POLÉMICA
Grupos de derechos humanos señalan a la expresidenta de Chile y uigures piden su renuncia.
La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU Michelle Bachelet defendió ayer su polémica visita a China, e instó a las autoridades a evitar medidas “arbitrarias e indiscriminadas” en Xinjiang, una región en la que Pekín está acusada de abusos generalizados.
El viaje de Bachelet, previsto desde hace tiempo, la llevó a la región del extremo occidental, donde se acusa a China de haber detenido a más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas, así como de esterilizaciones forzadas.
Estados Unidos califica las acciones de China en Xinjiang de “genocidio” y “crímenes contra la humanidad”, acusaciones que Pekín niega con vehemencia, pues afirma que sus medidas de seguridad son una respuesta necesaria al extremismo.
Lluvia de críticas
La gira de la funcionaria de la ONU ha sido blanco de críticas por parte de grupos de derechos humanos y de los uigures en el extranjero.
Luego de una reunión por video que Bachelet mantuvo con el presidente Xi Jinping, los medios de prensa estatales sugirieron que apoyaba la visión china sobre los derechos humanos. Pero su oficina aclaró posteriormente que sus comentarios no contenían un respaldo directo al historial chino sobre derechos humanos.
“Algunos países occidentales... hicieron todo lo posible para interrumpir y socavar la visita de la Alta comisionada, pero el complot no tuvo éxito”, afirmó el viceministro chino de Relaciones exteriores Ma Zhaoxu en una declaración en línea tras la conferencia de prensa de Bachelet.
“Renunciar es lo único que ella debería hacer por el Consejo de los derechos humanos”, dijo Dilxat Raxit, portavoz del Grupo de defensa del Congreso mundial uigur.
La activista uigur residente en Estados Unidos Rayhan Asat dijo en Twitter que se trató de una “traición total”.
El director ejecutivo de Human Rights, Kenneth Roth, restó importancia al argumento de Bachelet de que su visita fue valiosa porque pudo hablar con franqueza a los funcionarios chinos.
“Ese tipo de conversaciones tras bambalinas es justo lo que el gobierno chino quiere, sin informes públicos, sin presión para poner fin a su intensa represión contra los uigures y otros”, señaló Roth por Twitter.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, afirmó en comunicado que “la visita de la Alta comisionada se caracterizó por tomarse fotos con altos funcionarios del gobierno y la manipulación de las declaraciones por los medios estatales chinos, dando la impresión de que participó directamente en un ejercicio de propaganda altamente predecible” del gobierno chino.
"No es investigación"
Bachelet insistió en que su visita “no es una investigación”, sino una “oportunidad” para hablar con “franqueza” con las autoridades chinas, con grupos de la sociedad civil y académicos.
Se trata del primer viaje a China de la máxima autoridad de la ONU en materia de derechos humanos en 17 años, y se produce después de arduas negociaciones sobre las condiciones de su visita.