AFP, EFE
El presidente estadounidense, Donald Trump, dice que “no tiene prisa” en hablar con su homólogo chino, Xi Jinping, pese al comienzo de una nueva guerra comercial entre sus dos países. Trump impuso nuevos aranceles del 10% sobre los productos chinos, por encima de los que ya estaban vigentes sobre la segunda economía mundial. En represalia, China presentará una queja ante la Organización Mundial del Comercio y decretó aranceles del 15% sobre las importaciones de carbón y gas natural licuado de Estados Unidos y del 10% sobre el petróleo crudo, la maquinaria agrícola, los vehículos de gran cilindrada y las camionetas. También investigará al gigante tecnológico estadounidense Google y al grupo de moda propietario de Tommy Hilfiger y Calvin Klein, además de extremar los controles de exportación sobre algunos metales y productos químicos utilizados para aparatos industriales.
China es un mercado importante para las exportaciones energéticas estadounidenses que totalizaron más de 7.000 millones de dólares el año pasado, mucho menos que los 94.000 millones de dólares que las importaciones desde un país amigo: Rusia.
Pero Trump declaró ayer que “no tiene prisa” en hablar con Xi para desactivar el conflicto.
El presidente “no va a permitir que China siga suministrando y distribuyendo fentanilo mortal en nuestro país, esa fue la razón de este arancel”, afirmó antes la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.

Las bolsas de valores vacilan el martes mientras los inversores se preparan para una actividad de mercado volátil en las próximas semanas debido a las amenazadas arancelarias de Trump sobre los tres principales socios comerciales de Estados Unidos.
Y es que México y Canadá también estaban amenazados con gravámenes del 25% sobre sus productos (y del 10% sobre los hidrocarburos canadienses), pero la medida fue aplazada un mes en busca de un “acuerdo”.
Trump convirtió los aranceles en una herramienta de la política exterior en su segundo mandato. Esta vez los usa, según él, para castigar a los países por no detener los flujos de migrantes ilegales y drogas, incluido el fentanilo, un opioide sintético.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y el primer ministro canadiense Justin Trudeau llegaron a acuerdos de última hora con Trump el lunes para endurecer las medidas fronterizas, con lo que ganaron 30 días para negociar.
México afirma haber comenzado a desplegar a 10.000 militares en la frontera como había prometido a Trump. “Ya se empezaron a enviar”, dijo Sheinbaum en rueda de prensa.
Trudeau prometió nombrar a un “zar del Fentanilo” e incluir a los carteles de drogas en su lista de organizaciones terroristas, como ha hecho Trump nada más regresar a la Casa Blanca.
Además, el ministro de Recursos Naturales canadiense, Jonathan Wilkinson, propuso ayer martes una mayor cooperación con EE.UU. en materia energética y de minerales con la creación de una alianza que reduzca la dependencia estadounidense de China y Rusia.

¿Acuerdo con China?
“Depende del jefe, nunca me adelanto al jefe”, afirmó Peter Navarro, un veterano del primer mandato de Trump, al medio de comunicación estadounidense Politico.
No está claro cuándo hablarán por teléfono Trump y Xi. “No tengo ninguna actualización sobre cuándo tendrá lugar esa llamada”, declaró ayer la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. Trump “no va a permitir que China siga suministrando y distribuyendo fentanilo mortal en nuestro país, esa fue la razón de este arancel”, insistió.
“Nos va a ir muy bien contra China y contra todos los demás. Ahora mismo, se han aprovechado de la Administración de (Joe) Biden como nunca antes hemos visto”, por su lado Trump desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Trump sostuvo que China está usando el dinero estadounidense “para construir su ejército” y criticó que Biden por permitirlo.
“La buena noticia es que lo estamos haciendo muy bien. Nos va bien con países que nadie esperaba que fuera bien. Se nos respeta nuevamente como nación, tal vez a un nivel que la gente no había visto en muchas, muchas décadas”, dijo.
Trump recalcó que hablará con su homólogo chino, Xi Jinping, en el momento adecuado: “No tengo prisa”, recalcó.

Europa se prepara
Los ministros de Industria y Comercio de la Unión Europea (UE) abordaron ayer martes en Varsovia la posibilidad de responder con “herramientas de defensa comercial” a la posible imposición de aranceles desde Estados Unidos.
Stéphane Séjourné, vicepresidente ejecutivo de Prosperidad y Estrategia Industrial de la Comisión Europea (CE), aseguró que “si tenemos una guerra comercial, todos seremos perdedores”.
El francés advirtió que Europa “ha desarrollado una serie de herramientas que permiten defenderse” ante una eventual guerra de aranceles transatlántica.
Por su parte, el comisario europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maroš Šefovič, subrayó que “la UE respondería con firmeza a cualquier socio comercial que imponga aranceles de manera injusta o arbitraria a los productos” del bloque europeo, en una clara alusión a la reciente amenaza de Trump de incrementar las trabas económicas a las importaciones europeas.
Como ejemplo de la disposición de Bruselas a defender sus intereses comerciales, Šefovi citó el caso de los vehículo eléctricos chinos, a los que, dijo, “ya hemos impuesto aranceles (...) por estar subvencionados injustamente”.
El comisario eslovaco apuntó que la UE tiene un superávit de 154.000 millones de euros en bienes con respecto a Estados Unidos, mientras que EE.UU. tiene un superávit de 104.000 millones de euros en servicios con respecto a la UE. Destacó que cinco millones de empleos en ambos lados del Atlántico dependen de esta relación comercial.
Aranceles como la principal fuente de ingresos del Estado
Peter Navarro, asesor de Comercio y Manufactura de Estados Unidos, aseguró ayer martes que la Administración de Donald Trump quiere que los aranceles y no los impuestos sobre la renta sean la principal fuente de ingresos para el funcionamiento del Ejecutivo. En declaraciones a la cadena de televisión Fox News, Navarro dijo que la visión de Trump es volver a las políticas del presidente William McKinley (1897-1901) “cuando los aranceles eran la principal fuente de ingresos para el funcionamiento del Gobierno”.
“Por eso (Trump) ha establecido el Servicio de Ingresos Externos (SEI)”, continuó Navarro, quien también insistió en que los escépticos deberían “confiar” en el mandatario republicano. Aunque Trump prometió crear el SEI en su primer día en la Casa Blanca el pasado 20 de enero, solo firmó un decreto para estudiar su creación. El estudio debe estar acabado el próximo 1 de abril.
Navarro insistió en la misma idea durante un evento organizado por la revista Politico ayer martes en Washington. El asesor comercial explicó que “si Trump tiene el éxito que persigue”, la economía estadounidense “va a experimentar un cambio estructural al pasar de una que depende de los impuestos sobre la renta a otra que también depende de los ingresos de los aranceles y el Servicio de Ingresos Externos”.
Ayer martes, EE.UU. empezó a imponer aranceles del 10 % a las importaciones chinas. También estaba prevista la puesta en marcha de los gravámenes del 25% a México y Canadá, pero el lunes Trump anunció que suspendía la medida durante 30 días.

“Mercado aliviado”, afirman en Wall Street
La bolsa de Nueva York terminó al alza el martes, aplacada por el aplazamiento concedido por EE.UU. a los aranceles contra México y Canadá, y aliviada por la respuesta de China a los aranceles estadounidenses, considerada moderada. El índice Dow Jones ganó un 0,30%, el tecnológico Nasdaq un 1,35% y el índice ampliado S&P 500 un 0,72%. “El mercado está aliviado”, declaró a la AFP Steve Sosnick, de Interactive Brokers.
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