EFE
El Gobierno del socialista Pedro Sánchez afronta momentos de dificultad por la negativa a renunciar a su escaño de diputado de un exministro al que relacionan con un caso de corrupción en la compra de mascarillas durante la pandemia de covid.
El exministro de Transportes José Luis Ábalos y actual diputado, se negó ayer martes a dejar su escaño, en contra de lo que le exigía el oficialista PSOE.
Ábalos anunció que mantiene el acta de diputado del Congreso, elegido en las elecciones generales de julio de 2023, y que deja el grupo parlamentario socialista de la cámara para pasar al mixto, donde están pequeños partidos o parlamentarios sin adscripción.
En consecuencia, el PSOE, al que pertenece, lo ha suspendido e iniciará el procedimiento para su expulsión.
“Solo frente al poder político”
En una comparecencia de prensa sin preguntas, el exministro subrayó que necesita defender su “honorabilidad”.
“No puedo acabar mi carrera política y mi trayectoria como un corrupto cuando soy inocente”, subrayó.
Argumentó que no se ha enriquecido ilícitamente ni está acusado “de nada” en el caso judicial por un supuesto cobro de comisiones ilegales en contratos públicos para comprar mascarillas durante la pandemia de covid.
El PSOE considera que, pese a no estar señalado ni investigado, Ábalos tiene “responsabilidad política” en el caso por el que es investigado su exasesor ministerial Koldo García, entre otras personas.
Tras ser detenido, García quedó en libertad provisional el jueves pasado, con prohibición de salir de España, por decisión de un juez de la Audiencia Nacional.
Ábalos dijo ayer que es una de las decisiones “más duras de su vida” y nunca hubiera imaginado verse fuera del PSOE (se afilió en 1981), además de reprochar la “falta de compañerismo” de miembros de su partido.
“Me enfrento solo a todo el poder político, soy un mero peón”, enfatizó.
Ábalos fue ministro de Transportes entre 2018 y 2021 y secretario de organización del PSOE, uno de los puestos más relevantes del partido, entre 2017 y 2021, cuando fue cesado.
En aquella época, era una de las personas de más peso político en el Gobierno y de mayor confianza del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a quien apoyó para ser líder de los socialistas españoles.
En ese sentido, Ábalos lamentó que no se haya visto respaldado ahora por la dirección del PSOE. “No puedo rendirme... Si yo renunciara en este momento -dijo-, se interpretaría como signo de culpabilidad y solo provocaría mi estigmatización, no solo política, sino personal. Sé lo que es ser un apestado político”. Y aseguró que la querella de la Fiscalía Anticorrupción señala que el procedimiento de contratación de compra de mascarillas fue correcto cuando él era ministro de Transportes.
Ahora, su paso al grupo mixto abre una incógnita sobre su voto en los proyectos legislativos que tramite el Parlamento. El Gobierno, formado por PSOE y Sumar, carece de mayoría absoluta, necesita pactar constantemente con nacionalistas e independentistas vascos y catalanes y todos los diputados cuentan en votaciones muy ajustadas.
El portavoz socialista en la cámara baja, Patxi López, lamentó que Ábalos decidiera mantenerse como diputado.
“Es un día muy triste”, dijo Patxi López a la prensa, pues la voluntad del partido era que “dejara el escaño” y que lo hiciera por “responsabilidad política”, al margen de que él niegue cualquier culpabilidad.