Redacción El País
El Gobierno nacional de Brasil y el regional del estado de Río de Janeiro anunciaron ayer miércoles la creación de una unidad de combate al crimen organizado luego del operación policial que dejó más de muertos el martes en esta ciudad carioca.
La creación de la Oficina de Emergencia de Enfrentamiento al Crimen Organizado fue anunciada en una rueda de prensa tras la reunión que tuvieron el ministro brasileño de Justicia, Ricardo Lewandowski, y el gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro.
Castro (PL) anunció la creación de esa oficina con el objetivo de eliminar las barreras entre el gobierno estatal y el federal. El grupo estará dirigido por el secretario de Seguridad Pública de Río, Víctor César Santos, y el secretario de Seguridad Pública de la Nación, Mário Luiz Sarrubbo.
Además, el estado podría contratar expertos en criminología y aumentar el número de efectivos de la Fuerza Nacional y de la Policía Federal de Carreteras en Río. También se acordó intensificar las operaciones de inteligencia de la Policía Federal para desarticular el brazo financiero de los grupos delictivos.
“Es una oficina para actuar con rapidez. Será una pieza clave del nuevo Plan Nacional de Seguridad Pública, que actualmente se debate en el Congreso. Nos enfrentamos a un problema muy grave en Río. Pero pronto veremos buenos resultados”, añadió el ministro Lewandowski.
Castro explicó que la idea es combinar dos oficinas existentes para combatir el crimen sin burocracia. “Más allá de errores y aciertos, la decisión nos obliga, en un sentido positivo, a realizar esta integración. El problema de la Seguridad Pública, como dijo el ministro, es más que nacional, es transnacional. Y Río debe ser tratado como el epicentro. Las acciones se integrarán respetando la competencia de cada organismo. Tenemos muchas posibilidades de avanzar. El Gobierno Federal también tiene una responsabilidad, ya que líderes de otros estados vienen aquí”, afirmó el gobernador.
Mientras las autoridades se reunían, el Palacio de Guanabara en Río estaba rodeado por policías fuertemente armados. La seguridad se reforzó tras una protesta de los residentes de los complejos Penha y Alemão frente a la sede del gobierno. (OGlobo/GDA, EFE)