar".
Hugo Moyano está enfrentado con la Casa Rosada desde el año pasado y por estos días se juega su continuidad en la central obrera, que definirá el nuevo mandato el 12 de julio.
LIDERAZGO. Mientras Hugo Moyano apuesta a una re-reelección al frente de la CGT, un frente de gremios disidentes apuestan a anular los comicios aduciendo que el llamado a elecciones fue irregular. Entre los que aspiran a suceder al camionero está el metalúrgico Antonio Caló, que tiene el apoyo del kirchnerismo.
"Los que quieren reemplazar a Moyano son los mismos que han traicionado en su momento al movimiento obrero permitiendo las privatizaciones", expresó su hijo Pablo.
Con un escrito breve dirigido al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el sector que se opone a la continuidad de Moyano solicitó la suspensión del proceso electoral.
La disidencia -integrada por "los gordos" (representantes de los grandes gremios), exmoyanistas y dirigentes sindicales vinculados al Estado- aguardará ahora una señal del gobierno para definir su estrategia rumbo al 12 de julio, día en que se elegirá a las nuevas autoridades. En caso de no avanzar el pedido de impugnación, los opositores debatirán si participan en la elección o si se retiran y fracturan la CGT. Para una eventual disputa en las urnas, la disidencia ya advirtió que solamente lo hará si es que se determinan las reglas conjuntamente.
"Queremos un proceso legal y legítimo, transparente", dijo uno de los líderes del antimoyanismo. Y precisó: "Nos gustaría definir el padrón, saber quién presidirá el congreso y hacer la elección en un lugar sin bandas, donde no haya ni medio bombo".
El gesto de apoyo a Caló podría escenificarse el lunes próximo en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica, donde se reunirán los principales dirigentes de la disidencia para definir su estrategia.
FRENTE. En medio de esta disputa, el senador y exjefe de Gabinete Aníbal Fernández reclamó a Hugo Moyano, "que no se ponga la gorra" para "agraviar" y sostuvo que "ha dicho una estupidez" al denunciar que "el gobierno está comprando dirigentes" para boicotear su reelección.
Asimismo, dijo que espera que Moyano tenga "la cara" para pedirle "las disculpas del caso" por haberlo calificado como "charlatán de feria" y "lacayo". "No digas que el gobierno compra dirigentes; vos tenés que resolver tu situación con los dirigentes gremiales", planteó Aníbal.
"Nosotros no tenemos nada que hacer en la CGT; es una discusión entre gremios donde el que tiene más manos que se levanten es el que termina ganando y el que terminará conduciendo la CGT (los próximos cuatro años)", agregó.
Moyano dijo que Aníbal era el "lacayo" de los expresidentes Carlos Menem, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.
LAS CIFRAS
890
Es la suma, en dólares, que Pablo Moyano pide para los trabajadores, además de un aumento salarial del treinta por ciento.
15
Son las actividades que se verán afectadas por los paros sorpresivos de los camioneros. Por ejemplo, combustibles y diarios.
Una relación cambiante
El presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT) argentina, Hugo Moyano, impregnó de peronismo al kirchnerismo. Utilizó a la central obrera para llenar de multitudes, banderas, bombos y platillos los actos del expresidente Néstor Kirchner y luego los de la actual mandataria Cristina Fernández.
Pero las buenas relaciones se rompieron en 2009, cuando tras las elecciones legislativas de ese año y de cara a las presidenciales de 2011, para las que Néstor Kirchner ya había lanzado su campaña, Moyano empezó a exigir una devolución de favores. Reclamaba lugares en las listas para sus hombres y el apoyo de la Casa Rosada para candidatearse a jefe de Gobierno en Buenos Aires. La ruptura se mantuvo en secreto; en público, el jefe de la CGT era el más kirchnerista de todos.
El periodista Luis Majul cuenta en su libro, Él y ella (Planeta, 2011), que la noche del 27 de octubre de 2010 las discusiones llegaron a un punto cumbre; ese día Kirchner y Moyano tuvieron una acalorada pelea por teléfono. Un rato después, el exmandatario, pocos meses antes operado del corazón, murió.
Para las elecciones de 2011 Moyano agachó la cabeza y apoyó a Cristina, que no le dejó espacio en las listas. Tras el fallecimiento de Kirchner la mandataria no necesitaba su apoyo para arrasar en la reelección. Pero las relaciones quedaron tensas y hoy, de cara a las elecciones en la CGT, Moyano va camino a convertirse en el mayor opositor desde el inicio de la era "K".