Gaza y su futuro tras la guerra: ¿sigue Hamás, control israelí, fuerza internacional o autoridad palestina?

Luego de 16 meses guerra entre Israel y Hamás, y en medio de un frágil alto el fuego, comienzan las negociaciones para definir quien gobernará Gaza. En principio, hay cuatro alternativas tomando forma.

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Combatientes del grupo palestino Hamas aseguran una zona antes de entregar un rehén al la Cruz Roja.
Combatientes del grupo palestino Hamas aseguran una zona antes de entregar un rehén al la Cruz Roja.
Foto: AFP

Patrick Kingsley / The New York Times
Durante casi 16 meses de guerra en la Franja de Gaza, políticos y analistas debatieron propuestas contrapuestas para la gobernanza del territorio después de la guerra, pero no surgió ninguna dirección clara mientras continuaron los combates.

Ahora, mientras se mantiene un frágil alto el fuego y mientras Israel y Hamás se preparan para las negociaciones para extender la tregua, cuatro modelos rivales para el futuro de Gaza han comenzado a tomar forma.

Por ahora, no está claro qué modelo será el que se impondrá. El resultado probablemente dependerá en gran medida del presidente Donald Trump, que hoy martes en Washington hablará sobre el futuro de Gaza con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Y Arabia Saudita podría inclinar la balanza si acepta por primera vez forjar vínculos formales con Israel, a cambio de una estructura de gobierno particular en Gaza.

Esto es lo que implican los modelos y qué probabilidades hay de que tengan éxito.

Trump recibió ayer a Benjamín Netanyahu en el Salón Oval. Foto: AFP
Casa Blanca: Donald Trump y Benjamín Netanyahu durante la primera presidencia del estadounidense.
Foto: AFP

Gobierno de Hamás

En las últimas semanas, al liberar rehenes, Hamás ha hecho hincapié en demostrar que sigue siendo la fuerza palestina dominante sobre el terreno. Cientos de militantes enmascarados de Hamás se han reunido en cada punto de liberación, lo que da la impresión de que el grupo, aunque maltrecho por 16 meses de guerra, sigue al mando.

Los agentes de seguridad de Hamás también han vuelto a aparecer para restablecer el orden en todo el territorio, deteniendo y controlando vehículos y tratando de desactivar municiones sin detonar. Los funcionarios municipales también han comenzado a remover escombros.

Para la mayoría de los israelíes, la presencia prolongada de Hamás es desagradable. Algunos podrían aceptarla si Hamás aceptara liberar a todos los rehenes que quedan en Gaza. Otros, en particular en la derecha israelí, quieren reanudar la guerra, incluso si eso cuesta la vida de algunos de esos cautivos, para obligar a Hamás a retirarse.

Si Hamas se mantiene en el poder, será difícil para el grupo reconstruir Gaza sin apoyo extranjero. Es posible que el grupo esté dispuesto a ceder el poder a un liderazgo palestino alternativo, en lugar de seguir presidiendo un desierto ingobernable.

Los combatientes del grupo militante palestino Hamas aseguran un área antes de entregar a un rehén israelí-estadounidense.
Combatientes de Hamas aseguran el área antes de entregar a un rehén israelí-estadounidense.
Foto: AFP

Ocupación israelí

Cuando comenzó el cese del fuego el mes pasado, Israel mantuvo el control de una zona de amortiguación a lo largo de las fronteras de Gaza que tiene varios cientos de metros de ancho. Para poner fin a la guerra y lograr la liberación de todos los rehenes, Israel necesita en algún momento evacuar ese territorio. Pero eso es impensable para miembros importantes de la coalición de Netanyahu, lo que significa que podría extender la ocupación israelí, o incluso ampliarla.

Sin embargo, para lograrlo, Netanyahu probablemente necesitaría el apoyo de la administración Trump, que ha señalado que quiere que se extienda el cese del fuego para permitir la liberación de todos los rehenes. Volver a la guerra también echaría por tierra cualquier posibilidad a corto plazo de un acuerdo entre Israel y Arabia Saudita, un logro internacional importante que Netanyahu codicia desde hace mucho tiempo.

Fuerza internacional

Cuando las tropas israelíes se retiraron la semana pasada de gran parte del Corredor Netzarim, una zona estratégica que conecta el norte y el sur de Gaza, permitieron que una cohorte de contratistas de seguridad extranjeros llenara el vacío. Dirigidos por guardias de seguridad egipcios, los contratistas controlan el tráfico que se dirige al norte en busca de armas, con la esperanza de frenar los esfuerzos de Hamás por rearmar a sus militantes. Dos empresas estadounidenses participan en el proceso, pero no está claro qué papel desempeñan sobre el terreno.

Por ahora, el proceso es un ensayo a pequeña escala que carece de la participación formal de otros países árabes, salvo Egipto y Catar, los dos estados que median entre Israel y Hamás. Pero algunos funcionarios israelíes dicen que podría ampliarse, tanto en términos geográficos como de responsabilidad, para abarcar funciones administrativas en un área más amplia, con el respaldo público y financiero de los principales estados árabes como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

Es poco probable que ninguno de ellos busque un papel formal sin la bendición de la Autoridad Palestina (AP). La AP, a la que Hamás expulsó de Gaza en 2007, todavía controla parte de Cisjordania y se la considera la única alternativa palestina seria a Hamás. Pero los dirigentes israelíes consideran que la AP es corrupta e incompetente y han rechazado la idea de darle un papel importante en Gaza, al menos por ahora.

Militante palestino de Hamas previo a una entrega de rehenes.
Militante palestino de Hamas previo a una entrega de rehenes.
Foto: AFP

Autoridad Palestina

Dicho esto, los representantes de la AP comenzaron a trabajar silenciosamente en otra parte de Gaza durante el fin de semana, lo que sugiere que sectores del liderazgo israelí pueden en la práctica ser más flexibles respecto de la participación de la Autoridad.

Israel permitió que funcionarios de la Unión Europea y de la AP reanudaran las operaciones en el cruce de Rafah, un puesto de control en la frontera entre Gaza y Egipto. Públicamente, Israel restó importancia a la participación de la AP en el puesto de control, en parte para evitar enojar a los miembros de la coalición de Netanyahu. Pero las operaciones en Rafah han alimentado la especulación de que Netanyahu, bajo presión de Trump y los líderes árabes del Golfo, podría tolerar un papel más amplio para la AP, tal vez en asociación con fuerzas de paz o contratistas extranjeros.

TREGUA

Trump sin “garantías” de que siga el alto el fuego

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció ayer lunes que no tiene “garantías” de que el alto el fuego se vaya a mantener en la Franja de Gaza.

“No hay garantías de que se mantenga. He visto a personas maltratadas como nunca antes. Nadie ha visto algo así. No, no tengo garantías de que la paz vaya a mantenerse”, afirmó a periodistas en la Casa Blanca. Trump dijo que “Israel ciertamente es un país pequeño en términos de territorio” y comparó su tamaño con su “maravilloso bolígrafo”, mientras que Oriente Medio dijo que tendría en comparación la extensión de su escritorio. Tras su declaración, el mandatario dio la palabra a su enviado para Oriente Medio, Steve Witkoff, señalado como figura clave del acuerdo de alto el fuego alcanzado entre Israel y Hamás. “Se mantiene hasta ahora, y ciertamente tenemos esperanza, y esa es la orden del presidente: sacar a los rehenes, salvar vidas y llegar, con suerte, a una resolución pacífica de todo esto”, dijo Witkoff. Es la segunda vez que Trump se muestra escéptico sobre el futuro del alto el fuego vigente en Gaza. EFE

Netanyahu se reúne hoy con Trump

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aborda desde ayer lunes en Washington la segunda fase del alto el fuego en Gaza, antes de ser recibido hoy martes por Donald Trump.

Dos responsables del grupo terrorista Hamás dijeron bajo condición de anonimato a la AFP que el movimiento está “listo para iniciar las negociaciones para la segunda fase” del alto el fuego con Israel.

Las discusiones se centrarán en “evitar un retorno a la guerra, la retirada militar” israelí de Gaza y “los criterios” para los canjes entre los últimos rehenes israelíes y los presos palestinos, precisó uno de ellos.

Visita de Benjamin Netanyahu
Trump y Netanyahu reunidos en la Casa Blanca, durante la primera administración del republicano en 2018.
Foto: AFP

Rusia pidió ayer lunes a Hamás “cumplir sus promesas” sobre la liberación de rehenes, durante una visita a Moscú de un responsable del grupo terrorista.

El vicepresidente de la oficina política de Hamás, Musa Abu Marzuk, se entrevistó en Moscú con el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Mijail Bogdanov.

Netanyahu es el primer dirigente extranjero en ser recibido por Trump desde su toma de posesión, símbolo de la fuerte alianza entre ambos países.

Esta visita coincide con la reanudación de las negociaciones, por mediadores interpuestos, entre Israel y Hamás en la segunda fase del cese del fuego. Esta debe permitir la liberación de los últimos rehenes retenidos en la Franja de Gaza y el fin definitivo de la guerra, desencadenada por el ataque sin precedentes de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023.

Netanyahu se entrevistó ayer con Steve Witkoff, enviado especial de Trump para Oriente Medio, y durante la semana tiene previsto un encuentro con el primer ministro de Catar y altos responsables de Egipo, los otros dos países mediadores.

Al término de las liberaciones de la primera fase del cese del fuego, que entró en vigor el 19 de enero, Hamás seguirá reteniendo aun unos 50 rehenes, vivos o muertos.

Después de Netanyahu, Trump recibirá al rey Abdalá II de Jordania el 11 de febrero. AFP

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