El gobierno israelí anunció ayer que construirá 3.000 viviendas más en colonias judías de Jerusalén oriental y Cisjordania, en una aparente medida de retorsión al acceso de Palestina al estatus de Estado observador no miembro en la ONU.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, denunció la votación en la Asamblea General y criticó el "discurso de propaganda mentirosa" del presidente palestino Mahmud Abas, acusándolo de "no expresarse como un hombre de paz". Pero Netanyahu no se salvó de las críticas de la oposición israelí, que lo acusó de no haber sabido disuadir a los palestinos.
Confirmando informaciones adelantadas por el diario israelí Haaretz, un alto responsable del gobierno dijo que se construirán 3.000 viviendas más "en Jerusalén y Cisjordania". "Es correcto", aseveró el responsable, que pidió el anonimato.
"Según un responsable político, Netanyahu decidió construir 3.000 viviendas nuevas en Jerusalén oriental y en colonias de Cisjordania en respuesta a la iniciativa palestina en la ONU", escribió el periodista Barak Ravid en su cuenta en Twitter.
"Pese a las garantías que dio al presidente (estadounidense Barack) Obama, el primer ministro Netanyahu ha ordenado continuar las edificaciones en la zona E1, entre Maalé Adoumim y Jerusalén, lo que aislará la parte norte de Cisjordania de su región meridional", afirma.
REACCIONES. Los palestinos no tardaron en denunciar el proyecto. "Se trata de una agresión israelí contra un Estado, y el mundo debe asumir sus responsabilidades", declaró Hanane Ashraui, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización de Liberación de Palestina.
Con este proyecto, congelado desde hace años por la presión norteamericana, Israel espera conectar Maalé Adoumim (35.000 habitantes), en Cisjordania, y las colonias judías de Jerusalén oriental, ocupada y anexionada desde 1967.
La Casa Blanca condenó la decisión israelí y la tachó de "contraproducente". "Reiteramos nuestra oposición de larga data a los anuncios de asentamientos y de construcciones en el este de Jerusalén. Creemos que estas acciones son contraproducentes y hacen más difícil reanudar negociaciones directas o alcanzar una solución de dos Estados", manifestó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Tommy Vietor.
Pocas horas antes, el vice- primer ministro israelí Sylvan Shalom advirtió que su país podía tomar precisamente esa medida en respuesta a la victoria palestina en la ONU. "Los acuerdos de Oslo (1993) prohibían las iniciativas unilaterales", declaró Shalom.
"La violación de esos acuerdos (...) significa que Israel también puede tomar medidas unilaterales como aplicar la soberanía israelí en los Territorios y conectar Maalé Adoumim con Jerusalén", amenazó Shalom.
Sylvan Shalom es un "halcón" que ocupa el tercer lugar en la lista del Likud (derecha) para las próximas elecciones legislativas del 22 de enero.
En noviembre de 2011, tras el acceso de Palestina al estatuto de miembro integral de la Unesco, Israel también había acelerado la construcción en las colonias en Cisjordania.
"La decisión de la ONU no cambiará nada en el terreno. No habrá Estado palestino sin compromisos que garanticen la seguridad de los ciudadanos de Israel", advirtió Netanyahu el jueves por la noche.
ESTANCAMIENTO. No obstante, los responsables israelíes no dieron a entender que vayan a cuestionar los acuerdos con los palestinos. Eso sí, podrían bloquear los impuestos que Israel recauda por cuenta de la Autoridad Palestina o reducir el número de permisos de trabajo para los palestinos. "Reaccionaremos en su momento, porque estamos asistiendo realmente a una violación de los acuerdos", insistió el ministro de Asuntos Estratégicos, Moshé Yaalon.
La oposición, mientras tanto, no dejaba de asaetear con sus críticas a Netanyahu, gran favorito de cara a las legislativas del 22 de enero.
"Con el reconocimiento, Israel ha perdido los logros obtenidos mediante las negociaciones", lamentó la excanciller Tzipi Livni (2006-2009), que esta semana creó un nuevo partido de centro y competirá contra Netanyahu.
"Esto es el resultado de una política errada, de cuatro años de estancamiento político, de discursos y de acusaciones del gobierno de Netanyahu (...) que han atentado contra Israel y contra nuestros intereses de seguridad frente a los palestinos y al mundo", declaró Livni.
La dirigente del partido de izquierda Meretz, Zahava Gal-On, fue mucho más allá estimando que Israel debería haber apoyado la iniciativa palestina.
"Un Estado palestino interesa a Israel", afirmó.
Las cifras
35.000
Son los habitantes que llegarían a Jerusalén oriental y Cisjordania para ocupar las nuevas viviendas que fueron autorizadas ayer.
507
Son los miles de colonos que había en Jerusalén y Cisjordania hasta 2008, según la Fundación por la Paz en Oriente Medio.