Finlandia inició la construcción de una valla metálica en los tramos más vulnerables de su frontera con Rusia, una medida aprobada en octubre pasado para frenar la inmigración ilegaly una eventual llegada masiva de refugiados.
Las obras comenzaron en el municipio fronterizo de Imatra, en el sureste de Finlandia, con la tala de árboles y desbrozado de una franja de tres kilómetros, donde se levantará un tramo de prueba.
En este tramo, situado en uno de los cruces fronterizos más transitados por su proximidad con San Petersburgo, se construirá una carretera y una valla metálica de tres metros de altura con concertinas en su parte superior y cámaras de videovigilancia.
Si el proyecto piloto es satisfactorio, las obras continuarán con la construcción de varios tramos más con una extensión total de unos 200 kilómetros, lo que supone alrededor del 15% de los 1.340 kilómetros de frontera que separan Finlandia y Rusia.
Está previsto que las obras duren entre tres y cuatro años y supongan un desembolso de “varios cientos de millones de euros”, según estimaciones de la guardia fronteriza.
“La valla por sí sola no solucionará nada, pero formará parte de la vigilancia fronteriza global de la Guardia de Fronteras”, señaló este organismo estatal en un comunicado.
La construcción de la valla fronteriza, propuesta inicialmente por la Guardia de Fronteras, fue autorizada por el Gobierno de centro-izquierda que dirige la primera ministra, Sanna Marin, y respaldada por todos los grupos parlamentarios.
Este proyecto es una respuesta al aumento de las tensiones con Rusia a raíz de la invasión a Ucrania y del proceso de adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN.
Ingreso a la OTAN
Precisamente, ayer miércoles el parlamento de Finlandia aprobó con una abrumadora mayoría el ingreso a la OTAN, para lo cual es indispensable la venia de Hungría y de Turquía.
A raíz de la invasión rusa a Ucrania, Finlandia y Suecia decidieron pasar página a su política de no alineamiento militar en vigor desde los años 1990, y se postularon a la OTAN en mayo de 2022.
Los diputados finlandeses aprobaron por 184 votos a favor y siete en contra una ley que permite la entrada de Finlandia en la alianza militar.
El ministro finlandés de Defensa celebró “un paso importante” en el camino hacia la OTAN. “La seguridad de la OTAN es una causa común”, dijo Antti Kaikkonen en Twitter.
Con las elecciones del 2 de abril en el horizonte en Finlandia, el gobierno de Sanna Marin quería evitar todo tipo de vacío político para poder entrar en la OTAN una vez que consiga el acuerdo de húngaros y turcos.
El ingreso a la OTAN contó con el respaldo casi unánime de los partidos finlandeses, incluso de aquellos que eran contrarios a la alianza antes del inicio de la invasión rusa de Ucrania.
Solo un puñado de diputados de extrema izquierda y extrema derecha votaron en contra, invocando entre otras cuestiones la falta de garantías de que no se instale armamento nuclear en Finlandia.
La aprobación de la ley finlandesa no significa que el país integre automáticamente la alianza militar una vez obtenga la ratificación de Hungría y Turquía.
Pero al menos fija un calendario claro: tras su adopción, el presidente finlandés Sauli Niinistö, que se declaró favorable, dispone de un máximo de tres meses para firmarla.
Finlandia había expresado hasta ahora su voluntad de ingresar junto a Suecia. Pero las dificultades que encara este país con Turquía, que culminaron con una serie de incidentes diplomáticos en enero, cambiaron la situación.
Turquía confirmó el lunes que puede tratar por separado la entrada de Finlandia, de la de Suecia.
En este panorama todavía falta el pronunciamiento de Hungría, conocida por sus posiciones más ambiguas hacia Rusia.
El lunes el ministro húngaro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjártó, afirmó que el ejecutivo avala la entrada, pero advirtió que la aprobación en el Parlamento “es menos clara”.
En base a EFE y AFP