Un juez federal frenó la intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de negar fondos a ciudades consideradas ‘santuario’ como Chicago, Los Ángeles, Denver y otras 31 más de todo el país.
El togado William Orrick de San Francisco ordenó de forma preliminar que los fondos federales no pueden ser recortados a las ciudades consideradas “santuario” y frenó la polémica política de Trump que pretendía afectar a aquellos distritos que no han apoyado las iniciativas en materia de inmigración de la Administración republicana.
Con esta nueva resolución, ciudades como Boston, Santa Fé, Los Ángeles, Portland, Chicago, Oakland, Sacramento, San Diego y dos decenas más seguirán siendo sostenidas por fondos federales porque a criterio del juez, cortarles los fondos es “inconstitucional”.
Hace tres meses, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicó una lista de más de 500 “jurisdicciones santuario”, y dijo que cada una de ellas recibiría una notificación formal de que el Gobierno las había considerado en incumplimiento. El Gobierno de Trump utilizó esta presión económica contra aquellas ciudades que no ponían sus gobiernos locales en función de los operativos y planes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
En 2017, el juez Orrick se había opuesto por primera vez a la intensión de Trump, en su primer mandato, de cortar fondos federales, asegurando que esta medida aparte de inconstitucional, viola “la independencia de poderes”.
Este es el segundo revés judicial que recibe Trump en 24 horas porque el jueves una jueza de Florida ordenó el cierre de la cárcel ‘Alligator Alcatraz’ en los próximos 60 días y agregó que ningún migrante más puede ser trasladado a este centro. Asociaciones civiles de Florida advirtieron que persisten las “horribles condiciones” para los migrantes que permanecen en el centro de detención migratoria, a pesar de la decisión judicial.
Nuevo mapa electoral
En otro orden de temas en Estados Unidos, legisladores del estado de Texas aprobaron ayer sábado un nuevo mapa electoral diseñado para ayudar al Partido Republicano a mantener el control del Congreso estadounidense en las elecciones legislativas de 2026.
Los senadores aprobaron el mapa en una votación dividida por línea partidaria 18-11 tras más de ocho horas de debate y a pesar del intento de una senadora demócrata de bloquear la votación.
El presidente Donald Trump comentó en su red Truth Social que esta nueva división electoral brinda a los “maravillosos tejanos la inmensa oportunidad de elegir cinco nuevos republicanos MAGA (por el nombre de su movimiento ‘Make America Great Again’) en las elecciones de medio término de 2026”.
Se trata de “UNA ENORME VICTORIA de nuestro programa Estados Unidos primero”, agregó.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, había escrito unas horas antes en X que tiene “prisa” en promulgar este nuevo mapa, y agregó que “refleja las nuevas preferencias electorales de los tejanos”.
Trump había presionado a la mayoría republicana en las cámaras legislativas de Texas a modificar las circunscripciones electorales del estado para reducir las posibilidades de que los demócratas tomen control de la Cámara de Representantes federal en las elecciones legislativas intermedias de 2026.
Esos comicios serán cruciales para la segunda mitad del mandato del magnate conservador, quien busca consolidar la estrecha mayoría republicana actual en la cámara para seguir implementando su agenda política.
Los demócratas, por su parte, esperan que la baja popularidad del magnate les ayude a tomar control de la cámara baja del Congreso.
Para asegurarse de que eso no ocurra, Trump quiere rediseñar los distritos electorales de los estados republicanos en beneficio de los candidatos conservadores y en detrimento de los demócratas.
Con esos fines, Texas recurrió a una técnica conocida como “gerrymandering”, que consiste en un rediseño de distritos electorales.
Este proceso ha dado como resultado un nuevo y dispar esquema que debería permitir a la derecha estadounidense obtener hasta cinco escaños adicionales en el Congreso.
Demócratas
La manipulación de los republicanos provocó una gran polémica en el país e hizo que en California, el estado más poblado, los demócratas respondieran con la misma estrategia de “gerrymandering”.
En este estado, el gobernador demócrata Gavin Newsom, un implacable crítico de Trump, propuso un mapa electoral que daría a su partido hasta cinco escaños adicionales para socavar la iniciativa texana. El jueves pasado la legislatura estatal californiana aprobó el plan por abrumadora unanimidad. El legislativo aprobó también la organización de un referendo en noviembre para consultar a los votantes si desean modificar temporalmente los límites de sus distritos electorales, hasta 2030 inclusive.
“Estamos respondiendo a lo que nos ha pasado en Texas”, dijo Newsom en una entrevista con el podcaster David Pakman. “¿Qué más pruebas de autoritarismo se necesitan?”, preguntó. “Estos tipos no juegan, (...) la gente debe despertar y abrir los ojos”, agregó el gobernador, denunciando a Trump por no “respetar ninguna regla”. Otros estados también buscan modificar sus mapas electorales.
Pentágono despide al director de la Agencia de Inteligencia de Defensa
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, despidió al teniente general Jeffrey Kruse, director de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) de Estados Unidos, después de que la Casa Blanca criticara una revisión que evaluaba el impacto de los ataques estadounidenses contra Irán, según informó el Pentágono a medios locales ayer.
Hegseth también despidió a la vicealmirante Nancy Lacore, jefa de la Reserva Naval, así como al contralmirante Jamie Sands, oficial de los Navy SEAL que supervisaba el Comando de Guerra Especial Naval.
El Departamento de Defensa no ofreció ninguna explicación sobre el motivo de los despidos, pero, según señalaron personas altamente familiarizadas con el asunto a The Washington Post, una de las razones de los despidos sería la “pérdida de confianza”.
En junio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó un informe de la DIA -la principal rama de inteligencia del Pentágono- filtrado por los medios que revelaba que los ataques contra Irán solo habían retrasado por meses su programa nuclear. Esto contradecía, o al menos le daba atenuaba las declaraciones del mandatario republicano había señalado antes que las instalaciones nucleares de Irán estaban “completamente destruidas”.
En tanto, la Casa Blanca declaró que la evaluación de la agencia era “totalmente errónea” y Hegseth afirmó en un acto público que el informe se elaboró con “poca inteligencia” y que el FBI estaba investigando la filtración.
Los ataques de los Estados Unidos contra Irán iniciaron el pasado 22 de junio bajo el nombre en clave “Operación Martillo de Medianoche”, cuando bombarderos y submarinos estadounidenses atacaron la planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, la instalación nuclear de Natanz y el Centro de Investigación y Tecnología Nuclear de Isfahán. Los ataques fueron confirmados y anunciados por Trump.
EFE, AFP/ Washington, Houston