LLUVIAS TORRENCIALES
Se trata de la peor tragedia desde 1977 cuando murieron 37.

El número de fallecidos por las lluvias torrenciales y las inundaciones en la región ateniense del Ática aumentó ayer a 16. Buscan a otras cuatro personas desaparecidas.
El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, visitó ayer Mandra, la zona más afectada por las lluvias y del que procedían 13 de las 16 víctimas mortales registradas hasta el momento.
El Gobierno ha decretado luto nacional y se han suspendido una serie de actividades públicas, entre ellas un debate parlamentario.
Las lluvias del miércoles convirtieron calles y carreteras en potentes torrentes, aplastaron coches contra viviendas y anegaron multitud de edificios.
Varias víctimas vivían en subterráneos y fueron halladas muertas en sus casas, donde el agua llegó a alcanzar los dos metros de altura. Se trata de la mayor catástrofe de este tipo desde noviembre de 1977, cuando 37 personas murieron en Atenas a causa de una tormenta que inundó buena parte de la capital.