PODGORICA | THE ECONOMIST, AFP
Pronto Europa tendrá dos nuevos estados. Aunque los resultados finales preliminares del referéndum en Montenegro serán anunciados hoy, 55,4% de los habilitados votaron a favor de la separación. Así, Serbia y Montenegro se dedicarán las próximas semanas y meses a negociar su divorcio.
El referéndum del domingo fue uno de los actos finales del drama de 15 años de desintegración de Yugoslavia. Pero no es el último. En un año, a los dos nuevos estados se sumará un tercero, la sureña provincia de Kosovo.
Pero, la independencia de Montenegro sella el fin de Yugoslavia, cuyas otras repúblicas -Eslovenia, Croacia, Bosnia y Macedonia- se separaron en las guerras de la década de 1990 en los Balcanes. Fue la muerte del Mariscal Tito lo que generó una serie de demandas secesionistas, acompañadas por una serie interminable de guerras y conflictos que, en algunos casos, se resolvieron con genocidios.
Ayer, los jubilosos defensores de la independencia celebraron en Pogdorica, la capital montenegrina, y en otros ciudades de esta pequeña república adriática. "Anoche, con la decisión mayoritaria de los ciudadanos de Montenegro, fue renovada la independencia del país", proclamó el primer ministro, Milo Djukanovic.
Montenegro perdió su independencia cuando se volvió parte de Yugoslavia en 1918. Cuando otras repúblicas yugoslavas se separaron a comienzos de la década de 1990, Montenegro permaneció como un estado conjunto con Serbia.
Bajo los términos de un acuerdo negociado por la Unión Europea, se necesitaba una mayoría del 55% en el referéndum del domingo, para que la independencia de Montenegro consiguiera el reconocimiento de la Unión Europea. El peor escenario era que una mayoría votara a favor, pero no se llegara al 55%. Si eso pasaba, lo más probable es que la región se embarcara en meses de confusión política. Eso parece haberse evitado.
Para muchos, el resultado, si se confirma, será simplemente un respiro. La política de Montenegro ha estado dominada por la cuestión de la soberanía por tanto tiempo que la gente ya está cansada. El país sólo tiene 672.000 habitantes, 18% de desempleo y un salario mínimo de 200 euros. Las familias se dividieron por el tema de la independencia. Quieren que el gobierno se concentre en mejorar las condiciones para el empleo y elevar los estándares de vida.
Hasta ahora, Podgorica había contado con una autonomía prácticamente total, con un gobierno, parlamento, moneda (el euro) y un sistema de aduanas.
Montenegro buscará ahora el reconocimiento internacional. Serbia con 7,5 millones de habitantes, no necesita hacerlo porque será el Estado sucesor del viejo Estado unificado. En una ahora aparición fantasmal, Serbia y Montenegro aún participarán como un solo país en el campeonato mundial de fútbol. Las autoridades locales del fútbol estaba preparada para esta eventualidad, pero no parece que lo estuviera el gobierno serbio.
En una semana, Djukanovic viajará a Bruselas para pedir el reconocimiento formal de los países de la Unión Europea. En contraste, el gobierno de Vojislav Kostunica, el primer ministro serbio, parece perdido. "Esto es un golpe político y psicológico para Kostunica", opina Braca Grubacic, un analista político serbio. Kostunica se opuso a la independencia de Montenegro, actuando como si no fuera a suceder, y por lo tanto sin hacer ningún preparativo.
El gobierno de Kostunica también se opone a la independencia de Kosovo, que tiene una mayoría albana. Pero eso también parece inevitable, a más tardar este año o en 2007. "Las cosas se están derrumbando", dice Grubacic.
Los autoridades de la Unión Europea están aliviadas por los resultados en Montenegro. Su insistencia en una mayoría del 55%, pretendía asegurar un resultado que sea difícil de rebatir. Javier Solana, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea no habrá brindado con champagne por el resultado, como dijo una fuente, pero seguro que tiene un problema menos que resolver.