AFP
El partido del líder independentista catalán Carles Puigdemont, huido a Bélgica en 2017, y los socialistas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantuvieron finalmente ayer una reunión en Suiza que estuvo precedida de un gran secretismo.
La reunión fue la primera desde el acuerdo por el que Juntos por Cataluña (JuntsXCat) posibilitó, con sus siete diputados, la investidura de Sánchez para un nuevo mandato el 16 de noviembre, y transcurrió “en un ambiente cordial y de trabajo”, explicó la formación catalana en un comunicado. JuntsXCat anunció además que el diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez, que fue embajador de su país en Francia, asistió a la reunión y será “quien coordine el mecanismo internacional que forma parte del acuerdo político”, una figura de mediador que habían reclamado los secesionistas.
“Ha ido bien”, dijo a los medios de comunicación en el aeropuerto de Ginebra el número tres del PSOE, Santos Cerdán, que representó a su partido en el encuentro, cuando se disponía a volar de regreso a España.
El partido catalán no aclaró si Puigdemont, que es eurodiputado y se fue de España en 2017 tras el fracaso del intento de secesión, asistió al encuentro, ni dónde tuvo lugar exactamente, pero los negociadores de ambos partidos llegaron al aeropuerto de Ginebra.
El hecho de que la reunión tuviera lugar fuera de España, ante un mediador extranjero, y con el partido de un líder político reclamado por la justicia española, avivó la controversia y las críticas de la oposición a Sánchez.