MAÑANA DOMINGO
Más de 10,8 millones de electores están citados a las urnas el domingo en unas legislativas de las que debería salir un Gobierno estable para conducir al país en el proceso de recuperación post-covid.
“Voten, la seguridad está garantizada”. El llamamiento del socialista António Costa en el cierre de campaña refleja el empeño de los candidatos lusos por movilizar el voto y lograr un desempate entre izquierda y derecha que facilite la gobernabilidad del país.
Más de 10,8 millones de electores están convocados a las urnas mañana domingo en unas legislativas de las que debería salir un Gobierno estable para conducir a Portugal en el proceso de recuperación post-covid.
Sin embargo, los sondeos divulgados ayer viernes confirman que las elecciones deparan un panorama incierto con una ajustada carrera entre la izquierda y la derecha.
En el último día de campaña, los sondeos coinciden. António Costa cede terreno y el conservador Rui Rio crece. El color del Gobierno dependerá de los pactos.
Los socialistas se adjudicarían entre el 32% y el 38% -de 92 a 106 diputados frente a los 108 actuales-, y el PSD terminaría entre el 30% y el 36% -de 87 a 101 escaños-, en la encuesta del diario Expresso divulgada hoy.
El tercer puesto se juega entre el partido ultraderechista Chega, Iniciativa Liberal (derecha), y el Bloque de Izquierda y el CDU -la coalición de comunistas y Partido Verde-.
Los animalistas del PAN y Livre (izquierda) mantendrían 2% y 1%, respectivamente, y podrían ser llave para la gobernabilidad.
En conjunto, apunta otro sondeo de la Universidad Católica, PS, Bloco y comunistas, los socios de la “geringonça”, sumarían el 47%. La misma cifra que el PSD y los grupos de derecha salvo Chega.
Conclusión: Costa necesitaría a Animalistas y Livre, y Rio no podría gobernar sin la ultraderecha.
Con estos números, el voto de los jóvenes -más de 900.000 entre 18 y 24 años- cobra especial importancia, y según los sondeos, no ayudará a los socialistas: solo el 8% adelanta el voto para el PS, mientras que el 24% se inclina por el PSD.
La gran incógnita está en más de 1,1 millón de confinados. Alrededor de un tercio son menores de 18 años, es decir, unos 700.000 pueden votar.