Francia, Rusia y China podrían vetar nueva resolución en ONU

| El enviado especial del Vaticano, el cardenal Pio Laghi, intentó apelar al corazón y la razón del presidente George W. Bush, con quien se reunió ayer en la Casa Blanca

ENCUENTRO. Los cancilleres de Rusia y Francia -ambos con derechos a veto en el Consejo - anuncian su posición común 270x200
ENCUENTRO. Los cancilleres de Rusia y Francia -ambos con derechos a veto en el Consejo - anuncian su posición común

PARIS y WASHINGTON

ANSA y REUTERS

El plan de Estados Unidos de atacar a Irak con apoyo internacional pareció desmoronarse ayer, al anunciarse que cuatro miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, tres de ellos con poder de veto, votarían en contra de una solución militar como la demandada por Washington.

Francia y Rusia, dos de los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU con poder de veto, cerraron filas junto a Alemania, miembro no permanente, en una declaración conjunta en la que se manifestaron en contra de atacar a Bagdad.

El canciller ruso, Igor Ivanov, precisó que China, que también tiene poder de veto, compartía la posición antibelicista de los tres.

"No permitiremos la aprobación de una planeada resolución que autorice el uso de la fuerza. Rusia y Francia, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad, asumirán plenamente todas sus responsabilidades", dijo el canciller francés, Dominique de Villepin, en rueda de prensa en París con sus homólogos ruso y alemán.

A pesar de la mala noticia, la Casa Blanca dijo que el presidente George W. Bush continuaría presionando y que estaba confiado en el resultado de sus gestiones.

"Uno continuará escuchando diferentes declaraciones de diferentes líderes de todo el mundo. Insto a todos a no llegar a conclusiones sobre la irrevocabilidad del resultado o la irrevocabilidad del otro de cualquier país individual hasta el día del voto", dijo el portavoz Ari Fleischer.

La intensa actividad diplomática se produjo poco después de que Bagdad anunciara que había destruido otros nueve misiles prohibidos al-Samoud 2, elevando a 28 el número de cohetes eliminados bajo la supervisión de los inspectores de armas de la ONU.

MENSAJE DEL PAPA. En Washington, el enviado especial del Vaticano, el cardenal Pio Laghi, intentó apelar al corazón y la razón del presidente Bush, con quien se reunió ayer para entregarle una carta personal del papa Juan Pablo II y señalarle la "gran preocupación" del Pontífice sobre la posibilidad de una nueva guerra en Irak.

Una guerra sería devastadora por la destrucción de vidas humanas y por la cadena de consecuencias que se activaría inevitablemente, dijo el cardenal durante una nutrida conferencia de prensa que brindó tras la reunión.

Una ofensiva norteamericana en Irak provocará "una ulterior desestabilización de la situación en Medio Oriente y una grave división entre el Islam y el Cristianismo", dijo Pio Laghi, quien reveló que el Papa está "muy, muy, muy preocupado" por la posibilidad de una guerra.

PLEGARIAS. Laghi se excusó por no poder revelar el texto completo del mensaje papal entregado a Bush y dio a conocer solamente la frase conclusiva: "Le aseguro, señor Presidente, que estoy rezando por usted y por Estados Unidos, y que en mis plegarias pido al Señor que lo inspire en la búsqueda de la paz".

El enviado del Papa apeló también a argumentos legales para sostener la conocida posición antibélica del Vaticano, que ayer convocó a una jornada de ayuno en favor de la paz. "Una decisión sobre el uso de la fuerza puede ser expresada solamente en el marco de las Naciones Unidas —dijo Laghi—, y siempre teniendo en cuenta las graves consecuencias de un conflicto armado".

El cardenal se entrevistó con Bush poco después de un consejo de guerra que el presidente norteamericano mantuvo en la Casa Blanca con la cúpula de sus fuerzas armadas.

El cardenal informó que Bush "escuchó con interés" la posición del Papa sobre el conflicto con Irak. "Fue un diálogo muy franco y claro", agregó, y relató que "el presidente me dijo que aprecia los esfuerzos del Santo Padre por encontrar una solución" pacífica para la crisis con Irak.

"Llegué a Washington —continuó Pio Laghi— con la gran esperanza de que todavía exista la posibilidad de salvar la paz, porque la paz es la más noble empresa humana".

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