Kat Torres, influencer y "gurú espiritual", fue condenada a prisión por tráfico de personas

O Globo/GDA
La falsa gurú espiritual Katiuscia Torres Soares, de 34 años, conocida como Kat Torres, fue condenada a ocho años de prisión por someter a una mujer a trata de personas y condiciones similares a la esclavitud. La influencer atrajo a la joven Desirrê Freitas, de 28 años, a Estados Unidos con el objetivo de explotarla sexualmente. La Justicia investiga a Torres por denuncias de otras mujeres.

Kat Torres fue detenida en octubre de 2023, al desembarcar de un avión procedente de EE.UU. con decenas de brasileños más a bordo, todos deportados por encontrarse ilegalmente en el país norteamericano. Desde entonces, permanece con prisión preventiva en la cárcel de mujeres en Bangu, en la Zona Oeste de Río de Janeiro.

Torres trabajó como actriz y modelo en el extranjero, ganó millones de seguidores con memes en internet y tuvo una vida económicamente estable en Los Ángeles, antes de decidirse a liderar una supuesta secta religiosa.

En la denuncia presentada ante el Tribunal Federal, que cuenta con una lista de siete testigos, se destaca que Kat Torres cooptó a Desirrê Freitas y la expuso a una rutina degradante desde al menos principios de abril de 2022 hasta el 2 de noviembre del mismo año. Según los fiscales, Katiuscia sedujo, alojó y acogió a la presunta víctima, mediante fraude, con el fin de someterla a trabajo en condiciones similares a la esclavitud; someterla a cualquier tipo de servidumbre y explotación sexual, apoyándose en relaciones de convivencia y hospitalidad. "Katiuscia redujo (a la víctima) a una condición similar a la de una esclava, sometiéndola a jornadas de trabajo agotadoras y sometiéndola a condiciones laborales degradantes", destacaron los fiscales Orlando Monteiro Espíndola da Cunha y Ana Cristina Bandeira Lins.

La joven fue obligada, según la denuncia, a bailar en un club de striptease, en turnos agotadores de más de 13 horas, sin descanso semanal. Su foto también fue anunciada en un sitio web de prostitución en Austin y San Antonio, Texas, y el perfil ofrecía sexo, fetiches y masajes. Todo hecho en nombre de la supuesta "voz" que guiaría a la secta Katiuscia. Todos los beneficios serían entregados a la supuesta líder religiosa.

Foto: Instagram

Desirrê dijo en una entrevista con Globo que, durante los últimos meses en que fue denunciada como desaparecida por familiares y amigos, se vio obligada a mentir y alejarlos: una farsa, según ella, ideada por su exmentora, como se definió a sí misma Kat Torres. como detrás de las cámaras y las redes sociales como una persona fría y calculadora. También se disculpa públicamente por las acusaciones falsas realizadas en Internet, especialmente contra la top model Yasmin Brunet, que también fueron orquestadas por Torres.

Pero además de este caso, surgieron informes de varios otros. Siempre involucrando falsas promesas de dinero, amor y éxito financiero, y acercamientos a seguidores jóvenes y hermosos en momentos de fragilidad emocional. Todo en nombre de la creencia en una falsa divinidad, llamada “La Voz” –así titula su libro–, y en ocasiones con el uso de alucinantes tés de Ayahuasca.

Las presuntas víctimas prestaron declaración ante el Ministerio Público de São Paulo el año pasado y, posteriormente, esos informes también fueron adjuntos a la investigación que adelanta hoy el Ministerio Público Federal, luego de que el caso fuera trasladado al ámbito federal, en el Tribunal Federal de Río de Janeiro, estado de origen de la demandada. El contenido de las denuncias es delicado. Desde entonces, sin embargo, la fiscalía aún no ha presentado ninguna nueva denuncia relacionada con estas otras historias.

Foto: Fraklin County Sheriff's Office

Una de las víctimas dice que estaba pasando dificultades en los Estados Unidos, viviendo en las calles, cuando Kat Torres se acercó a ella. A través de falsas promesas y de creer en la "Voz", dijo que terminó cooptada por el entrenador para tener una experiencia en un club de striptease en un día, lo que la recompensaría. Expuesta e incómoda con esa situación, no pudo bailar ni tener relaciones con los clientes del lugar y dice que los dueños del club, por lástima, le habrían dado US$ 100 y luego la despidieron. La gurú se habría enojado y habría pensado que la cantidad era poca. Dice que luego la pusieron a cargo de los servicios domésticos en la casa de Torres, a cambio de falsas promesas y un techo sobre su cabeza.

Esta víctima acababa de cumplir 18 años cuando Kat Torres se le acercó. Presentó mensajes donde la falsa gurú hacía promesas e invitaba a su seguidora a viajar de Brasil a Estados Unidos para trabajar como modelo y, explícitamente, con un sugar daddy. Joven e ingenua —contó que entonces todavía era virgen— pensaba que el trabajo consistía únicamente en acompañar a hombres mayores a cenar y que no implicaría sexo. Fiel seguidora de la religión falsa creada por Kat en aquella época, y creyendo en sus "poderes de clarividencia", accedió, pero acabó desistiendo al ser interrogada por un grupo de mujeres que ya estaban siguiendo los avances de la "bruja".