LONDRES
La reina Isabel II de Inglaterra "quedó devastada" por la muerte de uno de sus perros "corgis", el cual fue atacado por el "bull terrier" de la princesa Ana, escribió el diario The Sun.
De acuerdo al informe, la monarca quedó "muy afectada" por la muerte de Pharos, sacrificado por los veterinarios reales luego de ser atacado salvajemente por Dottie, el "terrier" de la princesa Ana, en el castillo de Sandringham, al noreste de Inglaterra.
En esa residencia la familia real pasa cada año la Navidad.
El perro de Ana, Dottie, es el mismo que el pasado año atacó a dos niños en un parque cercano al castillo de Windsor, en el oeste de Londres y por la cual la hija de la reina debió pagar una multa cercana a los 1.000 dólares.
Tras ese ataque, un tribunal británico dispuso que Dottie debía estar "en todo momento controlado por sus dueños".
ATAQUE. The Sun indicó que el ataque contra Pharos se produjo cuando arribaban a Sandringham los miembros de la familia real.
Todo ocurrió cuando al entrar Ana con su perro, fue recibido por los "corgis" de la reina, y en el sorpresivo encuentro Dottie atacó a la mascota de la monarca.
Tras el ataque, Pharos fue seriamente herido y tuvo que ser sacrificado por expertos. Ahora será enterrado en los jardines de la residencia donde murió.
"La monarca quedó devastada cuando se enteró de la muerte de Pharos. Era un perro que tenía desde hacía más de una década y un compañero fiel. Hasta iba a recibir un regalo para Navidad. Toda la familia está preocupada", declaró un portavoz de Buckingham.
Isabel II, de 77 años, termina así uno de sus peores años de reinado, con escándalos, rumores, investigaciones por la muerte de Diana, operaciones y hasta un paje real infiltrado que sacó fotos privadas de su habitación en Buckingham.
"Lo único que espera la Reina ahora es terminar el año 2003 y comenzar uno mejor. Este periodo que pasó fue bastante terrible para la familia real", agregó el vocero. ANSA