Por Edward Wong/The New York Times
Un borrador de una orden ejecutiva de la administración Trump propone una reestructuración drástica del Departamento de Estado, incluida la eliminación de casi todas sus operaciones en África y el cierre de embajadas y consulados en todo el continente.
El proyecto también pide recortar oficinas en la sede del Departamento de Estado que abordan temas relacionadas con el cambio climático y los refugiados, así como cuestiones de democracia y derechos humanos.
El secretario de Estado, Marco Rubio, escribió un breve comentario en las redes sociales después de la publicación de este artículo, calificándolo de “noticias falsas”.
El propósito de la orden ejecutiva, que podría ser firmada próximamente por el presidente Donald Trump, es imponer una reorganización disciplinada del Departamento de Estado y agilizar la ejecución de las misiones, a la vez que se reduce el despilfarro, el fraude y el abuso, según una copia del borrador de 16 páginas obtenida por The New York Times. Se espera que el departamento implemente los cambios antes del 1 de octubre.
Algunos de los cambios propuestos en el borrador requerirían notificación al Congreso y sin duda serían impugnados por los legisladores, incluyendo el cierre masivo de misiones diplomáticas y oficinas centrales, así como una reestructuración del cuerpo diplomático.
El documento comenzó a circular el sábado entre diplomáticos y exdiplomáticos estadounidenses, así como otros funcionarios. No quedó claro de inmediato quién lo compiló ni en qué etapa de los debates internos sobre la reestructuración del Departamento de Estado se encontraba. Es uno de varios documentos recientes que proponen cambios en el Departamento de Estado, y las conversaciones internas de la administración sobre posibles medidas se llevan a cabo a diario.
Los importantes cambios en el Departamento de Estado irían acompañados de medidas para despedir tanto a diplomáticos de carrera, como a empleados del servicio civil, que suelen trabajar en la sede del departamento en Washington. El proyecto de orden ejecutiva exige poner fin al examen de servicio exterior para los aspirantes a diplomáticos y establece nuevos criterios para la contratación, incluida la “alineación con la visión de política exterior del presidente”.
El borrador dice que el departamento debe ampliar considerablemente el uso de inteligencia artificial para ayudar a redactar documentos y llevar a cabo el “desarrollo y revisión de políticas” y la “planificación operativa”.
Tom Yazdgerdi, presidente de la Asociación de Servicio Exterior de Estados Unidos, que representa a los diplomáticos estadounidenses, dijo a la AFP que los funcionarios apoyaban la mejora de la eficiencia del gobierno, pero que las medidas anunciadas en el borrador de la orden difundido por el diario The New York Times “parecían un ataque con un hacha”. “Tenemos la sensación de que nos estamos aislando del mundo”, añadió el domingo. Yazdgerdi consideró que la nueva estrategia constituye una “herida autoinfligida” para el país, al tiempo que resaltó que “poder blando” es lo que “hace grande a Estados Unidos”.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó que el diario The New York Times, que fue el primero en informar sobre la existencia del borrador del decreto, había sido víctima de otro engaño.
“Estas son noticias falsas (fake news)”, publicó Rubio el domingo en su cuenta de la red X. Sin embargo, AFP tuvo acceso a una copia del borrador de la iniciativa y en ella se constata que se exige una “reorganización estructural completa” del Departamento de Estado para el 1º de octubre de este año.
La reorganización propuesta eliminaría las oficinas regionales que ayudan a elaborar y aplicar políticas en grandes partes del mundo.
En cambio, esas funciones caerían bajo cuatro “cuerpos”: Cuerpo de Eurasia, integrado por Europa, Rusia y Asia Central; Cuerpo de Medio Oriente, integrado por las naciones árabes, Irán, Pakistán y Afganistán; Cuerpo de América Latina, integrado por América Central, América del Sur y el Caribe; y Cuerpo del Indopacífico, integrado por Asia Oriental, el Sudeste Asiático, India, Bangladesh, Sri Lanka, Nepal, Bután y las Maldivas.
Uno de los cambios más drásticos propuestos sería la eliminación de la Oficina de Asuntos Africanos, encargada de supervisar las políticas en el África subsahariana. Esta sería reemplazada por una oficina de enviados especiales para asuntos africanos, mucho más pequeña, que reportaría al Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Esta oficina se centraría en varios temas, como las operaciones antiterroristas coordinadas y la extracción y el comercio estratégicos de recursos naturales críticos.
El borrador también estipulaba que todas las embajadas y consulados “no esenciales” en África subsahariana cerrarían el 1 de octubre. Se enviarían diplomáticos a África en “despliegues específicos y orientados a misiones”, según el documento.
Las operaciones en Canadá se transferirían a una nueva oficina de asuntos norteamericanos bajo la autoridad de Rubio, dirigida por un equipo significativamente reducido, según el borrador. El departamento también reduciría drásticamente la Embajada de Estados Unidos en Ottawa, Ontario.
El departamento eliminaría una oficina que supervisa asuntos de democracia y derechos humanos; otra que se ocupa de refugiados y migración; y otra que colabora con organizaciones internacionales. Se eliminaría el puesto de subsecretario que supervisa las dos primeras oficinas. También se eliminaría la oficina del subsecretario de Diplomacia Pública y Asuntos Públicos.
El departamento también eliminaría el puesto de enviado especial para el clima.
El departamento establecería un nuevo puesto de alto nivel, el subsecretario para la eliminación de amenazas transnacionales, para supervisar la política antinarcóticos y otros asuntos.
La Oficina de Asistencia Humanitaria absorbería los restos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
En cuanto al personal, el memorándum señala que el departamento necesita pasar de su actual modelo de rotación global generalista, obsoleto y desorganizado a un marco de servicio de carrera más inteligente, estratégico y especializado a nivel regional para maximizar la experiencia.
Esto significa que las personas que intentan ingresar al Servicio Exterior elegirían durante el proceso de solicitud en qué cuerpo regional desean trabajar.
El departamento ofrecería indemnizaciones a funcionarios del servicio exterior y del servicio civil hasta el 30 de septiembre, según el borrador.
El proyecto de orden también pide limitar las becas Fulbright para que se otorguen únicamente a estudiantes que realicen estudios de maestría en asuntos de seguridad nacional.
Y dice que el departamento rescindirá su contrato con la Universidad Howard, una institución históricamente afroamericana, para reclutar candidatos para las becas Rangel y Pickering, las cuales serán canceladas. El objetivo de estas becas ha sido ayudar a estudiantes de grupos subrepresentados a tener la oportunidad de ingresar al Servicio Exterior poco después de graduarse.
El borrador de la orden ejecutiva es uno de varios documentos internos que han circulado en la administración en los últimos días, con propuestas de cambios para el Departamento de Estado. Otro memorando describe un recorte propuesto de casi el 50 % al presupuesto de la agencia para el próximo año fiscal. Otro memorando interno propone recortar 10 embajadas y 17 consulados.
Este artículo apareció originalmente en The New York Times .
Los recortes de ayuda internacional por parte de Estados Unidos podrían empeorar la situación humanitaria en zonas de conflicto donde los sistemas de salud ya están sometidos a fuertes tensiones, advirtió ayer domingo una responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde que asumió el cargo en enero, el presidente Donald Trump recortó la ayuda exterior estadounidense, incluidos importantes programas de salud, y desmanteló USAID, la agencia estadounidense de desarrollo, que gestionaba un presupuesto anual de 42.800 millones de dólares, el equivalente al 42% de la ayuda humanitaria mundial.
También anunció su retirada de la OMS, que tendrá que recortar su presupuesto en una quinta parte, reduciendo sus misiones y su personal.
Estados Unidos, durante muchos años el principal contribuyente a esta agencia de la ONU, no pagó su contribución para 2024 y podría no hacerlo en 2025.
“La OMS desempeña un papel esencial en el mantenimiento de los sistemas de salud, su rehabilitación, la formación y despliegue de equipos médicos de emergencia”, declaró Hanan Balkhy, directora regional de la OMS para el Mediterráneo oriental, durante una entrevista con AFP en Riad.
“Muchos de estos programas están actualmente interrumpidos o no podrán continuar”, advirtió.
La salida de Estados Unidos de la OMS también comprometerá los canales de comunicación establecidos tiempo atrás con las mejores universidades, centros de investigación e instituciones de salud pública del país.
Esto podría dificultar el intercambio de información, crucial para prever crisis sanitarias como una futura pandemia, y afectaría por tanto a “nuestra capacidad para garantizar la vigilancia y detección de enfermedades” a escala mundial, añadió la responsable de la OMS. Porque, recordó, “estas bacterias y virus no conocen fronteras y son indiferentes a las circunstancias políticas humanas”. AFP