Redacción El País
Sanae Takaichi se convirtió ayer martes en la primera mujer en lograr el puesto de primera ministra en Japón. Takaichi, de 64 años, recibió el respaldo del Parlamento tras ganar las primarias en el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) a comienzos de octubre, cuando también se convirtió en la primera mujer en hacerlo. Expresentadora de noticias, se había presentado sin éxito antes dos veces para liderar el PLD. Sucederá a Shigeru Ishiba.
La elección de Takaichi como primera ministra estaba prácticamente asegurada después de que el lunes firmara un acuerdo con el opositor Partido de la Innovación de Japón (Ishin), su nuevo socio, para su ratificación en el Parlamento: con mayoría en primera ronda en la Cámara Baja y un ajustado resultado en segunda vuelta en la Cámara Alta.
Nacida en Nara, en el oeste japonés, en 1961, Takaichi es una admiradora confesa de Margaret Thatcher, lo que le ha valido el sobrenombre de “la dama de hierro japonesa”. Aficionada al béisbol, deporte nacional, Takaichi era la única mujer entre los cinco candidatos a presidir el PLD y también el perfil más nacionalista entre los aspirantes.
Heredera espiritual del asesinado ex primer ministro Shinzo Abe, Takaichi ha prometido llevar al PLD y a Japón a “una nueva era”, navegando la compleja situación que atraviesa ante la pérdida de la mayoría de la coalición gobernante en el Parlamento y la necesidad de granjearse apoyos de la oposición.
Las opiniones revisionistas de Takaichi en torno al pasado belicista de Japón podrían asimismo revertir años de progreso en la cooperación con Corea del Sur y la distensión con China.
Referente del ala dura del PLD, Takaichi tocó la batería en una banda de heavy metal en su época universitaria y dio el salto a la política en 1996, después de haber trabajado como presentadora del canal TV Asahi.
Ha ocupado diferentes cargos ministeriales y dentro del partido, como la cartera de Interior y de Seguridad Económica, así como la de Estado para Economía, Comercio e Industria y para Ciencia y Política Tecnológica.
Takaichi es pareja de Taku Yamamoto, a cuyos tres hijos ha adoptado, colega político que ha llegado a desempeñarse como viceministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca y con quien se casó en 2004. Un año después fue elegida por primera vez como miembro de la Cámara Baja.
Aunque había prometido un gabinete con un nivel “nórdico” de mujeres, ayer martes solo nombró a dos funcionarias entre sus 19 ministros, al igual que su predecesor. Se trata de Satsuki Katayama, que asume la cartera de Finanzas, y Kimi Onoda, en Seguridad Económica.
Japón ocupó el puesto 118 de 148 en el Informe Global sobre la Brecha de Género 2025 del Foro Económico Mundial.
Alrededor del 15% de los escaños de la Cámara Baja los ocupan mujeres y las juntas directivas de las empresas están compuestas en su gran mayoría por hombres.
Takaichi dijo que espera crear conciencia sobre los problemas de salud femeninos y ha hablado abiertamente sobre su propia experiencia con la menopausia.
Sin embargo, se opone a la revisión de una ley del siglo XIX que obliga a las parejas casadas a compartir el mismo apellido y quiere que la familia imperial mantenga la sucesión exclusivamente masculina. También se opone a al sistema de cuotas para cargos políticos.
Trump y China
Takaichi será la quinta persona al frente del gobierno de Japón en cinco años. Asume un gobierno de minoría con una agenda llena, incluida una visita del presidente estadounidense, Donald Trump, la próxima semana a Tokio.
El PLD ha gobernado Japón de forma casi ininterrumpida durante décadas, pero que se ha vuelto cada vez más impopular. Takaichi se comprometió a “fortalecer la economía japonesa y reorganizar a Japón como un país que puede ser responsable con las generaciones futuras”.
Entre los otros retos que esperan a Takaichi están los detalles del acuerdo comercial con Estados Unidos, que sigue sin resolverse. En medio de su guerra arancelaria, Trump quiere que Japón deje de importar energía de Rusia y aumente el gasto en defensa.
La nueva primera ministra también deberá lidiar con el descenso de la población japonesa e inyectar dinamismo a una economía estancada.
En el pasado, Takaichi ha respaldado una agresiva flexibilización monetaria y el aumento del gasto público, haciéndose eco de su mentor, el ex primer ministro Shinzo Abe.
Sobre China, ha declarado que el gigante asiático “menosprecia completamente a Japón” y que Tokio debe “abordar la amenaza a la seguridad” que representa Pekín. Sin embargo, desde entonces ha suavizado su retórica.
Por ejemplo, la semana pasada no asistió a una ceremonia en el santuario de Yasukuni -al que solía acudir habitualmente- en honor a los caídos en las guerras de Japón, un símbolo para los países vecinos del pasado imperialista nipón.
Pekín aseguró este martes que “tomó nota del resultado” de la elección japonesa y que espera “avanzar” en sus relaciones con Tokio, al que instó a “cumplir sus compromisos políticos en cuestiones importantes, como la historia y Taiwán”. EFE, AFP
Sin mayorías, “el camino por delante será difícil”
La elegida nueva primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, auguró un mandato “difícil” y pidió estabilidad política para encauzar la economía. “Tanto en la Cámara Baja como en la Alta, el Partido Liberal Democrático y el Partido de la Innovación de Japón carecen de mayoría”, dijo Takaichi en su primera rueda de prensa tras su elección. “El camino por delante será difícil”, constató.