Redacción El País
Un hombre fue mordido por un gato callejero y, ocho horas después, acudió a la emergencia hospitalaria por la hinchazón y el dolor que le provocó. Tras un análisis, se detectó que se trataba de una infección desconocida para la ciencia hasta entonces, una nueva cepa de la bacteria Globicatella, que infecta de manera extensa a los tejidos blandos.
El británico de 48 años acudió a la urgencia por una "inflamación bilateral" en las manos, que le provocaba dolor, ocho horas luego de recibir varias mordeduras de un solo gato callejero, difundió una investigación realizada por la Universidad de Cambridge, la Agencia de Seguridad Sanitaria (HSA, por sus siglas en inglés) del Reino Unido y la Universidad Imperial de Londres.
Se limpiaron sus heridas, se las vendó y se le administró una dosis de refuerzo de la vacuna antitetánica. Luego, se le dio el alta y se le administró un tratamiento oral con antibióticos, por tener antecedentes de alergia a la penicilina, según se detalló en el artículo publicado en la revista Emerging Infectious Diseases, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Unas 24 horas después, regresó a la emergencia porque la infección avanzó y le afectó el dedo meñique izquierdo y el medio derecho, además de provocarle celulitis en ambos antebrazos.
Los médicos le suministraron tres antibióticos por intravenosa y le realizaron un desbridamiento, es decir, le extirparon el tejido dañado por las heridas. Luego, fue dado de alta y debió tratarse con antibióticos orales durante cinco días, con lo que se recuperó por completo.
Se realizó un análisis en el que se encontró una similitud con la bacteria Globicatella, pero tras una comparación de los genomas de la infección, se descubrió una divergencia de nucleótidos promedio respecto a la cepa más similar, la G. sulfidifaciens. Esto sugirió que se trata de una especie distinta y no descrita previamente, detalla la publicación.
La investigación advirtió que "los gatos son los principales reservorios de infecciones zoonóticas". Sus dientes largos y afilados predisponen a lesiones por mordeduras en los tejidos profundos, y la inoculación directa de saliva felina genera un alto riesgo de infección secundaria".