Redacción El País
Una investigación llevada a cabo en el Reino Unido ha constatado por primera vez la transmisión accidental, a través de un tratamiento médico, de la proteína causante del alzhéimer, una enfermedad hasta ahora solamente asociada a la vejez o, en menor medida, a la herencia genética.
Un estudio publicado este lunes en la revista Nature Medicine ha constatado que cinco pacientes que fueron tratados con una hormona del crecimiento contaminada -procedente de tejidos cerebrales de cadáveres y en desuso desde 1985- acabaron desarrollando la enfermedad sin tener ni la edad ni la herencia genética vinculadas a ella. Esta estaba contaminada con la proteína beta amiloide, cuya acumulación es responsable del alzhéimer.
La hormona del crecimiento c-hGH, extraída de glándulas pituitarias de personas fallecidas para tratar cuestiones de estatura, se administró a 1.848 niñas y niños del Reino Unido entre 1959 y 1985.
La suspensión de su uso en 1985 -y su sustitución por una hormona sintética- vino derivada de la comprobación de que algunos lotes contenían proteínas infecciosas causantes de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, un trastorno cerebral que a menudo deriva en demencia.
En 2017-2018, más de 30 años después de que este tratamiento dejara de usarse, los autores del estudio analizaron muestras guardadas de la hormona del crecimiento c-hGH y comprobaron que estaban contaminadas con la patología asociada a la proteína beta amiloide, a pesar de llevar décadas almacenadas. (EFE)