Falleció Santiago Carrillo, líder histórico del partido comunista español

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El ex secretario general del Partido Comunista Español (PCE) Santiago Carrillo, fallecido hoy a los 97 años, fue uno de los principales actores de la transición de España a la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 y una figura histórica del comunismo europeo.

Según recogen varios medios españoles Carrillo falleció mientras realizaba su siesta diaria.

Apartado de la escena política desde 1991 había dedicado sus últimos años a dar conferencias, escribir libros, entre ellos, sus memorias, y comentar la actualidad política española en prensa y radio.

"Me siento muy bien siendo un francotirador independiente, porque tengo una libertad de movimientos que no tenía cuando era dirigente de un partido tan disciplinado como el comunista", había confesado en una entrevista a la agencia AFP en 2008.

Nacido el 18 de enero de 1915 en Gijón (Asturias, norte) e hijo de un dirigente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), al estallar la Guerra Civil española (1936-1939) decidió abandonar esa formación para entrar en el PCE, integrando rápidamente su buró político y su Comité Central.

Joven responsable republicano de la defensa de Madrid en plena batalla por la capital española en 1936, fue criticado toda su vida por la matanza de miles de prisioneros franquistas en la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama.

Carrillo nunca cesó de justificar este episodio reconociendo la única responsabilidad de no haber dispuesto de un "ejército seriamente organizado" para impedir que "grupos de incontrolados" republicanos atacaran al convoy de prisioneros.

De mirada viva tamizada por unas gafas de gruesos cristales y con su eterno cigarrillo en los labios, tras la derrota republicana emprendió un largo exilio de 38 años, que lo llevó por Estados Unidos, la Unión Soviética, Argentina, México y Argelia, antes de establecerse definitivamente en París en 1944.

Durante su estancia en Buenos Aires empezó a establecer enlaces con los comunistas que habían permanecido en España reorganizando el partido en la clandestinidad.

Pero fue en 1946, al convertirse en el "protegido" de Dolores Ibárruri, la histórica "Pasionaria", cuando comenzó su meteórico ascenso en el PCE.

Su consagración definitiva llegó en 1960, en el VI Congreso del PCE, en el que Ibárruri fue elegida presidenta de la formación y Carrillo pasó a ocupar la secretaría general, cargo que detentaría durante 22 años.

El nuevo secretario general del PCE se mostró muy crítico con la Unión Soviética, cuya invasión de Checoslovaquia en 1968 condenó tajantemente.

"Lo que había en la Unión Soviética de Stalin no era comunismo, era un capitalismo de Estado, burocrático, dictatorial", aseguró hace unos años.

Carrillo empezó así a defender su idea del "eurocomunismo" abogando porque cada país encontrase su propia vía, al tiempo que buscaba en España un pacto con todas las fuerzas antifranquistas.

"El problema español solo podía encontrarse a través de un acuerdo entre fuerzas de la derecha y de la izquierda para establecer un sistema democrático que diera juego a todos", había afirmado.

En 1976, con el Partido Comunista todavía ilegalizado, Carrillo protagonizó uno de los episodios más famosos de la transición española al entrar en el país clandestinamente con una peluca, tras lo cual dio una rueda de prensa que le valió una detención de diez días.

En 1977 fue legalizado el PCE. En las elecciones generales de ese mismo año Carrillo fue elegido diputado y se convirtió en una de las personalidades que participó en la elaboración de la Constitución española de 1978.

Pero las tensiones entre las distintas tendencias dentro del PCE y la pérdida de votos en las elecciones de 1982 -ganadas por los socialistas de Felipe González- provocaron su dimisión en noviembre de ese año. Después, su enfrentamiento con la nueva tendencia "renovadora" dentro del partido hizo que en 1985 fuese expulsado del PCE.

Creó entonces un nuevo partido con el que en 1986 y 1989 se presentó a las elecciones generales y a las europeas sin conseguir salir elegido y a partir de 1991 desaparece prácticamente de la escena política para dedicarse a escribir libros.

AFP

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