AFP
El gobierno de Joe Biden denunció nuevamente ayer la obstrucción de Texas a la patrulla fronteriza para que acceda a un sector de la frontera con México, tras el ahogamiento de tres migrantes.
Partidario declarado de Donald Trump, quien hizo del combate a la inmigración un tema prioritario de su campaña electoral, el gobernador republicano Greg Abbott desafía abiertamente la autoridad del gobierno de Biden, al que acusa de haber causado una crisis migratoria en la frontera.
“El viernes por la noche, una mujer y dos niños se ahogaron cerca de Eagle Pass, y las autoridades de Texas impidieron a la Policía Fronteriza (US Border Patrol) tratar de asistirlos”, declaró ayer domingo un vocero de la Casa Blanca, Angelo Fernandez Hernandez.
“Mientras continuamos estableciendo los hechos de estas trágicas muertes, una cosa es clara: las estratagemas políticas del gobernador Abbott son crueles, inhumanas y peligrosas. La Policía Fronteriza debe tener acceso a las fronteras para hacer cumplir nuestras leyes”, añadió el vocero.
Un legislador demócrata de Texas, Henry Cuellar, también acusó a la Guardia Nacional de Texas, que tomó el control exclusivo de un sector clave de la frontera, “de no haber autorizado el acceso a la Policía Fronteriza para salvar a los migrantes”. “Es una tragedia, de la cual el estado de Texas es responsable”, afirmó en un comunicado el sábado.
En diciembre, un tribunal federal de apelaciones prohibió a la patrulla fronteriza dañar el alambre de púas instalado por Texas cerca de la ciudad de Eagle Pass, en el Río Grande (llamado Río Bravo en México), a no ser que lo justifique una emergencia médica.
El Departamento de Justicia acudió a la Corte Suprema para intentar revocar esta sentencia, pero esta semana la Guardia Nacional de Texas comenzó a instalar más alambre de púas, afirmó la asesoría jurídica de la administración Biden, Elizabeth Prelogar.