El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, enfrenta crecientes críticas y llamados a que renuncie debido a escándalos relacionados con los ataques a presuntas embarcaciones de narcotraficantes y a su uso de la aplicación Signal para discutir información militar sensible. Hegseth, un exoficial de la Guardia Nacional del Ejército convertido en presentador de Fox News y ahora al mando de las fuerzas armadas más poderosas del mundo, ya estuvo envuelto en la polémica hace casi un año, al ser confirmado por el Senado en enero por estrecho margen.
El caso “Signalgate”, que hizo titulares hace nueve meses, resurgió con la publicación de un informe independiente que concluye que el uso de esta aplicación de mensajería para hablar de ataques inminentes en Yemen “creó un riesgo para la seguridad operativa”.
La campaña militar lanzada por Washington desde septiembre en el Caribe y el Pacífico, presentada como una lucha contra el narcotráfico, en particular los ataques que mataron a presuntos contrabandistas de drogas que habían sobrevivido a un bombardeo inicial, avivaron la oposición a Hegseth.
La controversia ha alimentado las peticiones de renuncia de algunos demócratas, aunque su permanencia en el gabinete de Donald Trump no parece correr peligro inmediato.
Hegseth “se encuentra en una situación difícil, pero parece conservar la confianza de Trump, a pesar de haber perdido el apoyo de algunos republicanos. No creo que esté en una posición insostenible”, afirmó Mark Cancian, excoronel del Ejército estadounidense y analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
El jefe del Pentágono está “al filo de la navaja”, y Trump tiene “un secretario de Defensa que le está causando muchos problemas”, opinó, en cambio, Jim Townsend, alto funcionario del mismo departamento durante la presidencia del demócrata Barack Obama.
AFP